Revolución del Periodismo

El periodismo; una profesión cuya actitud académica de sus asociados extrañamente no se ha investigado en profundidad dado que quienes tendrían la tarea de hacerlo no quieren o no pueden asumir el trabajo pues sus definiciones y posibles efectos estarían reñidos con lo que tanto pregonan la "libertad de expresión".

El periodismo y los periodistas públicos y privados han sido limitados a recoger y elaborar informaciones para ser publicadas a través de los medios en Radio, TV, Impresos y otros cuya infraestructura y bienes mayoritariamente pertenecen al sector privado (capitalista) y al público (estado); tales informaciones están supeditadas a decisiones de los patrones o propietarios de dichos medios, lo que limita el fiel cumplimiento de los periodistas para cumplir con los postulados académicos de la profesión.

Mucho se habla en el globo terráqueo sobre la "libertad de expresión", pero son precisamente los propietarios de los medios quienes más la pregonan y son justamente quienes no la permiten, ejercen el poder de ser dueños para emplear periodistas y manejarlos con otros fines distintos al de informar cercenando a sus empleados periodistas la libertad de informar y expresarse libremente, los dueños de medios se sienten con derecho a escoger a quien o quienes pueden emitir opinión en sus medios indistintamente que sean o no periodistas, lo cual igualmente cercena la libertad de opinión.

En Venezuela esta situación ejercida por los propietarios de medios sobre sus empleados periodistas se le conoce como "Bozal de arepa" ya que estos no pueden ni quieren disentir de su jefe o patrón por temor a perder su empleo ya que este por distintas razones se encuentra polarizado y como consecuencia perder el empleo en uno de los polos significaría la calificación de traidor al medio para el cual ejerce y la gran dificultad de ser empleado por el polo antagonista, esta situación para un profesional es muy grave en el desarrollo de su vida común; es tan grave que vemos como hombres y mujeres periodistas a quien conocemos como personas respetables, que aman su profesión son inducidas a mentir, tergiversar y a descontextualizar informaciones, a ser sesgados en la noticia para favorecer a un determinado sector; los dueños de los medios y sus jefes solo requieren del "desvirgue deontológico" del profesional para asegurarse su lealtad a partir de ese momento.

Es un problema, ¡claro!, que es un grave problema, pero, ¿Qué hacer?, veamos: indudablemente nuestra Constitución prevé el libre ejercicio de la propiedad privada valido también para las empresas y medios de comunicación, con fines de lucro, aunque en este caso los fines son otros más allá de la libre empresa, eso lo sabemos, pero ese es otro tema, lo que nos atañe en este momento es como ayudar a Liberar a los Periodistas y profesionales comunicadores de la tiranía y la explotación ejercida por los dueños o propietarios de los medios, como hacer a nivel global una verdadera Revolución Periodística, como salvar a la humanidad de la injerencia de los propietarios y jefes de los medios ante la opinión pública mundial que hoy por hoy son quizá los mayores culpables y cómplices de las desgracias de esta tierra.

Hemos visto algunos líderes del mundo levantar su voz para denunciar el flagelo ante organizaciones globales sin que nadie se haga eco, pero me parece que esa no es la vía, propongo que se legisle en torno a esta materia en la ANC de Venezuela en primera instancia, si lo logramos seguramente muchos países seguirán el ejemplo porque es una gran necesidad.

Propongo que se puedan mantener las empresas privadas o públicas como tal, dueñas o propietarias de sus infraestructuras eso no es ningún problema, con fines de lucro, pero los espacios para contenidos informativos de esos medios deben ser asignados a profesionales de la comunicación quienes deben ser sus directamente responsables ante las autoridades competentes y ante la opinión pública; esto debe ser mediante la distribución de una Torta de veinticuatro horas (para los que lo ameriten) con la asignación del espectro radioeléctrico nacional en el caso de radio, tv y otros y la división de las páginas de diarios, revistas, etc., entre profesionales periodistas expertos en cada una de las materias; una vez que el espacio sea asignado por el método que fuere, las responsabilidades del profesional para con el propietario del medio serán únicamente las estipuladas en los cánones de arrendamiento y en el tiempo para tal fin.

La permisología para ejercer la comunicación social y el uso del espectro radio eléctrico en medios audiovisuales, impresos y otros debe ser tramitada por los profesionales periodistas y comunicadores.



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Gonzalo Ochoa Díaz


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