Binóculo N° 354

Asesinatos masivos…¿Y el poder popular?

Una herramienta del marxismo, la dialéctica, es un instrumento de verdadera precisión para hacer análisis. Al mismo tiempo, algo que aprendí hace muchos años, es que la casualidad no existe, sino que existen leyes causales las cuales indican porqué ocurren las cosas. Y, por otra parte, la política nos enseña que no siempre dos más dos suman cuatro.

El Tío Miguel, quien no solo era culto, sino que poseía la sabiduría campechana de la cotidianidad y la vida llevada a coñazos, era preciso en sus recomendaciones: "los hechos no son aislados -me decía- y su tarea es entrelazar unos con otros, aunque parezcan distantes y sin relación. Para ello debe aplicar el análisis sin dejar nunca la referencia histórica, que es fundamental".

El cuento viene a colación porque hace una semana fueron asesinados seis camaradas de la Corriente Revolucionaria Bolívar-Zamora, luchadores sociales que estaban desarrollando una ardua tarea en las zonas campesinas de Barinas. Eudes Yorkley Rojas, CI 17357016, Manuel J. Cordero Benítez CI 27628648, Alexi Ontiveros Mora CI 26928273, Eudes Rojas Peña, CI 2051746, Kevin Navas Rodríguez CI 23007086, Milaidy Navas González, fueron ejecutados el sábado 27 de julio a las 10:30 de la mañana en el Km 12 de la carretera de penetración agrícola de la Reserva Ticoporo del municipio Sucre del estado Barinas.

Lo ocurrido no es un hecho aislado. Y es obvio que quienes ejecutaron el hecho, eran personas con entrenamiento militar. Se sabe desde hace tiempo que, en los sectores rurales del país, vienen operando organizaciones paramilitares, peligrosamente compuesta por asesinos, ex policías, delincuentes y toda clase de sabandijas, dedicadas al abigeato, secuestros, cuatrerismo y toda clase de acciones que sean pagadas por el enemigo, es decir, por sectores contratantes de la oposición, cuyos recursos aporta el Big Brother.

Porqué comencé el artículo explicando que los hechos no son aislados, porque la semana pasada corrió por las redes un video donde unos veinte tipos, se posesionaron de unas calles de Altagracia de Orituco en el estado Guárico y dispararon al aire armas que resulta difícil entender de dónde las sacan. Había fusiles R-15, ametralladoras Ingram, HK, pistolas automáticas, escopetas de guerra y unos cuantos etcéteras. Como no conozco de estos menesteres, un amigo me explicó que debieron dispararse unas mil balas. No puedo imaginarme el terror que debió sufrir la gente del pueblo, otrora pacífico y agradable lugar que hace años conocí. Ver ese montón de hombres apoderarse del pueblo y sembrar el terror, al mejor estilo del paramilitarismo en Colombia, debe ser una experiencia aterradora. Dos días después de ese video, cayó por esa zona el FAES (Fuerza de Acciones Especiales) y en la primera búsqueda mató a nueve de ellos, y al parecer, me cuenta un amigo, ya liquidaron a los demás.

Hace ya unos dos años, finalmente el gobierno aceptó que bandas delictivas se apoderaban de la carretera hacia oriente, en las noches, ponían troncos, paraban los carros y atracaban a todo el mundo. Tenían armas automáticas y fusiles. Cuándo lo aceptó el gobierno, cuando fueron atracados dos tenientes del ejército y la dama fue brutalmente golpeada casi hasta matarla. Fue entonces cuando se tomaron acciones y un comando especial penetró las intricadas zonas de Barlovento, encontrando escondidas dos barriadas, al puro estilo de los cumbes, rochelas y cimarroneras, donde habitaban delincuentes con edades de entre 12 y 25 años. Algunos fueron muertos, otros detenidos y otros escaparon, pero la destrucción de los caseríos, no acabó con los atracos en las carreteras orientales, sobretodo en horas de la noche. Viajar por Venezuela hoy día, después de la seis de la tarde, se convirtió en un suicidio, o una estupidez.

Aquí mismo en Carabobo, en predios de la primera comuna del país, la Negro Primero, en donde se llegó a criar hasta ganado, el abandono del Estado y la incapacidad para defenderse por falta de recursos, ha llevado a esa gran comunidad a niveles casi de extinción, azotados por los paramilitares y la delincuencia común. Es muy dolorosa, para quienes la conocimos, la pérdida de una experiencia tan extraordinaria.

No es nueva la existencia de grupos paramilitares en todo el país. Y como la causalidad no existe, en los últimos dos años, se han proliferado de manera preocupante, y sin duda, estimulados por enemigos del gobierno que pretenden sembrar el caos, o hacer ver que existe una anomia en el país. Lo cierto es que el gobierno ha reaccionado muy tardíamente a hechos terriblemente violentos que afectan directamente a la población, y más precisamente a luchadores sociales y dirigentes revolucionarios. El asesinato de esos seis camaradas, no es el primero. Desde Chávez se vienen produciendo asesinatos de ese tipo. En la zona del Sur del Lago se planificó una matanza, que ha perdurado hasta hoy, incluyendo una de los más importantes líderes sociales , el asesinato en marzo del 2013 del yukpa Sabino Romero, caso que aún se encuentra en la oscuridad, porque increíblemente no hay culpables, con un CICPC que cuando quiere encontrar a alguien lo encuentra de inmediato. Su esposa, Lucía Martínez, también fue herida en ese atentado.

Si el gobierno espera que amainen los asesinatos contra luchadores populares y dirigentes revolucionarios, se equivoca. Más bien aumentarán. Y si espera que no aparezcan enfermos mentales como los de Altagracia de Orituco, apropiándose de pueblos y disparando al aire para aterrorizar, también se equivoca. Mucho menos si es un plan orquestado, que lo es. Paramilitares y asesinos están proliferando peligrosamente y la gente no tiene cómo defenderse, tomando en cuenta que los cuerpos policiales no solo no defienden, sino que están profundamente corrompidos, por lo que el ciudadano les importa bastante poco.

Peligroso coctel el que comienza a masificarse en el país. La razón principal es que el gobierno y sus líderes no creen en el poder popular y lo han castrado a lo largo del proceso. También Hugo, a pesar de amarlo tanto, le tenía miedo al pueblo y su capacidad de reaccionar. Pero está claro que en este complejísimo proceso histórico que está viviendo el país, esos son errores que se pagarán caros. Siempre quiero equivocarme cuando hago estas afirmaciones.

Caminito de hormigas…

La actualización del carnet de la patria, ha sido un desastre total. La razón fundamental es que los dirigentes de las comunidades tienen un grosero complejo de caporales y no de orientadores.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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