El que piensa y actúa llega lejos y, el presidente Maduro no se queda atrás. Él quiere como el que dice dejar su paso por el poder como un jefe de estado previsivo y defensor bien atrevido que ha pasado por Miraflores en los tiempos que van quedando y, sin sentirse despreciado, ni mucho menos desamparado de su suerte política: abre las puertas de su corazón y de su conciencia a la vez al lanzarle una apremiante carta al presidente Trump, a ver si este reacomoda las bujías de la comprensión y da por los menos unos pasitos tun-tun con no más agresión contra Venezuela.
Y esa carta que le escribió Maduro a Trump está salpicada de sinceridad y, en nada se parece a "La carta" que recibió Gualberto Ibarreto de Soledad, donde había claridad y, era una carta además desgraciada, no así la carta que salió de puño y letra del mismísimo Maduro -quizás inspiración de medianoche. Donde con toda la pulcritud de su experiencia y razones afines, "invita a Trump a retomar el camino del diálogo directo entre ambas naciones". O sea, hablar, hablar para no llegar a nada y, el pueblo, ¡ay el pueblo! Y menos presos.
La misiva salió bien perfumada de hechos pasados, donde Maduro "busca" la paz de: pide y te doy sin bache alguno al gringo que petróleo es lo más que hay y otras vainas más sin que Trump se escore en las fake news para que a través de ellas "alimente tensiones innecesarias entre Caracas y washington" que, lo que hacen es ponerle los pelos de punta a la mayoría de los venezolanos. ¿Acaso crees que ellos no sufren? Parecen ser cosas que se dicen y no se dicen en la carta, claro, Maduro no quiere alborotar más el avispero de tú dices y yo te respondo.
Y, además se abre una zona franca en ella para mantener "una comunicación directa franca" que pueda resolver cualquier diferencia que siempre las hay entre el capitalismo de allá y el socialismo de acá de Venezuela que hace años se fue de parranda. Ni una casita más. Ni un aumentico, ¿y entonces...?
Maduro con toda su habilidad de chavista enchufado "ni ofende, ni teme" a Trump como debe ser de tú a tú y, con franqueza hiriente le expresa que, la comunicación debe ser lo primero que, hablando se llega a Roma y más allá y, que cualquier tema que surja por muy áspero que sea hay que echarle lengua con bastante bla-bla que ambos son bien habladores, no se dice en la carta, pero queda en el aire.
El presidente Maduro sin lágrimas de temor, ni sintiéndose menos apocado: rechaza los señalamientos que vinculan a las altas autoridades del país con el narcotráfico, lo que califica como "absolutamente falsos". Allí Maduro jura y dice la verdad y, solo la verdad (que se sepa que por ella murió Cristo) – ¿y, Trump qué pensará, lo creerá? No lo sabemos, pero seguro que pronto brotará de él su respuesta y, ¿cuál pudiera ser ella? Que no, que no. ¡Oh, no!
Verdad es como lo dice Maduro en su carta a Trump: "Venezuela es un territorio libre de producción de drogas y país no relevante en el ámbito de los narcóticos, gracias al esfuerzo de nuestras fuerzas policiales y militares". Y además de eso Trump y Marco Rubio lo saben, les encaramaron a los venezolanos residentes y no residentes de ese país que todos por igual pertenecen al "Tren de Aragua" y al "Cártel de los Soles" y, que Trump rectifique Maduro se va a quedar con las ganas porque, sean o no, siempre serán y, lo que es, es.
Entre otras cuestiones como datos que precisó, además, Maduro insistió en que los rumores sobre presuntos vínculos con cárteles buscan generar un escenario bélico en el Caribe, lo que tendría "un daño catastrófico a todo el Continente". Pero más en el pueblo de Venezuela -decimos.
La carta no finaliza ni con despedida alguna ni con abrazos, ni habla que yo te oigo, es decir, Maduro entiende que Trump tiene la palabra y la palabra de Trump es palabra de dios y como todo un mandamás tiene la última palabra, por lo que se esperaba que, Maduro con mano firme le dijera: señor Trump, usted no va a joder más a los venezolanos con sus fake news y, si quiere acabar con los cárteles busque para otro lado, pero primero elimine los drogadictos y las mafias de su país.
Se piensa que lo más posible Trump le haya pasado la carta de Maduro a Marco Rubio y, le habrá dicho: dame tu opinión que, yo no entiendo un carajo de su contenido.
Mientras en la radio oímos de: La Carta de Gualberto Ibarreto con una ternura que nos puso a pensar y…, esa carta desgraciada...