Trump en terapia ocupacional

Es de pensar que llegado el momento no es nada raro que un magnate como Trump formado "a troche y moche" en los Estados Unidos y, quizás como el presidente más criticado, disloque su tiempo tratando de enmendar tantas medidas provocativas que a él mismo, le preocupen y, a pesar que tiene consejeros hasta para lavarse la boca, le puede ser más difícil desprenderse de todos esos movimientos repentinos que lo involucra en tratar de ser un presidente audaz y sagaz sin ser prudente ni emular a otro puede con todo, aunque por lo general todo lo haga mal y, sino utiliza oscuros pretextos que pongan al mundo a que se recree en él como su más inmediato perturbador y, dadas las circunstancias, le asistimos en soltar todo lo que le pervierte en su menesterosa forma de expresarse cuando lo hace:

Distinguidos presentes: sé que les parecerá raro que mi persona que hoy se somete a esta terapia deje de lastimar momentos con la relajación que demanda mi presencia y, por más que no trate de estar por encima de todo lo que implica mi estatus de poder legítimo en particular con razón o no: suelto la ansiedad que no escapa al acompañarme en tantos ratos que me llevan a tomar decisiones que, tienen que ver con el momento que vive mi país y, sea importante o no allí estoy presto a atacar como una serpiente que debe vaciar el veneno que lleva por dentro quiera o no. Por lo que a mí me cuesta desprenderme de ese volumen de inquietudes que cada día ensanchan mi buen o mal proceder que es problema más bien de ustedes después y, a sabiendas que quien la tergiversa no sea yo sino quienes me recomiendan lo que debo hacer por su solución y, quizás no me exprese en esta mi presencia con claridad absoluta como debe ser al verme en los ojos de ustedes.

Aseguro que no es bajeza de mi parte, ni tampoco retaliación, sino por el contrario es parte de esa postura que desde años atrás y ahora como parte de mi vejez sea la rutina de mi actuación que cada día me hace más egoísta, porque egoísta siempre lo he sido y sino: no sería el presidente de esta nación como potencia mundial que abulta la mayoría de mis prejuicios que le dan consistencia a mi vida como parte de ella, por lo que pedir perdón no es parte de mi consentimiento que me parece además, sumamente desagradable, por lo que no caigo en ese proceder, porque bien está lo que bien se hace. Que me equivoque no es punto de inflexión y eso se hace sobre la marcha sin importar que el mal esté hecho y, que no haya utilidad institucional.

De consentir consciento es lo más seguro, pero tienen que convencerme y es allí donde la puerca tuerce el rabo, porque se es o no se es que, así como el socialismo no me agrada ni creo sea el bien de la humanidad pues, no lo acepto y, lucho por combatirlo cualquiera sus modalidades y como su fin es otro contra él me expreso y actúo y luchare no importa las armas a tomar, porque para mí todo se vale para otros no. O se es o no se es y, si hay que inventar situaciones por más absurdas que parezcan se inventan y sobre lo demás se verá, por lo que no pierdo mi tiempo en buscarle las tres patas al gato desmontando rivalidades.

Sobre mí mucho se dice como parte de la diatriba de mi nación que, dedicado como estoy luchando por combatir los principales problemas como lo prometí en el inicio de mi campaña electoral cuando aspiraba el poder del Estado y que actualmente llevo a cabo como presidente como es acabar con los indocumentados en los Estados Unidos sean latinos o no, eso no es problema, el problema es cómo acabar con ellos y, lo otro es la persistencia del presidente Maduro en Venezuela que al igual que la presidenta Claudia Sheinbau en México, actuales dolores de cabeza de mi gobierno y, de Petro en Colombia paso como alborotador en vagancia y, esos tres países perturban el bienestar de los Estados Unidos en la producción y diversificación de drogas como usufructo de los cárteles que son la mecha incendiaria en la provocación e incitación al consumo de sus hierbas y polvos que entran al país y matan en vida a nuestros habitantes y, a ellos condenaré mientras viva del poder, a quien utilizo como manto de salvación y complacencia sin subestimar la importancia de esos Estados, pero, yo soy yo el supremo.

Callo muchas cosas por no extender más males de los expresados, pero juro que, lucharé con razón o sin ella, porque soy invencible y el miedo no es mi enemigo, sino muchas voces que tuercen mi destino por las que me proclamo oyente sin presunción en este susodicho emocional desahogo de supervivencia.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 671 veces.



Esteban Rojas


Visite el perfil de Esteban Rojas para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:


Notas relacionadas

Revise artículos similares en la sección:
Por los Derechos Humanos contra la Impunidad