La oposición y la impunidad: ¿Qué carajo es lo que está pasando en este país?

Quiero comenzar este artículo recordando algo que escribió Simón Bolívar en 1812, llamado EL MANIFIESTO DE CARTAGENA, donde El Libertador trata de explicar, según su visión, las causas de la caída de la Primera República y que todos los venezolanos deberíamos leer y recordar a diario como lo hacía el Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, dijo así Simón: “ Los códigos que consultaban nuestros magistrados, no eran lo que podían enseñarles la ciencia práctica del gobierno, sino los que han formado ciertos buenos visionarios que, imaginándose repúblicas aéreas, han procurado alcanzar la perfección política, presuponiendo la perfectibilidad del linaje humano. Por manera que tuvimos filósofos por jefes; filantropía por legislación, dialéctica por táctica, y sofistas por soldados. Con semejante subversión de principios, y de cosas, el orden social se resintió extremadamente conmovido, y desde luego corrió el Estado a pasos agigantados a una disolución universal, que bien pronto se vio realizada.

De aquí nació la impunidad de los delitos de Estado cometidos descaradamente por los descontentos, y particularmente por nuestros natos e implacables enemigos, los españoles europeos, que maliciosamente se habían quedado en nuestro país, para tenerlo incesantemente inquieto, y promover cuanto conjuraciones les permitían formar nuestros jueces perdonándolos siempre, aun cuando sus atentados eran tan enormes, que se dirigían contra la salud pública.

La doctrina que apoyaba esta conducta tenía su origen en las máximas filantrópicas de algunos escritores que defienden la no residencia de facultad en nadie, para privar de la vida a un hombre, aun en el caso de haber delinquido éste, en el delito de lesa patria. Al abrigo de esta piadosa doctrina, a cada conspiración sucedía un perdón, y a cada perdón sucedía otra conspiración que se volvía a perdonar; porque los gobiernos liberales deben distinguirse por la clemencia. ¡Clemencia criminal, que contribuyó más que nada a derribar la máquina, que todavía no habíamos enteramente concluido!” Semejante parecido con la realidad es pura coincidencia.

En este país es lugar común que los delincuentes anden por las calles de lo más tranquilos cuando han cometido delitos de lesa humanidad y de lesa patria. ¿No les parece que estas personas deberían estar bajo la sombra hace un tiempo atrás, porque fueron vistas por muchísimas personas cometiendo delitos, por televisión, o sus actos o palabras fueron incitadores de violencia contra personas e instituciones nacionales y/o extranjeras, o simplemente por corrupción administrativa? Y aclaro, no solamente bajo el gobierno revolucionario, sino desde la república pasada: Capriles Radonsky, Leopoldo López, Ruth Capriles, el exgobernador de Miranda, Enrique Mendoza, que cerró el canal 8 y lo dijo públicamente y muy orgulloso, Antonio Ledezma, Nelson Bocaranda, Robert Alonso y muchos de los militares que participaron en los actos subversivos de Plaza Altamira, Rafael Poleo y su hija, el comisario López Sisco que masacró los pescadores en El Amparo, que también estaba en la embajada de Cuba en el momento del asedio en el 2002, Jaime Lusinchi y una cuerda de Ministros que están en el exterior gozando de lo robado, los dueños de las televisoras que abiertamente llamaron al golpe de Estado y luego, como no hubo ningún castigo, lo hicieron al final del año 2002 llamando al paro petrolero que se prolongó hasta el 2003, y otra gran cantidad de personas que han cometido diferentes delitos y no les ha pasado nada ; se fueron lisos Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera y su tan cacareada apertura petrolera; y hablando de magistrados como lo hace Bolívar en los párrafos que le citamos, aquella sentencia donde los magistrados de la Corte Suprema de Justicia que dijeron que a Chávez no le habían dado un golpe de Estado sino que estaba resguardado por unos militares “preñados de buenas intenciones”; esos militares también están en libertad, o es que no debería estar preso aquel militar que salió hablando de los 12 muertos que habrían el 11 de abril, por televisión, y después fue denunciado por un periodista extranjero de nombre Otto Neustald, en la Universidad Bicentenaria de Aragua en Maracay, cuando dijo que esas declaraciones habían sido grabadas el día anterior al golpe de Estado, es decir, el 10 de abril del 2002; ese periodista también debería estar preso porque su complicidad y silencio permitió los muertos del 11 de abril, pero no, está feliz de la vida en el extranjero. Ah! Pero las cárceles venezolanas están llenas de negros, mujeres y otros tipos de personas que tienen casi todos un denominador común: la pobreza.

En conclusión, en este país llamado Venezuela, desde hace décadas que los corruptos, asesinos y sus cómplices andan felices de la vida por las calles de Venezuela y el extranjero, es más, algunos son en este momento alcaldes, gobernadores , diputados, etc. No hemos aprendido nada de la historia de Venezuela, este gobierno vive, no sé si será por miedo de los jueces, por incapacidad, porque son parte de las mafias de corruptos que pululan por doquier, pero no hay castigo para nadie; se cometen los delitos, no pasa nada, vuelven a cometer los mismos u otros delitos las mismas personas y no vuelve a pasar nada, y los volvemos a ver en diferentes escenarios políticos como personas que jamás hubieran hecho nada. Con razón Capriles hace lo que le da la gana abiertamente por televisión, llama a desconocer las instituciones, llama a un golpe de Estado suave, llama a “drenar la arrechera” que causó 11 muertos y 70 heridos, se va para el extranjero a reunirse con los enemigos del estado venezolano, Álvaro Uribe Vélez y los paramilitares colombianos, lo mismo hacen María Machado y Leopoldo López en Perú, Y NO PASA ABSOLUTAMENTE NADA.

Caramba Bolívar ¿será que los legisladores que tú llamabas filántropos no se han ido todavía, vamos a seguir aplicando la clemencia criminal que incuba más criminales y vamos a seguir perdonando conspiradores para que sigan conspirando? Pueblo que no conoce su historia está destinado a repetirla, dijo quién sabe quién. Y la última: acaban de soltar a Antonio Rivero, y eso que lo filmaron apoyando las guarimbas después de las elecciones presidenciales últimas. ¡Qué grandísimas bolas las de esos benditos jueces corruptos!

Por eso me pregunto, ¿Qué carajo, y júrenlo que quisiera colocar aquella frase donde se nombra a la madre, pero no lo hago por respeto a los lectores, está pasando con las autoridades en este país?


stae4003@hotmail.es


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Edwin Alonso Torres Salas


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