Atención Carlos Rotondaro Cova, presidente del Seguro Social

Ante la impotencia e indignación que siento por no encontrar una solución a mi problema, he decidido dirigirme, muy respetosamente a usted, tratando de buscar en otras instancias y especialmente a su persona, como presidente del seguro social, una respuesta a mi reclamo. El caso es el siguiente: Soy una persona quién prestó por un largo tiempo mis servicios como trabajadora del Instituto de Previsión Social del Ministerio de Educación(IPASME) ubicado en la ciudad de Carora Edo Lara. Este año recibí la resolución que me acredita como jubilada de dicha institución. Hasta aquí todo está bien. Ahora bien, pocos días después del pasado 28 de diciembre del 2016, fecha cuando cumplí mis 55 años de edad, me dirigí a las oficinas del IVSS en la citada ciudad de Carora, con la finalidad de consignar mis recaudos para la asignación de mi pensión por haber cumplido con las cotizaciones necesarias para tal fin. Por cierto, en mi cuenta individual en la página del seguro, aparezco con 1179 cotizaciones, cantidad ésta más que suficiente para ser acreditada como pensionada de dicho instituto. Confiada espere los dos meses reglamentarios, para mi pensión. Pasan 3,4,5 y más meses y nada de pensión. Acudí en reiteradas ocasiones y nada, es más, no me quieren recibir los recaudos por cuanto ellos argumentan que en mi expediente existe una especie de "acta de débito", la cual significa (lo que entendí) que el IPASME me hizo los descuentos para mis cotizaciones, pero estos no fueron consignados al seguro social, es decir, que alguien se quedó con ese dinero. No obstante, este argumento choca con el Nº de cotizaciones que aparecen en mi cuenta individual del seguro, las cuales como dije anteriormente, son ¡1179! Si esas cuotas descontadas de mi sueldo no fueron, parte de ellas consignadas al seguro, pregunto: ¿Cómo es posible que tenga casi al doble de las cotizaciones necesarias para obtener legítimamente mi pensión? Algo más que deseo agregar: Es inconcebible que siendo jubilada por un instituto del estado venezolano y se supone que he cumplido con todos los extremos de ley, otra institución perteneciente al mismo estado me niegue ese derecho legítimamente adquirido. Definitivamente, el mundo al revés. La verdad, no sé qué hacer.

Por cierto, en el seguro me recomiendan que vaya a Caracas, pero ese viaje, en estos momentos, me sale muy costoso y no tengo los recursos, además, con la incertidumbre a cuestas de resolver o no mi problema.

Pido a usted como máxima autoridad del seguro, o alguna otra autoridad que pueda leer esta comunicación (¡ojalá la viera Maduro!), ayudarme a encontrar una vía de solución.

Finalmente, deseo manifestar que existen otras excompañeras de trabajo en la misma condición. Asimismo, agradezco a la página "Aporrea" la publicación de esta comunicación.

Ci: 5936550.

Celular: En reserva por razones de seguridad

Correo: laeb10@hotmail.com



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