Las toallas sanitarias y el futuro del socialismo

Mucho más allá de quienes argumentan que un impasse con Colombia nos dejaría sin importación de toallas sanitarias y “perderíamos las elecciones del 2012” (?), el tema merece la atención del Ejecutivo, de los entes correspondientes (Tecnología & Pequeña y Mediana Industria) y sobre todo de los colectivos que se proponen producciones alternativas.

1) Las toallas sanitarias son caras. Su precio de mercado es de 3 Bs. por unidad y el promedio utilizado durante un período menstrual oscila entre 12 y 15 toallas (36 – 45 BsF). Una servidumbre comercial de entre 600 mil y 1 millón de BsF al mes.

2) Por su origen industrial son potencialmente tóxicas,

especialmente las “aromatizadas”.

3) No son biodegradables y en la basura representan un problema de contaminación ambiental.

4) Su consumo imperativo implica una servidumbre económica para el país que las importa o produce con franquicia.

INVENTAMOS O ERRAMOS

La carga ideológica de género de las toallas sanitarias las hace un tema tabú y lleva a considerarlas “mal necesario”, como si la comodidad y seguridad de las mujeres no merecieran una reflexión seria.

. Entre los millares de egresad@s de universidades e institutos técnicos (y no solo entre ellos) ¿no habrá alguien capaz de diseñar una toalla sanitaria fácil de fabricar y biodegradable? ¿Un colectivo que pueda producirla? ¿Un kit con partes que permitan a la usuaria elaborar ella misma 100 toallas sanitarias por un tercio del precio actual?

Este asunto, como el de los pañales desechables y otros de consumo cíclico, está estrechamente ligado al modelo de desarrollo que queremos, pues copiar el modelo capitalista sólo lleva al subdesarrollo reforzado. Para superar la dependencia y el atraso heredado, la revolución en su desarrollo debe tomar el atajo del diseño. Inventamos o erramos.

PODERES CREATIVOS CONTRA DEPENDENCIA

El famoso programa de “substitución de importaciones” de la Cuarta República lo que hizo fue substituir muchas de ellas por una gran importación de capitales (la famosa “inversión extranjera” que tanto alaba la oposición) y poner mano de obra barata al servicio de las transnacionales. En el camino hacia el socialismo la inversión extranjera sólo se justifica en grandes emprendimientos, de manera de no distraer recursos necesarios a la defensa, la infraestructura y la inversión social.

En el mundo globalizado debemos globalizar a la manera que nos convenga, a corto, mediano y largo plazo. Aprender de cómo Cuba ha enfrentado 50 años de bloqueo y, sobre todo, aplicar nuestros propios poderes creativos. Sobre las mujeres ha caído por milenios la llamada “economía doméstica” y son las inventoras de gran parte de la cultura cotidiana, la más esencial.

Decía Gramsci que el aporte de un grupo numeroso que se ponen de acuerdo para resolver un problema práctico es más importante que cualquier descubrimiento teórico. La solución del problema de las toallas sanitarias tiene que ver con el futuro del socialismo.


rothegalo@hotmail.com


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Eduardo Rothe


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