A un siglo del reventón del pozo Los Barrosos 2: un recuerdo vigente del potencial petrolero de Venezuela

Es 1922 cuando la supremacía petrolera de Venezuela quedaría en evidencia. Para diciembre de ese año, circularon por el mundo fotografías de extranjeros de punta en blanco posando frente a un enorme chorro oscuro que emergía del subsuelo.

Para el 14 de diciembre, aproximadamente a las 4:30 am se registraría el reventón del pozo petrolero R 4, ubicado en el municipio Cabimas del estado Zulia. Lo ocurrido en el mejor conocido como "Los Barrosos 2", propició que muchas miradas ávidas de trasnacionales y empresas del sector petrolero se apostaran sobre el país agrario, donde el aroma a café y el tufo a bosta se esparcían por sus tierras camuflando el olor a petróleo que yacía bajo el subsuelo.

Aunque ya sobre Venezuela se encontraban las empresas petroleras internacionales, la entrada de aquellas de talla mundial, se

Fig. 1. Extranjeros posan frente a la columna de petróleo proveniente del reventón del pozo Los Barrosos 2. Fuente: Fotografía atribuida a Kurt Nagel von Jess.

origina gracias al informe geológico preliminar que Ralph Arnold y su equipo de geólogos realizaron para 1912. Donde indicaba favorablemente las posibilidades de prospección petrolera en el país, luego de haber desarrollado los programas exploratorios en tierras venezolanas a partir de octubre de 1911. Comenzarían a entrar las trasnacionales con empresas subsidiarias o directamente mediante concesionarias nacionales creadas por los allegados al dictador Juan Vicente Gómez, cuyos permisos posteriormente traspasaron. De esta manera favorecerían a la segunda ola colonialista, que, sin calaveras ni armaduras, muchos menos espadas, comenzaron el proceso de invasión, dominación y expansión de los trust petroleros, que con su capital intelectual y económico extraerían nuestras riquezas y acumularían gigantescas ganancias corporativas e individuales.

Estos cuantiosos lucros, serían gracias a la eficiencia energética del petróleo y la necesidad de satisfacer las demandas del combustible que comenzaba a tener auge después de la Primera Guerra Mundial, llevó a que los países más pudientes utilizando sus empresas petroleras, establecieran estrategias para el control y dominio de estos recursos. Venezuela con vastas acumulaciones hidrocarburíferas, pero con un sistema político dictatorial, militares con deseos de perpetuarse al poder se escudaron en el capital económico de las empresas petroleras imperiales, quienes conociendo el negocio sacaron provecho y explotaron irracionalmente los hidrocarburos venezolanos hasta la nacionalización de la industria petrolera nacional.

Sin embargo, aunque el éxito en la explotación no llegó de inmediato con las primeras concesiones, fue en 1913 y 1914 donde se atinaría con los pozos Bababui 1 y Zumaque I respectivamente, posteriormente la exploración petrolera se retrasó durante los años de la Gran Guerra (1914-1918), motivado a las dificultades para adquirir y transportar los equipos para la exploración y producción a Venezuela. No obstante, fueron descubiertos grandes yacimientos, comenzaba a nacer la industria venezolana y con ella el desarrollo de los campos petroleros, muchos de ellos activos en la actualidad, sobre todo aquellos ubicados en la Cuenca del Lago de Maracaibo. El inicio de la industria petrolera en el Zulia, está asociado al grupo anglo holandés Royal Dutch Shell, pero al terminar la guerra, Gómez favoreció la entrada de empresas petroleras de los Estados Unidos, a fin de crear equilibrio y, en su política internacional, indicó que las "puertas del país estaban abiertas al poderoso vecino del Norte". En la década de los años veinte, la Standard Oil Co. (New Jersey) se instaló en el país junto con la Gulf Oil Corp., ambas junto a la Shell dominarían el 99% de la explotación petrolera del país para 1935.

En este orden de ideas, nuestra historia petrolera abarca diferentes estados del país, debe referir al pozo Eureka de 1884 en los Andes (Táchira), al Bababui 1 de 1913 al Oriente (Sucre), el MG-1 de 1914 en el Occidente, específicamente en el Zulia (al cual dediqué un escrito llamado los 108 años del Zumaque I y su sabia negra), sería Los Barrosos 2, el que marca el comienzo de la explotación petrolera a gran escala, y a partir de este llegarían las compañías americanas a propiciar el auge de la industria petrolera nacional. El popular reventón de este pozo, es a mi juicio la referencia histórica petrolera que cambiaría el devenir de Venezuela en el siglo que ha transcurrido, siendo el petróleo parte de la identidad nacional del pueblo venezolano contemporáneo.

Muchas referencias se encuentran escritas y plasmadas, relatando lo descrito por los testigos presenciales y descendientes de aquellos que vivieron lo que ocurrió aquella madrugada de 1922, por tanto, intentaré establecer una cronología sucinta de la génesis, ruina y renacimiento simbólico del pozo Los Barrosos 2.

Comienzo por referir la concesión Aranguren otorgada por gobierno de Cipriano Castro a Antonio Aranguren el 28 de febrero de 1907. Esta importante licencia incluía 1.000.000 hectáreas para desarrollar durante 50 años yacimientos de petróleo y asfalto en los distritos Maracaibo y Bolívar del estado Zulia. Para la fecha, Cabimas era un municipio del Distrito Bolívar, terrenos donde más tarde serían descubiertos los principales campos petroleros del Zulia, entre ellos donde se perforó el pozo.

Para 1910 Aranguren viaja a Londres a buscar inversionistas británicos, y en 1913 constituye la empresa Venezuelan Oil Concessions Ltd. (V.O.C), siendo en esta un importante accionista. La coloquial y comúnmente llamada V.O.C., adquirida por la Royal Dutch-Shell a principios de 1915, comenzaría sus trabajos exploratorios en La Rosa, Cabimas, La Concepción y La Paz, todos con buenos resultados. De acuerdo con José Luis Barboza editor del trabajo Petróleo y Clase Obrera (2016), "en la sabana de Los Barrosos, donde hoy están clavados los barrios de Corito, llamado así por haber sido poblados por gente oriunda del estado Falcón que venía en busca de trabajo y la necesidad les obligó a fabricar sus ranchos, fue donde empezaron las perforaciones’’. Allí fue perforado para 1916 su primer pozo R 1 también conocido como Santa Bárbara I, este no tendría éxito en el descubrimiento del campo petrolero La Rosa que yace bajo la Cabimas que conocemos hoy en día. Posteriormente se perforaría el Santa Bárbara II, que, si encontró el petróleo, siendo este pozo el descubridor del campo La Rosa en 1917, el resultado fue considerado decepcionante; luego se perforó varios kilómetros más al norte el pozo Los Barrosos I el cual había resultados seco.

La cronología de la construcción de los pozos no ha de ser continua, porque Franco D´Orazio en su ensayo sobre el Primer Centenario de la Prospección Petrolera en Venezuela (2014), menciona: "la perforación del icónico pozo Los Barroso II , comenzó en el año 1916 sobre la localización R-4, en el bloque geográfico K-2 con una cabria a percusión, observándose algunas dificultades mecánicas tanto en el pozo en sí –que presentó varias arremetidas– como en su taladro de perforación, lo que obligaría a suspenderlo hasta 1918… dados los problemas de suministro de materiales ocasionados por la Primera Guerra Mundial. Una vez reiniciado, en junio de 1922, el pozo se perforó hasta la profundidad final estimada en 472 metros (unos 1.550 pies), completándose el 14 de julio de ese mismo año’’.

Por su parte, Jesús Prieto Soto menciona que "el pozo Los Barrosos 2 comenzó a hacer perforado el 3 de agosto de 1918, con cable y percusión. El día 31 del mismo mes de agosto, se suspendió la perforación. Tres años después, o sea, a partir del 25 de septiembre de 1921, se armó otra cabria y reanudó la perforación, luego de hacerse el revestimiento de la tubería y limpieza, los trabajos cesaron nuevamente. En un tercer intento de perforación del pozo Los Barrosos 2, los trabajos se reactivan el 27 de julio de 1922. Habiéndose presentado contratiempos tales como: derrumbes de las paredes del pozo, la tubería de revestimiento se pegó varias veces, el cable de perforación se rompió y fue necesario pescar la mecha. Y el 20 de noviembre de 1922, a una profundidad entre los 1.235 y 1.262 pies, se encontró gas y se hizo contacto con arenas petrolíferas. Cuando se había alcanzado una profundidad de 1.500 pies, unos 457 metros, brotó compulsivamente el chorro de petróleo el día 14 de diciembre de 1922."

De igual manera, D´Orazio describe: "el célebre pozo de la R-4 se profundizó en varias oportunidades, hasta alcanzar los 693 metros en el año 1947; abandonándose mecánica y oficialmente en octubre de 1970, después de presentar severos problemas mecánicos. Se le contabilizó una producción acumulada formal de 494 mil barriles, aparte del millón estimado que se derramó durante los días que perduró su histórica erupción, cifra aún formidable hoy día…tratándose de un pozo de crudo pesado."

En esta época, para la perforación de pozos se construían en las locaciones seleccionadas cabrias de madera y usaban taladros de percusión; siendo vulnerables a

numerosas dificultades operacionales, por eso eran muy frecuentes los accidentes operacionales conocidos en la jerga petrolera como reventones tal como ocurrió en el Zumaque I. En estas operaciones cuando la barra de perforación alcanzaba el yacimiento contenedor de los hidrocarburos, era complejo controlar la presión original contenida en este, lo que desataba una brusca arremetida (salida incontrolada de fluidos, rocas y arenas del subsuelo). De acuerdo con historiadores y cronistas el reventón del pozo Los Barrosos 2, alcanzó una altura de 40 metros arrojando de manera incontrolada a superficie unos 100.000 barriles por día.

Esta estampida petrolera fue una noticia mundial, tanto así que Edwin Lieuwen en su libro Petroleum in Venezuela:

A History (1955) indica, que el periódico The New York Times lo reseñaría como "the most productive in the world".

Fig. 2. Columna de petróleo proveniente del reventón del pozo Los Barrosos 2.

Fuente: Fotografía atribuida a Kurt Nagel von Jess.

Así mismo, reseña Prieto Soto que "Testigos presenciales afirmaban que el chorro de petróleo era de unas 12,5 pulgadas y sobrepasa unos 30 metros sobre la cabría." Tal altura, llevó a que pobladores circunvecinos al sitio, pudieran ver a la distancia la columna negra que expelía el petróleo en forma de lluvia.

Cualquiera que sea la cronología de la perforación del pozo R-4, fue una hazaña heroica realizada por aquellos venezolanos, merecedores de honrar sus memorias, al ser de los trabajadores petroleros pioneros del país, que empegostados de crudo, sumarían voluntades para labrar el desarrollo de Venezuela en los años venideros. El mismo autor refiera: "El cabimero Andrés Ochoa nos refería que en la parte obrera que trabajó alrededor de Los Barrosos 2, recordaba a Erasmo Sánchez, Luis y Rafael Freites, Miguel Acurero, José María Ocando, Albonio Suárez, Carlos Díaz y Andrés Quiroz en lo concerniente al taladro, y en tareas generales estaban Miguel y Luciano Ochoa, Eduardo Guerrero, Daniel Perozo Lizardo, José Antonio Villegas, Angelito Borjas, Juan Dall Orso hijo, Pedro González, Pedro Díaz, Rubén Borjas y Miguel Cardozo. Y según Alcibíades Colina, los integrantes de la cuadrilla de perforación al producirse el reventón, eran Samuel Smith, Germán Escaray, Rubén Clavel, Garciano Rodríguez, Erasmo Sánchez, Andrés Borjas, Carlos Díaz, y el propio Alcibíades Colina."

Por su parte, Manuel Bermúdez Romero en su relato de "Testigo del chorro" (2006), presenta entrevista que le hiciera al testigo ocular Samuel Smith, curazoleño integrante de la cuadrilla de perforación que siendo traductor mantenía la interrelación entre los obreros y personal extranjero entre los que había: norteamericanos, holandeses y trinitarios. Los relatos registran que, debido a la incesante erupción petrolera de aquel 14 de diciembre cuyas noches pasaban y no cesaba, lugareños hicieron presencia al noveno día en las adyacencias del evento, algunos vasallos y devotos junto con la imagen de San Benito, piden a los encargados del pozo que les permitan bailar al santo negro dentro del área en donde el petróleo emerge. En principio el permiso fue negado argumentando el inminente peligro que representaba el estar en ese sitio, sin embargo, ante la insistencia, les fue permitido entrar a los alrededores del pozo a riesgo propio. Al entrar, los chimbangles comenzaron a tocar los tambores, al cabo de un rato cesó el sonido, todas las personas presumieron que estos se habían ahogado en el petróleo, pero al llegar al sitio todas las personas escucharon el resurgir de los tambores y sus vasallos; y sorpresivamente del pozo ya no emanaba más la sustancia.

De tal manera, los pobladores le atribuyen a San Benito, el hecho que del pozo haya dejado de fluir el líquido que durante nueve días no había parado. Esta historia es contada y relatada por la comunidad, incluyendo desde los más ancianos hasta los jóvenes, identificándose así una de las tantas razones por las cuales en la zona históricamente se venera a San Benito. Conforme al análisis técnico, he de suponer que el agujero del pozo colapsó, el derrumbe de las arenas no consolidadas taponó el hoyo de donde brotaba con presión los hidrocarburos del conocido yacimiento Post Eoceno, crudo cuya gravedad API promedio es de 22,3 según se plasma en el Libro de Reservas de la Nación.

En el relato "Testigo del chorro", su autor reseña que, de acuerdo a las crónicas periodísticas, "una vez que el pozo dejó de fluir, se procedió a la contratación de unos 3 mil hombres para que levantaran un muro que limitase el derrame". Contó el Sr. Smith que "Felipe Scott, primer Jefe de Labor que tuvo la compañía, mandó a buscar a Carora y los Andes a todos esos hombres. Allí fue cuando llegó todo el golpe de gente caroreña y andina. En Maracaibo, donde Julio Añez y en la Casa París, se compraron picos y palas para hacer un muro de tierra …. con el levantamiento del muro se buscaba evitar que el petróleo llegara hasta el lago."

De acuerdo con el Sr. Smith, "Eran aproximadamente 900 mil barriles de petróleo, calculados por un geólogo de nombre Floyd Merrit. El petróleo cubría aproximadamente un área de 300 hectáreas desde donde, a través de un oleoducto provisional, se le transportó hasta la planchada montada en La Rosa. El petróleo se transportó en monitores hasta Curazao. Durante seis meses se estuvo sacando petróleo."

A partir de este momento, la Costa Oriental del Lago dejaría de ser una región meramente zuliana, llegarían pobladores de toda Venezuela, una mezcla de grupos étnicos originó un intercambio cultural, cuyos cambios influyeron en el dialecto, en sus costumbres sociales, folclóricas y religiosas. Aunado a esto, emigraron al estado Zulia números extranjeros cultos en el tema petrolero, que impondrían sus conocimientos y costumbres. Surgieron nuevas relaciones sociales y valores culturales, con múltiples lenguajes y acentos, Cabimas, aquel pueblito con nombre de árbol, acostumbrados a vivir de la pesca y de vender madera crecería. De acuerdo a Lieuwen "la municipalidad de Cabimas, en la que estaba situado el campo de La Rosa, aumentó más de diez veces su población (de 1.940 en 1920 a 21.753 en 1936)".

Como lo describe Manuel Bermúdez Romero, "Cabimas era una aldea con olor a pescado fresco. Los cocoteros enmarcaban su espacio desde la Vereda hasta La Misión, pasando por Ambrosio.

Cubríanse las distancias a pie y el transporte terrestre se realizaba a lomo de burro". Estos paisajes que refiere Bermúdez cambiarían lo silvestre de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo con palmeras, mangles, canoas y pescadores a campos petroleros con balancines, grandes barcazas adentradas en el estuario marabino cuyas costas aledañas, serían trastocadas con grandes tanques de metal,

Fig. 3. Orillas del lago de Maracaibo en Cabimas con cocotales y cabrias petroleras (s/f)

Fuente: Fotografía tomada del libro Cabimas memorias de un pueblo petrolero. UNERMB (2016)

que simulaban ollas gigantescas que almacenarían el combustible oscuro, que había embadurnado a Cabimas aquel mes de diciembre de 1922.

Desde este momento, todo  cambiaría, el desarrollo de la industria petrolera originó cambios en el contexto social de Cabimas. Por un lado, se desarrollarían urbanismos de manera planificada, campos petroleros con nombre elitescos, Hollywood, Cúpulas, así mismo Urdaneta, Rojo, Concordia, Blanco. Del mismo modo se construyeron

Fig.4. Campos de viviendas para el personal de las compañías petroleras (1923) Fuente: Fotografía tomada del libro Cabimas memorias de un pueblo petrolero. UNERMB (2016)

campamentos de obreros que dieron paso a la fundación de los sectores La Gloria, Gasplant, Santa Clara y Santa Cruz.

Por su parte, la V.O.C., cuya sede original se encontraba en La Rosa, construyeron posteriormente los campos Urbanización La Rosa, Las 40 y Las 50 para sus ejecutivos y empleados fijos. Con el trascurso de los años y el exponencial auge de la producción petrolera venezolana, en otros extremos nacerían aquellos caseríos insertos en los propios campos petroleros, junto a las cabrias que dieron paso a los pozos, cuyos cabezales abandonados y otros aún activos se encuentran en los patios o cercanías a las casas en Cabimas.

La compañía construyó una escuela para capacitar técnicamente a sus trabajadores al lado de sus instalaciones (actualmente donde funciona el Programa de Ingeniería del Núcleo Costa Oriental del Lago de la Universidad del Zulia, donde orgullosamente estudié, y del cual soy Profesor Titular en el Sub Programa de Ingeniería de Petróleo) y estableció sus oficinas en Tía Juana (actual sede de la alcaldía del Municipio Simón Bolívar). La V.O.C., continuó operando en distintos campos del Zulia, aportando para 1933 el 27,7% de la producción del país, es decir, 89.762 barriles, de hecho, esta subsidiaria era la de mayor producción de las tres que tenía el grupo Shell quien para la misma fecha contribuía con el 51,2% del total de la producción de crudo en Venezuela. Finalmente, Shell y demás trasnacionales continuaron operando en el país hasta que con la llamada nacionalización de la industria petrolera se convirtieron en filiales de Petróleos de Venezuela S.A., (1976).

Fig. 3. Fachada de la Facultad de Ingeniería del Núcleo Costa Oriental del Lago

de la Universidad del Zulia, sede donada por el grupo Shell.

Fuente: Fotografía propia (2018)

Tras la perforación y puesta en producción de cientos de pozos a lo largo del Campo Costanero Bolívar (Campo que permitió que Venezuela fuese para 1929 el segundo mayor país productor de petróleo del mundo), con el pasar de los años el tan nombrado pozo R-4, quedaría en el olvido, al extremo de quedar tapado por una vivienda construida por uno de esos cientos de inmigrantes que llegarían a Cabimas atraídos por la explotación del oro negro. Fue entonces, cuando el profesor de profesores Orlando Méndez, localizó el lugar exacto, donde yacía los restos de aquel pozo que hizo estruendo y eco del potencial petrolero de Venezuela hace un siglo. El profesor Méndez, a quien tuve el privilegio de tener como docente, en conversación telefónica y validando con sus registros fotográficos indicó: "Más que pena, dolor fue lo que sentí… ¡Los Barrosos 2, uno de los pozos más importantes del mundo, yacía entre una letrina y una lavadora inservible! ".

Fig. 4 y 5. Foto izquierda se observa la locación del pozo Los Barroso 2, en la foto derecha profesor Méndez lamentando lo deplorable del hallazgo.

Fuente: Archivos de clase profesor Orlando Méndez UCV 2020.

La historia no culminaría acá, tras los esfuerzos emprendidos por el profesor Méndez, se logra que el entonces Ministerio de Minas e Hidrocarburos, la industria petrolera, la Gobernación del estado Zulia, la Alcaldía de Cabimas, así como demás instituciones y comunidades aledañas, desarrollaran el proyecto que dio origen a una Plaza conmemorativa, una plazoleta con forma de cono truncado, en el centro una fuente de agua que representaría el reventón, a la parte alta de esta se accedía a través de

escaleras. Para ese entonces, en sitio se colocarían un balancín tricolor ornamental, que recordaría y honraría un evento tan trascendental para la historia venezolana. La plaza fue inaugurada el 22 de diciembre de 1983 por el Presidente de la República Luis Herrera Campíns.

Fig. 6. Monumento original Los Barrosos 2, ubicado en la Avenida Intercomunal,

Sector Santa Clara, Cabimas, Zulia, Venezuela.

Fuente: https://primeraedicioncol.com/

 

Fig. 7. Placa conmemorativa al cumplirse 61 años del Reventón del pozo Los Barroso 2 año 1983. Fuente: Archivos de clase profesor Orlando Méndez UCV 2020.

El espacio siguió siendo escenario de encuentro y conmemoraciones durante el pasar del tiempo, pero las condiciones de la plaza decayeron, hasta que 34 años después de su inauguración PDVSA, a través de su brazo cultural La Estancia, en compañía de instituciones y sociedades involucradas, inicia la rehabilitación de la Fuente

Monumento, en el marco de la conmemoración de los 92 aniversarios del reventón del pozo Los Barroso 2.

Fig. 8. Complejo Artístico Urbano Los Barrosos en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo 2014 Fuente: Archivos de PDVSA 2014, edición propia (2022)

La Fuente-Monumento Los Barrosos 2 es un hito del patrimonio industrial petrolero, y espacio de disfrute y recreación para los habitantes del municipio. En lo particular, por este sitio he transitado por más de dos décadas, por ser residente en Cabimas. Cuando estudiaba pregrado realicé una visita al sitio (2005), allí junto a los compañeros rodeamos el balancín tricolor (aún la plaza no había sido rehabilitada) y el preparador narraba parte de la historia que acá resumo, por ende, este espacio fue parte de mi pensum educativo. Para el 2020, en mi ejercicio como Presidente de la Corporación Venezolana de

Petróleo en nombre de las autoridades y en compañía de los Consejos Productivos de

Fig. 9. Logo de los 98 aniversarios del reventón del pozo Los Barroso 2.

Fuente: Fotografía y diseño propio (2020).

Trabajadores, la clase trabajadora petrolera, las fuerzas políticas Revolucionarias, y comunidad en general, todos en Unión de los Patriotas y Con Corazón Petrolero, recuperamos la plaza y exaltamos su aniversario 98.

El próximo 14 de diciembre de 2022, se cumple un siglo de aquel impactante suceso que demostró al mundo el potencial petrolero que yace bajo el suelo patrio, hoy PDVSA continúa produciendo del Campo Costanero Bolívar, uno de los primeros y mejores campos petroleros del mundo, con más de cien años de explotación. Sus yacimientos

siguen aportando crudo que se embarcan en buques que proveen de nuestra energía fósil a los mercados internacionales, contribución que llevamos haciendo por más de un siglo. Estos campos aún disponen de reservas probadas, probables y posibles, sé que desde el Paleoceno hasta el Cretáceo yacen hidrocarburos, por tanto, sigue latente el potencial de la Cuenca del Lago de Maracaibo, que dio, da y dará petróleo para satisfacer la demanda energética, eso sí, bajo la administración y explotación de gerentes venezolanos, que garanticen la soberanía de nuestros recursos energéticos, logro alcanzado en Revolución y conservado actualmente por el Presidente Nicolás Maduro Moros.

 

Sentir del autor

Dedico este ensayo, a mi familia putativa de Cabimas; Madre Migdalia Medina y esposo Obet González, hijas y nietos, al igual que a familiares y amigos personales que evito nombrar para no extender el párrafo, vaya el agradecimiento infinito por adoptarme y quererme incondicionalmente. A profesores, con énfasis aquellos que llegaron en bragas

y botas "hediondas a petróleo", quienes contaban sus anécdotas de sus 10, 20, 30 y más años de experiencias en patear diferentes campos petroleros en el país, de perforar y activar muchos de los pozos que todavía producen. A mis compañeros de clase, por estar en las buenas y las malas, por celebrar o consolar una calificación, por compartir desde las copias de apuntes hasta la comida, por hacer recolectas en la residencia para

comer, "beber" y que por arte de magia apareciera una torta de cumpleaños, en esos tiempos donde nos formamos como Ingenieros de Petróleo, egresados de la Universidad del Zulia del Núcleo Costa Oriental del Lago (2003-2007), aulas situadas bajo yacimientos, en cuyas inmediaciones están algunos balancines que no son ornamentales, porque se mueven, cuyos mechurrios alumbran las noches. Así mismo se encuentra esa estación de flujo diagonal a la carrera H, compuestas de múltiples y separadores de producción, con tanques y bombas impregnadas de petróleo, donde se almacena y bombea el crudo a esos patios de tanques donde el olor a oro negro repugna, pero es sinónimo de divisa. Al igual dedico este escrito a supervisores y compañeros de trabajo del Ministerio del Poder Popular de Petróleo, PDVSA, CVP y EE.MM., gracias por sus aportes a mi formación, por curtirme e impregnarme de sus experiencias y conocimientos. A mis estudiantes de ayer, colegas de hoy, vaya a todos mis saludos. Finalmente, a los pobladores de Cabimas "Santuario de tantos Recueros Míos", originarios y descendientes petroleros, que hicieron y hacen de la COL, una leyenda mundial en cuanto a petróleo se refiere.

Yo no nací petrolero, yo decidí ser petrolero.

 



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