Frei Betto y las reiteradas "equivocaciones" de la izquierda latinoamericana

Acabo de leer un artículo que me impulsó a volver nuevamente sobre un tema que tendremos que abordar en los próximos años en Venezuela: el fracaso de la izquierda latinoamericana que se evidencia en su incapacidad de derrotar los nuevos planes golpistas de corte parlamentario y sus reiterados reveses electorales. Hablo de la izquierda latinoamericana por comodidad comunicacional, entiendo que detrás de esa etiqueta hay muchas diferencias, pero ese no es tema de hoy.

El artículo –"Brasil: nos equivocamos"-- al que me refería es del teólogo brasilero Frei Betto, figura destacada de la izquierda de ese país y referencia obligada en el contexto latinoamericano. Es bueno entender que este pensador no puede ser descalificado porque no se trata de un "salta talanqueras" (traidor) como se dice en nuestro país, es un hombre de cuya trayectoria al lado de los desposeídos del gigante de Suramérica no puede producir duda alguna, a menos que se utilice el "arma mellada" de la descalificación como forma de responder argumentos serios.

Betto estuvo en la cárcel por enfrentar la fase más oscurantista de la oligarquía de su país: la dictadura militar, allí tenemos un texto que detalla esas circunstancias, "Bautismo de sangre", que hasta versión cinematográfica tuvo. Se vinculó al PT y Lula porque coincidieron en las favelas de Sao Paulo en la época en que este partido había emprendido su camino al poder. Cónsono con su trayectoria política y forma de vida (habitaba en una fabela en forma permanente), acompañó a Lula como Presidente de la República en la función de coordinador de Movilización Social del Programa Hambre Cero. Sin embargo, la experiencia no fue muy exitosa y el propio Betto explica por qué se alejó del gobierno:

Lula me invitó a trabajar con los más pobres de los pobres, los hambrientos (es decir, con cerca de 45 millones de personas). [...] Pero después de dos años hubo un cambio en el programa: lo que era un programa emancipatorio, con el tiempo se fue transformando en un programa electoralista. [...] Con el tiempo se descubrió que conviene mantener a las familias en la dependencia permanente del gobierno porque esto resulta en más votos en las elecciones. Esa descaracterización de un programa emancipatorio hacia un programa asistencialista, me hizo dejar el gobierno.

Nuestro pensador insiste en temas de políticas públicas que tal vez no sean del agrado de muchos chavistas oficialistas en Venezuela. ¿Cuáles son los argumentos de Frei Betto? Señala que los 13 años de gobiernos del PT "fueron los mejores de nuestra historia republicana". Indica que 45 millones de ciudadanos dejaron atrás la pobreza mediante programas que le permitieron sueldos básicos dignos, acceso a viviendas de bajo costo, salud pública y cupos universitarios. Pero, con avances sociales y todo, admite que la izquierda gobernante se equivocó:

El golpe fue posible también debido a nuestros errores. En 13 años no promovimos la alfabetización política de la población. No tratamos de organizar las bases populares. No valoramos los medios de comunicación que apoyaban al gobierno ni tuvimos iniciativas eficaces para democratizar los medios. No adoptamos una política económica orientada hacia el mercado interno. (…) En los momentos de dificultad llamamos a los incendiarios para apagar el fuego o sea a los economistas neoliberales, que piensan con la cabeza de los pudientes. No realizamos ninguna reforma estructural, como la agraria, la fiscal y la previsional. Ahora somos víctimas de la omisión en cuanto a la reforma política.

Imposible ser más claro. Sé que a los lectores venezolanos les suena familiar la "lista Betto" de equivocaciones sostenidas, claro, en el país adquiere otros contornos que está conduciendo a resultados impredecibles. No entiendo porque se siguen promoviendo políticas públicas que atizan el brasero de los fracasos: no se adelanta la simplificación cambiaria, los recursos para el subsidio directo a los más pobres no llegan porque en el país ningún poderoso paga impuestos como lo hacen en reinos del neoliberalismo como en Colombia, subsidios irracionales a servicios públicos que los conducen a colapsos indeseables, inflación galopante porque el BCV juega en el mismo equipo de Maduro: cubrir déficit fiscal con "bolívares de hielo", falta de respuestas contundentes a la corrupción y… paremos de contar.

No deseo que estas palabras abonen al molino de la desesperanza y el pesimismo, pero es imposible salir de la crisis repitiendo las mismas acciones que evidencian que no resuelven nada. La vida y la política no perdona, los que encumbraron electoralente a Chávez (los sectores populares de las principales ciudades) hace rato nos vienen advirtiendo la paciencia por mejoras tiene un límite. Como en Brasil, el gobierno prefiere la alianza leonina con los pudientes que atender las necesidades colectivas (léase Los 15 motores y el Arco Minero del Orinoco). Deseo terminar con una frase alentadora de Frei Betto: "Llegó pues la factura de los errores cometidos. Y en las calles del país la reacción al golpe no tuvo fuerza para evitarlo. Pero dejemos el pesimismo para días mejores. Es la hora de hacer autocrítica en la práctica y de reorganizar la esperanza." Así será.



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Nelson Suárez

Docente/Investigador Independiente (Literaratura, Ciencia, Tecnología y Sociedad)

 suarez.nelson2@gmail.com

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