¿Qué hay detrás de las guerras y las invasiones? Para entender en qué estamos parados

El trasfondo de todas las guerras e invasiones humanas, tienen un elemento común: "los recursos de subsistencia".

Desde que aparecimos como nueva especie en la tierra, lo seres humanos hemos tenido que luchar para sobrevivir; inicialmente contra otras especies depredadoras, hasta que nos posicionamos como la máxima especie depredadora del planeta y desde entonces, la lucha ha sido contra nosotros mismos.

Todos los recursos que necesitamos para subsistir están en la tierra y en la medida que aumenta la natalidad y se disminuye el índice de mortalidad, crece la población humana en el planeta y con ello, la necesidad de recursos de subsistencia.

La tierra no crecerá más porque haya más personas. En la medida que crece la población y se eleva los niveles de consumo, los recursos se hacen más limitados, entonces se exacerba el miedo y con él viene la codicia, la violencia, las invasiones y las guerras.

Los seres humanos aprendimos que no sólo necesitamos de los alimentos para reponer nuestras energías y garantizar nuestra salud y supervivencia; entendimos además, que necesitamos otros recursos energéticos para hacer más cómoda nuestra estadía en la tierra, para protegernos y hasta para ser mejores depredadores. En ese sentido hemos utilizado el fuego, la pólvora, la energía nuclear, la energía fósil, etc.

Siempre ha existido civilizaciones que han propendido más a la satisfacción de sus deseos que a la satisfacción de sus necesidades; lo que las envuelve en una espiral de derroche ilimitado, y en consecuencia se han convertido en civilizaciones expansionistas y por ende en guerreras, cuyo objetivo es apoderarse de los recursos necesarios para ellos, donde se encuentren y en manos de quien se encuentren, y así mantener su dilapidador consumo. Para verificar esto, es suficiente estudiar la historia de los imperios.

En la actualidad existen varios países cuyos desarrollos científicos, tecnológicos y armamentistas, los sitúan entre los países que llamamos: Potencias, pero entre ellos, sólo uno tiene características y conducta de imperio (dilapidador de recursos y expansionista): los Estados Unidos de Norte América. La dilapidación de todo tipo de recursos en este país es tal, que algunos analistas científicos han afirmado que de existir una decena de países con el nivel de consumo de los EEUU, necesitaríamos varios planetas como el nuestro para satisfacer el consumo.

El alimento de los Estados, actualmente, es la energía fósil, la cual se tiene más de cien años explotándola y es un recurso natural NO RENOVABLE, eso significa que cada vez queda menos irremediablemente.

EEUU es el mayor consumidor de energía en el planeta y es evidente que para mantener el ritmo de su consumo, necesita apoderarse de la energía de otros países, fundamentalmente el petróleo, puesto que para ellos, el petróleo es especialmente crucial en su economía por ser la fuente de dos quintas partes del abasto energético estadounidense; proporciona la casi totalidad del combustible del transporte del país. Además entienden el papel vital que el petróleo juega en la seguridad nacional por ser el propulsor de las formaciones de tanques, aviones, helicópteros y embarcaciones, columna vertebral de la maquinaria de guerra estadunidense.

Michael T. Klare autor del libro Guerras de recursos: nuevo panorama del conflicto global, a propósito del plan energético Bush-Cheney dijo:

"Una estrategia de dos vías gobierna la política de Estados Unidos hacia buena parte del planeta. Un brazo de esa estrategia es asegurarse más petróleo del resto del mundo; el otro es refinar la capacidad de intervenir. Mientras que uno de esos objetivos surge de preocupaciones energéticas y el otro de aspectos de seguridad, resulta una dirección única: la dominación estadunidense en el siglo XXI"

Dentro de esa concepción de aseguramiento energético de la clase gobernante estadounidense (demócratas y republicanos), Venezuela constituye la Joya de la Corona: nuestra situación geográfica nos coloca a pocos días de las costas estadounidenses y tenemos la mayor reserva de petróleo certificado del planeta. Cabe destacar que los encargados de la política energética de EEUU, ya sabían que lo que existe en la faja del Orinoco es petróleo y no bitumen, como nos hicieron creer la cúpula meritocrática de PDVSA, por muchos años. Así le aseguraban a sus amos norteños, su futuro energético a precio de gallina flaca.

EEUU está utilizando todas sus armas de guerra de cuarta generación, caracterizada por operaciones psicológicas, que ha puesto a jugar el tonto útil a muchos "izquierdistas críticos"; que sin darse cuenta juegan a la división de las fuerzas revolucionarias y así ayudan a minar la resistencia de nuestro gobierno patriota y nacionalista.

El decreto de Obama es el as bajo la manga para la intervención armada, en caso de no poder hacer implosionar a La Revolución Bolivariana.

El objetivo del gobierno de los Estados Unidos es claro. Nunca, en la historia contemporánea, país alguno ha resistido el ataque feroz de guerra sicológica y económica, como hemos resistido los venezolanos hasta ahora. En nosotros está si flaqueamos o vencemos.



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Juan Carlos Valdez


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