Hace dos días atrás, comentábamos que aquí pasan cosas raras.
(http://www.aporrealos.org
Ayer, el 24 de octubre, el diario caraqueño, VEA, confirmó nuestras
sospechas científicas. Nos informa, que importantes funcionarios de los
EE.UU. apoyan abiertamente actos de sabotaje en contra de la reforma
constitucional venezolana. Incluso abogan cualquier complot que
finalmente conlleva a la violencia social o a un golpe militar en
Venezuela.
El diario nos siguió informando, que entre el 7 y el 9 de octubre de
2007, se reunieron en Praga altos oficiales estadounidenses para
exigir, que la ‘oposición’ venezolana le pidiera a la Corte Suprema,
que ésta considerase como golpe político la reforma constitucional, tal
como la plantea el gobierno de Chávez. Además exigieron, que [la
‘oposición’] llamara a levantamientos sociales, que organice actos de
sabotaje contra la economía y la infraestructura, que destruyera la
cadena de transporte alimenticia y que organice un golpe militar por
todos los medios posibles, incluyendo el derramamiento de sangre
causado por paramilitares.
Entre aquellos que asistieron a este ominoso encuentro del genocidio
planificado en Praga, se encontraron Paul Wolfowitz, ex director de
seguridad nacional estadounidense, Madeleine Albright, ex secretaria
del estado, Aljaksandr Milinkeviv, Michaelle Jean y Humberto Celli
Gerbasi, un conocido golpista de Acción Democrática. Todos esos actos
de sabotaje fueron oficialmente denunciados por el miembro del
parlamento latinoamericano, Carolus Wimmer.
(http://201.222.7.154/vea
Juzgando por los eventos ocurridos durante los últimos días, ya se puso
en marcha esta operación del sabotaje, así que, desde aquí llamamos a
todos nuestros camaradas a la defensa de nuestra reforma
constitucional, de nuestro partido socialista unido, PSUV, y de nuestro
gobierno, que está siendo atacado tanto desde adentro como desde afuera.
No se trata de gritar “¡lobo ... lobo!”. En el medio Oriente ya
presenciamos las primeras chispas de una posible guerra mundial; la
situación internacional se está deteriorando con alta velocidad; el
capitalismo se encuentra en una severa crisis y necesita su Tercera
Guerra Mundial Nuclear para agonizar o para salvar sus cenizas
radioactivas.
En estos momentos, cuando faltan cinco para las doce, son únicamente
los miles de millones de trabajadores, que todavía pueden parar esta
megalomanía. Es precisamente esto, lo qué los presidentes Fidel Castro
y Hugo Chávez tratan de organizar en nuestro continente y por eso los
declaran ‘terroristas internacionales’ por excelencia.
La alternativa marxista entre “socialismo o barbarie” se convierte cada
día más
en una realidad global.
franz@aktionspotenzial.de