Las encuestas y el desespero opositor

Los grupos opositores llevan doce años repitiendo un guion desgastado e irracional donde combinan planes desestabilizadores, odios, racismo, discriminación social y usos de temas reiterativos como guerrilla y narcotráfico. De ahí en este año electoral 2012, no depara sorpresa, solo que esta vez añaden una acentuación mucho mas agresiva al ya habitual comportamiento virulento en contra del movimiento revolucionario porque los resultados de las encuestas los colocan en el puesto perdedor ante la fuerza arrolladora del candidato Chávez.

En la llamada Guerra Epistolar comenzaron con carticas de algunos intelectuales que descubrían y cantaban loas destempladas al Majunche y gris candidato de los ricos. De ahí pasaron a la Epístola del Obispo de Carora para seguir con la carta del General Peñaloza, extraídas del manual de la perfecta secretaria, serie Marabut, Capítulo V, que se refiere a como redactar una carta para un funcionario público, para una personalidad reconocida, un religioso,etc. (Táchese la mención que no corresponda) hasta desbarrancarse en unos consejitos vacuos con el titulo olorosamente histéricos de lárgate ya¡.

Todo esto complementado y entrelazado por la línea oscura del terrorismo derechista que ya conoce muertes aparentemente accidentales, sutiles sabotajes en los servicios públicos mas sensibles, runrunes acerca de la desaparición de Chávez donde apelan a las manoseadas técnicas del rumor con apoyo de supuestos galenos o funcionarios allegados al Primer Magistrado que se explayan en detalles seudo científicos que a fin de cuenta resultan puras charlatanerías. Como todas las cosas de los disociados.

En los últimos días que revisten un carácter histórico por la promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo, un anhelo de la clase trabajadora hecho realidad por el Gobierno Revolucionario que encabeza el Comandante Presidente Hugo ChávezFrías, la demencia opositora se dedico mediáticamente a convencernos a los venezolanos y venezolanas que todos somos patronos capitalistas y que las ventajas que otorga la presente Ley marco a las madres trabajadoras, su derecho al reposo, la reducción de la jornada laboral, la eliminación de la tercerización y la restitución de la retroactividad de las prestaciones sociales(Beneficio perdido por la clase trabajadora en el gobierno cuarto republicano de Caldera II), entre otras valiosas reivindicaciones por la que nuestro pueblo ha luchado durante décadas. Los perjudican. Semejante desatino se les devolvió como un bumerang. Han quedado expuestos al ridículo.

Son ciegos y torpes. Se niegan de manera rotunda a reconocer el alto nivel de análisis y conciencia social transformadora de nuestros compatriotas.

Esta realidad los desquicia, los desenmascara como lo que son. Cavernarios. Siempre por las sendas de las conspiraciones ya que no tienen asidero ni respaldo por la vía democrática, auténticamente democrática y popular. Eso los desespera.

Ahora asoman una escalada de descredito para todas las instituciones publicas y privadas que guarden relación con el proceso electoral. En la mira y por orden de aparición están el CNE, las empresas encuestadoras, la Fuerza Armada Bolivariana y la dirigencia bolivariana. Los tópicos que se desprenden de estos temas son las capta huellas, El SAIME, el cuestionamiento técnico, la invocación de voceros internacionales de derechos humanos, el presunto fraude electoral, que les serviría para pedir la presencia de organismos internacionales, una suerte de cascos azules electorales y otras lindezas. Recordemos que el Majunche aun no ha dicho si reconocerá el resultado del 7 de octubre.

Son arrogantes y como se saben perdidos en el campo de las preferencias electorales sacan su lado Gorila y Fascista, que aprendieron en la secta de dudosa moralidad como lo es Patria, Familia y Propiedad donde niegan todo principio de legalidad, de vida democrática y de sentido de patria.

Así son los fascistas que pululan en nuestro país, niegan la soberanía y niegan los padres libertadores, son la mejor expresión de lo que llamaba el escritor Adriano González León, Habitantes de un País Portátil. Apátridas, pues.


lucartjesus@yahoo.es


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Héctor Agüero


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