Elsa Morales. El grito resistencia de una indígena Tomuza, contra el neocolonialismo y el racismo en la Plaza Francia

Cuando la pintora y poeta Elsa Morales, fue agredida por activistas de la oposición venezolana, apostados en la Plaza Francia de Caracas, durante la toma de ese espacio, por unos militares disidentes, se produjo un particular paralelismo histórico, ella realizó una valerosa acción de resistencia indígena, que rememora las luchas libradas por los pobladores naturales de estas tierras, contra la invasión imperialista española.

Elsa se defendió con un grito de dignidad, de los oprobiosos insultos que estaba recibiendo, pero su respuesta verbal genero la cobarde agresión física y psicológica recibidas posteriormente, sólo por el hecho de ir vestida con la tradicional Manta Wayu y tener rasgos fisionómicos característicos de una mujer venezolana, mestiza, afroindígena, descendiente del pueblo originario Tomuza y de los esclavizados aborígenes africanos, comprados y traídos como "bestias" de trabajo, por los hacendados ubicados en las márgenes del Rio Tuy.

Los Tomuzas, son uno de los pueblos autóctonos perteneciente a la aguerrida Nación Caribana, quienes mucho antes de la llegada del colonizador español, tenían cientos de años ocupando este territorio, donde se asienta la actual ciudad de Caracas. Ese grito, también fue una invocación a los espíritus ancestrales de esos pueblos, que lucharon como ningún otro contra la invasión realizada, por el ejercito imperialista de los reyes católicos europeos, uno de los más sanguinarios que han existido.

Elsa Morales, nació en la década de los cuarenta del siglo XX, hija de una de las ultimas familias descendientes de los indígenas Tomuzas, que para ese momento aun habitaban las márgenes de las quebradas de Morocopo y Taguaza, zona que hoy es parte del Parque Nacional Guatopo, ubicado en la serranía del interior entre los Valles del Tuy y Barlovento en el estado Miranda, el Valle de Orituco, las montañas de Macaira y Guaribe en el estado Guárico, amplio territorio que perteneció a los Tomuza, su difícil geografía con bosques nublados y cerros de pronunciadas pendientes, significó un lugar seguro, para atacar y refugiarse, durante la guerra de defensa contra los invasores españoles.

Los Tomuzas junto a los Cumanagotos, Chaimas, Kariñas, Piritus, Guaiqueries, Palenques, Mariches, Quiriquires, Teques y demás pueblos Caribes de la región norte costera, conformaron el mayor frente de resistencia que existió en este continente, por más de cien años se enfrentaron y vencieron militarmente, a los mercenarios imperialistas. Al igual que en aquella época, en la actualidad, se repite contra la población natural de este territorio una criminal agresión, esta vez por el gobierno estadounidense, a través de una guerra hibrida multiforme, donde el racismo es parte del componente bélico y se utiliza a un grupo de supuestos "venezolanos", extremistas "políticos", para que ejecuten acciones y realicen ataques a personas, solo por creer que profesan una ideología política distintas a la de ellos, tener aspecto de pobres y presentar rasgos fenotípicos propios, del mestizaje dominante en la mayoría de los venezolanos, es decir afro indígenas.

Estos racistas actuales, al igual que sus antepasados colonialistas europeos, suelen asumirse como pertenecientes a un grupo étnico, herederos de un linaje social privilegiado, entre sus comportamientos característicos, se encuentra el identificarse con los opresores de turno, en este momento el imperio norteamericano. El racismo es una especie de ideología, derivada de un marcado infantilismo psicológico, aquellos que lo practican desarrollan conductas, que los hacen creerse poseedores de atributos físicos y mentales superiores, a los demás seres humanos.

Es paradójico, que este hecho de violencia racial contra una destacada artista venezolana, pudiera ocurrir en un lugar llamado Plaza Francia, nación que promulgo los derechos a la Libertad, Igualdad y Hermandad, y es el centro mundial de las Bellas Artes. En realidad, los agresores no estaban pendientes de esos postulados, hechos similares y peores, siguen sucediendo en el mismo lugar, ejecutados por los mismos extremistas, cada vez que realizan sus "protestas". Pero estos desadaptados sociales, siempre han encontrado el grito de resistencia del pueblo venezolano, dignos herederos de los Caribes.

La Nación Caribana, fue condenada por los colonialistas a la desaparición, tanto física como histórica, sin embargo algunos pueblos mantuvieron sus comunidades, como los Kariñas, Chaimas, Cumanagotos, pero no fue el caso de Los Tomuzas, Quiriquires, Mariches, Teques y demás pueblos Caribes de la zona central del país, solo algunas familias lograron mantenerse aislándose en las montañas, otros vivieron obligados en las poblaciones fundados por los colonizadores. A pesar de haber sido diezmados, los Caribanos del centro siempre han estado aquí, durante la guerra de independencia se integraron, como soldados del pueblo, a las tropas del ejército bolivariano, de igual manera acompañaron a Zamora en la guerra federal y siempre se han alzado contra las oligarquías opresoras.

Los descendientes de los Caribes seguimos en este territorio. Aunque no existimos para los actuales registros oficiales de pueblos indígenas de Venezuela, nos encontramos mimetizados en los campesinos y pescadores, en los obreros y trabajadores, en los habitantes de las barriadas. Desde esos espacios continuamos en lucha, en esta época, defendiendo al país contra la brutal guerra, declarada por el actual imperialismo y sus representantes en Venezuela.

 

franyajo@gmail.com



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