La constituyente no era necesaria

No cabe duda que en Venezuela reina una democracia. La gente anda en un trance, en una discusión constante, una sola palabra hace falta para encausar cualquier encuentro entre amigos y familiares en el tema de la constituyente, algunos solo repiten como loritos lo que oyen de tal o cual dirigente o medio de comunicación, otros son mas magistrados en la materia que nadie, y hasta ponen en tela de juicio, según sus criterios, la pertinencia o no de la misma. Lo cierto es que todo el mundo se expresa, da su opinión y en el más común de los casos argumenta su posición. Sin embargo hay otro grupo de personas, mucho más reducido que más que inoportuna, le aplican epítetos y adjetivos descalificadores, de los cuales "fraudulenta" puede ser uno de los más decentes.

Lo cierto es que me pongo a reflexionar un poco sobre la afirmación que incluso algunos chavistas defienden "la constituyente no era necesaria". Y sí. Es verdad, porque cuando algo no es necesario que ocurra es porque o así como está todo, está perfecto o al menos suficiente, cubre las necesidades y genera satisfacción. o porque un hecho alternativo cumplía con la misma necesidad que esta acción busca cubrir. "No era necesario sacar plata del cajero, porque en la casa ya tenía", "no era necesario agarrar taxi, si había autobuses". Es característico que lo que no era necesario solo se podía saber luego de un tiempo especifico. Antes no era posible saberlo. Es decir, aquello debía que ocurrir para poder verlo.

Creo que no es necesario ilustrar la primera opción pues de cajón se sabe que así como han estado las cosas desde los últimos años, para nada se puede decir que esté bien, ni mucho menos perfecto. Así que la segunda opción es la que en todo caso puede aplicar, y sí aplica, pues haciendo una retrospectiva de la vida de la nación se puede decir que muchas cosas no fueron necesarias y si me permiten la palabra una in-necesidad ha venido generando otra in-necesidad.

En este sentido veo la constituyente como el cabo de una cuerda que se volvió un patuque, como esos que nos jodía el rollo de guaral entero, con el que íbamos a volar el papagayo. Un nudo bastaba para dañar el proyecto de vuelo. El País es el papagayo, el guaral es la vida de la nación, y el nudo, la ambición de poder y los errores, o en otras palabras las in-necesidades.

Por eso ahora pienso que para resolver el problema que enfrenta Venezuela, la crisis política que afecta toda la nación, la constituyente no era necesaria, así como tampoco era necesaria la muerte de casi un centenar de personas a la altura de estas letras.

No era necesaria la empecinada insistencia de pedir a la EOA inmiscuirse en problemas propios de los venezolanos. No era necesaria la viajadera por el mundo para generar una matriz de opinión en contra de los intereses del pueblo. No era necesaria tildar a mi amada Venezuela de enfermedad contagiosa o amenaza extraordinaria o riesgo para la región.

No era necesaria la quema, secuestro o asesinato de personas que pensaron de una forma diferente ni el daño y destrucción animales o vegetales que estaban en el lugar equivocado.

No era necesario hacer un juicio político inexistente en nuestras leyes por parte de un poder sin atribuciones para tal acción. No era necesario solicitar un revocatorio tan tarde como para perder el lapso en el que les convenía. No era necesario comprar votos para algunos diputados.

Pero tampoco era necesario haber dejado de votar por las fuerzas revolucionarias y perder la Asamblea Nacional. Inclusive no era necesario haber votado y llevado a Nicolás Maduro a la Presidencia.

Saben por qué? porque no era necesario haber dejado que el comandante muriera. No era necesario haber tenido que sembrarlo. Aquí llego al nudo, además del que se me hace en la garganta, es el nudo de la reflexión y la autocrítica. ¿Cómo dejamos que esto sucediera?, pues fueron muchas cosas las que se hicieron o se dejaron de hacer en el momento menos indicado. Dejarle todo el trabajo al Comandante Chávez, no atacar la corrupción, no haber descubierto a los disfrazados, a los traidores, a ser permisibles, no oír al pueblo, etcétera, etcétera, etcétera. Sé que muchos tendrán muchos más ejemplos que ilustran esta idea, pero ese no es el punto, pues ya sucedió y para el tiempo que ha transcurrido hoy podemos verlo y decir, no era necesario.

Así que en ese nudo todos hemos participado, pero es la derecha quien además de crear el patuque hala desesperadamente supuestamente para deshacerlo y con su arrogancia e hipocresía solo logra apretarlo más, con tantas acciones que han entorpecido la resolución del problema. De manera violenta quiere con una tijera cortar el hilo antes y después del patuque y botar todo el tramo que ha sido tejido para una parte importante, mejor dicho mayoritaria del país, y que sostiene tantos beneficios y protección para ellos, por ser los más desposeídos los más necesitados.

Si cortan el hilo no les dará chance de unir los cabos como quieren, pues la brisa que mantiene a ese hermoso pagayo volando en alto, es nada más y nada menos que la esperanza de un pueblo que aboga por la paz, pero que está decidido en no permitir que le arrebaten su determinación de ser libre y soberano y seguir volando alto en el cielo de la dignidad y la moral rumbo a la prosperidad.

La constituyente no era necesaria, pero ahora es la única manera de desenredar este patuque.

 

cramos.inia@gmail.com


 



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