Binóculo 491

Un país en declive

Pese a las promesas de Nicolas en diciembre de 2021, la situación fue de mal en peor para los ciudadanos que pueblan este maltrecho país en el 2022. Entre otras razones porque el gobierno debió tomar una serie de medidas que prometió tomar, pero no lo hizo. Y, eso, aunado a otras variables, terminó complicando la situación. Y a pesar de que la CEPAL asegura que habrá crecimiento económico, en realidad no existe ningún elemento que indique que esa será una constante.

Lo real es que, por años, desde que, a la muerte de Chávez en el 2013, nos comimos las únicas reservas alimentarias que por primera y única vez tuvo el país a instancias del propio Hugo, por lo que Nicolás debió salir corriendo a Argentina a pedir comida, cuando era presidenta, afortunadamente, Cristina Fernández, el país no ha dado pie con bola. Es decir, vamos a cumplir diez años con una crisis que pareciera ser sistémica y que además no tiene final, mucho menos con la amenaza en puertas de un enfrentamiento bélico mundial, en el que inevitablemente Venezuela entrará de forma indirecta, pues todos los países en conflicto, vendrán por el petróleo, el gas y sus derivados. Y de estallar -y todo parece que así será- no tengo dudas de que veremos tropas extranjeras recorriendo territorio venezolano.

Hacía tiempo que no recordaba al Tío Miguel, pero él tenía unas disertaciones tan interesantes que hoy casualmente lo tengo presente, pues alguna vez me dijo: "si el país no se prepara, aunque sea un mínimo de auto sustentación tecnológica, y fundamentalmente en el desarrollo de la industria petroquímica y la producción de alimentos, en un conflicto mundial, se vería en graves problemas. Los venezolanos van a morir por cientos". Le refuté aquella aseveración porque si bien tenía razón en cuanto a la dependencia del país, no se veía, pero ni de cerca, un posible conflicto que tuviera visos de mundial. Parece que tenía razón el tío. El país es hoy, más vulnerable que 20 años atrás.

Por supuesto, esto no se puede conversar con fanáticos de la política, y mucho menos con contrarrevolucionarios que están enchufados en el gobierno, que con toda seguridad pasa del 50%, porque ni saben de política, ni tienen argumentos. Los que razonan y alguna vez estuvieron comprometidos con el proceso, aseguran que uno está equivocado, y los enchufados, apelan al más vil y mediocre de los argumentos, acusando a cualquiera de contrarrevolucionario y agente de la CIA.

Pero en realidad es un debate que debería darse en profundidad, no solo para entender la situación nacional e internacional, sino para tratar de entender qué cosas se podrían hacer y buscar caminos por dónde seguir, a fin de sacar al país del atolladero.

Ya sabemos que no sirvieron ninguna de las políticas económicas que se aplicaron, y que no se rescataron ninguna de las propuestas anteriores. Por lo que el país anda en una especie de laisses fair, sin que nadie sepa exactamente qué hacer. Debieron preguntarle a Lenin, pero con toda seguridad en el alto gobierno nadie quiere oír de teóricos de izquierda. Bueno, no oyeron cuando Hugo, mucho menos ahora.

Lo cierto es que, a decir verdad, el país no está preparado para ningún conflicto puertas adentro, mucho menos uno que estalle puertas afuera y la chispotee. Si en algún momento fuimos dependientes, alimentariamente hablando, para solo mencionar un problema, en un 75%, ahora la dependencia se ubicó en 90%, algunos dicen que 95%. Vale decir, todo se importa en el país, no solo la gasolina, en una nación que tiene las mayores reservas del mundo.

Según la economía, a menos que hayan cambiado las teorías, el crecimiento de un país se mide por su PIB. Y el PIB no es otra cosa que la dinámica comercial, productiva y financiera de un país, incluyendo el área de la construcción que es vital. Es decir, una actividad industrial que prenda los motores de la industria, una dinámica comercial que abarque todos los rubros y las necesidades de la sociedad, y un sistema financiero que sea una especie de puente entre estas estructuras. Yo solo veo una industria muerta, o funcionando a un 10% de su capacidad, un sistema comercial basado en las importaciones de productos que solo consume un 10% de la población, y un sistema financiero que absorbe todos los dólares que vende el Banco Central de Venezuela (BCV) y luego conspira para aumentarlo. Ah, y una actividad que yo llamo las tres C (casino, caballos y curda) que moviliza toneladas de dinero, pero un dinero que nunca llega a los más necesitados, sino que se escapa por las transacciones financieras internacionales.

Cuando uno camina por la calle, escucha en la queja de la gente, además de las maldiciones al gobierno, evocar lo felices que eran las navidades. "Siempre había, aunque sea para hacer 20 hallaquitas y un pedazo de pernil. Por más jodido que uno estuviera. Podías comprar los estrenos de los muchachos y el Niño Jesús, sin que faltara la curda y en mi casa se hacía hasta ponche crema. Pero cómo vas a hacer hallacas cuando un kilo de carne cuesta 103 bolívares, un kilo de hojas a 10 bolívares y un kilo de pollo a 100. Sin contar lo demás". Y cuando se le argumenta que no olviden el bloqueo del que ha sido víctima el país, la reacción es inmediata, "no joda, hasta cuándo ese g… Porque desde que hay bloqueo y el gobierno no ha podido inventar alguna vaina para detenerlo. Entonces es el gobierno el que tiene que renunciar. Si en cinco años de bloqueo no ha hecho un carajo, entonces qué carajo hace. Mira la gasolina, desde cuándo está ese peo y no resuelven nada. Mi marido se tira tres días de cola para echar 30 litros que no duran nada. No señor, esto está mal, muy mal. Se lo dice una chavista de corazón y de alma. Con mi voto no cuenten".

Estoy seguro de que ninguno de los funcionarios del alto gobierno, salen a la calle a ver de qué tamaño es la crisis. De lo contrario, ya se estarían tomando medidas para enfrentar lo que a todas luces se ve como una nación en declive. Dicho de otra forma, involucionando. Y a este ritmo, en el 2023 entraremos en la fase prehistórica.

Caminito de hormigas…

La comunidad Bucaral Sur que abarca a 440 familias, espera desesperadamente el gas. "La UBCH nos obligó a pagar el 21 de septiembre, pero ellos pagaron al llenadero el 14 de octubre. Ahora estamos en una cola de comunidades y en el llenadero nos dicen que no tendremos gas hasta enero. Pedimos al gobernador que interceda por nosotros, porque no es posible que, en plenas navidades, no nos vayan a despachar el gas", explicó el dirigente vecinal Orangel González.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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