"La victoria le pertenece al pueblo de Venezuela". ¿Qué implica eso Maduro?

¿Cuál la óptica democrática de barajar consideraciones a ver que se nos atraviesa en el camino sin aventura alguna? A lo mejor sí, a lo mejor no. ¿Y los recursos? Allá rodó. Una voz suelta en el océano de los engaños. Pobre de mí pobre de ti. Y la consigna, lo más seguro, esa maldita guerra económica. Y los milagros en el gobierno de Maduro no existen, aunque se vistan de mona y, vea usted que con Chávez la praxis era otra de atención y compromiso. Pero los tiempos pasan, por bien o por mal seguimos en la misma y ya no hay de quién guindarse. Se habla más y se hace menos. Y ellos que soñaban y como soñar no cuesta nada.

Entonces cuál el provecho del pueblo. Acaso el pueblo requiere bienestar y él mismo se lo dará. Yo te aviso chirulí. Acaso dejará de vivir de la espera. Un bonito por aquí, un bonito por allá. Y a morir callado. Manifestar para qué, acaso una tocadita de puerta a media noche, tum-tum. ¡Y quién es? La vieja Inés que halaga sus pesares y después del voto la victoria, aunque la abstención nos encierre en vida, a cobrar que el que gobierna manda y los diputados a inventar leyes para que la democracia no se aparte de ellos que incentivos hay.

Unos ríen y disfrutan de sus ilusiones cabizbajos, bien preocupados pues, más de lo mismo es la esperanza y como es lo último que se pierde, somos libres y que viva nuestra libertad y qué importa que Trump sea más inteligente, más endemoniado con la rebeldía de un dictador que gobierna una potencia a la enésima consideración y, ay de aquél que sino ponen sus barbas en remojo será cebo de caprichos bien retrógrados con toda la suculencia del provecho.

¿Y para qué se lucha?

Pues, para ganar -y eso es lo que ha hecho el presidente Maduro- se puso en 23 gobernaciones de las 24 en disputa y con toda la autonomía de su picardía política va viento en popa a favor del pueblo -dice él- lo que está por verse, aunque los viejitos parpadeen de rabia la mesada no crece, pero ellos son felices porque entre menos entre más años durarán llevando palo como si estuvieran enamorados de un compromiso que no llega que por lo visto será infinito.

Venezuela está radiante con su cinturón de ganancia provechosa con una oposición que se fue a los EEUU a buscar cobijo y pareciera ser que el sueño americano de sus ganas se le perdió en ese horizonte ahora más comprometido de aventuras que algún día serán vivencias del cine hollywoodense como una atracción de la maldad embotellada en USA.

Ganó Maduro. Ganó Diosdado. Ganó el Polo Patriótico y ¿Venezuela qué? Pero de seguro que el que más perdió fue la oposición que se fue de rumba con los ojos tapados, porque ya no cree en el pueblo de Venezuela que ensartado como está, aguanta callado, aunque, Maduro diga lo contrario.

Maduro está ufano con la gran victoria que él mismo alaba y no encuentra dónde poner al pueblo de Venezuela que según su parecer es el gran protagonista por lo que recalcó sin tapujos que, es la victoria de la paz y la estabilidad de toda Venezuela. Se dan cuenta que el presidente Maduro no tiene pelos en la lengua y que, "aún con bloqueos con fascismo y violencia ha quedado demostrado como lo piensa él mismo, la revolución bolivariana está más viva que nunca". ¿Y eso con qué se celebra?

Y lo que diga Maduro es voz de pueblo. ¿Y usted venezolano qué piensa? Acaso la palabra de Maduro es la ley.

Y como dice el dicho: "el que vive de ilusiones muere de desengaños". Aunque de alguna vaina hay que morir sin rencor ninguno. Y más nosotros los pobres que padecemos de todo.

Esteban Rojas



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