Caleb McCarry, el ex Jefe del Plan Bush de anexión de Cuba, subsidió con 6,5 millones de dólares del dinero de la USAID una firma “contratista” que, dos meses después de abandonar su puesto de funcionario, a su turno lo “contrató”. Un caso flagrante de conflicto de intereses que se suma a la serie de casos de corrupción que mancharon en el curso de los últimos años la distribución de fondos atribuidos a la subversión y la desestabilización en Cuba por la agencia fachada de la CIA.

La información fue confirmada este viernes 9 de marzo en un despacho de la Associated Press, redactado en Miami, en el medio del cual se revela la ilegal maniobra de quién pretendía enseñar a Cuba las virtudes del capitalismo.
En este texto sobre el destino equivoco de los millonarios fondos atribuidos por la USAID a la injerencia y la subversion en Cuba, retomado por Business Week, la reportera Laura Wides-Muñoz señala como un “incidente” más el caso de desfalco frente al cual la actual administración se hace de la vista gorda.

En 2008, Creative Associates International, firma “contratista” subsidiada por la USAID se ganó el contrato más importante de 6.5 millones de esta jugosa distribución de fondos para agredir a la Revolución cubana mientras McCarry se encontraba de “Oficial senior responsable de la planificación en apoyo a la transición para la democracia en Cuba”.

Tan “demócrata” es McCarry que empezó por llenar los bolsillos de sus socios que luego lo iban a “captar”.

Creative Associates International, una de las firmas que contrata Washington, a través de la USAID, para sus operaciones de injerencia y que luego, a su turno, subcontrata a otras firmas para confundir a quién busca la huella de los servicios de inteligencia, mantiene 13 oficinas en el mundo y se alaba de su “experiencia” en Iraq y Afganistán.

Sin embargo, subraya AP, no cita a Cuba en su sitio web aunque tenga entre sus altos ejecutivos a Caleb McCarry desde noviembre 2008.

Interrogado acerca de tan escandalosa diversión de fondos, el vocero de la USAID aseguró que McCarry, cacique del Plan Bush de anexión de Cuba, no participó en la selección de Creative Associates International donde ostenta hoy el título de Asesor Principal de la Presidencia.

Algo que ni el padre de McCarry, también ex agente de la CIA, se creó.

DOS AÑOS DE SALARIO COMO “INDEMNIZACIÓN”

Pero hay otro detalle que se conoció anteriormente y que pegado a esta información conforma un paquete muy revelador de los malos usos y hábitos de la fauna “anticastrista” que se nutre de las bondades subversivas de la administración norteamericana.

Caleb McCarry embolsó como “indemnización” al separarse de su puesto de alto funcionario federal nada menos que dos años de salario, a penas dos meses antes de su “milagrosa” captación por la firma Creative Associates International.

De esta forma, el "coordinador para la transición en Cuba" hizo pasar a su cuenta bancaria personal algunos cientos de miles de dólares correspondientes a dos años de remuneración, bajo el subterfugio de una indemnización, además de recoger, según se denunció en aquel momento, otras cantidades pertenecientes a los proyectos orientados a desestabilizar a la Revolución Cubana.

Ex funcionario de la oficina del ultraconservador Jesse Helms, McCarry fue designado el 29 de julio de 2005 por Condoleezza Rice para administrar su plan de anexión de Cuba.

En Haití, en el 2004, McCarry dirigió la participación del International Republican Institute en la operación que terminó con el secuestro del presidente Jean-Bertrand Aristide y su expulsión del país. El norteamericano había diseñado ese golpe de estado apoyándose en sus planes sobre Stanley Lucas, un delincuente político vinculado a la dictadura de los Duvalier, cuya familia se ilustró con la masacre de 200 campesinos.

McCarry prosigue en Creative Associates International sus actividades anticubanas, además de orientar agresiones similares en otros países.

La firma se suma a sus contrapartes en el ambiente de defensa y seguridad, como Blackwater, Lockheed Martin, Dyncorp y otros, contratados por el Pentágono y el Departamento de Estado.

En el país donde la palabra corrupción está reservada a las naciones del Sur, corporaciones tales Creative Associates International y Development Alternatives International filtran millones de dólares a ONGs y partidos políticos que promueven la agenda de Washington en países estratégicamente importantes para los intereses imperiales.

En unos tres años como gerente del Plan Bush, McCarry derrochó cientos de millones de dólares del contribuyente norteamericano en costosísimas operaciones propagandísticas, notablemente con “contratistas” europeos.

En varias de estas misiones, utilizó de protagonistas a algunos de los elementos más conocidos de la fauna terrorista de Miami, entre ellos, Sixto Reynaldo "El Chino" Aquit, famoso en Miami por una larga serie de acciones criminales, y Angel Cuadra Landrova, conocido en Cuba por su participación en la quema de campos de caña con gatos convertidos en antorchas.

Ambos están vinculados a la pandilla mafiosa de Luis Posada Carriles.

También apoyó las operaciones de individuos tan desprestigiados como Carlos Alberto Montaner y algunos politiqueros europeos de extrema derecha identificados por su afiliación al Departamento de Estado.

UNA SUCESIÓN DE CASOS DE ESTAFA

Este caso de desfalco es solo uno más en la serie que se acumula desde varias décadas de financiamiento de la “disidencia” en Cuba y de operaciones encubiertas contra la Revolución cubana.

El año pasado, un juez de Washington dictaminó una sentencia de treinta meses, 10 000 dólares de multa y tres años de libertad condicional contra Felipe E. Sixto, el administrador del Center for a Free Cuba, por robarse cerca de 600.000 dólares de esta oficina CIA financiada por la USAID para promover la subversión en Cuba y fabricar a "disidentes".

El juez de distrito Reggie Walton comparó entonces a Sixto a Bernie Madoff, el financiero multimillonario quién defraudó a miles de pequeños inversores.

Sixto fue “jefe del personal” del reducido “staff” del agente CIA

Frank Calzón, verdadero dueño de este elemento del enorme mecanismo subversivo que mantiene Washington tanto desde Estados Unidos como

Europa contra la Revolución cubana.

La Casa Blanca de George W. Bush fue repleta de funcionarios, tales como Otto Reich y Roger Noriega, reclutados en Miami en las filas de la conexión terrorista cubanoamericana.

Al descubrirse la estafa, el funcionario mafioso fue desplazado por sus amistades hacia la Casa Blanca – con salario de 90 000 dólares – donde ocupó a partir de julio de 2007, un puesto de asesor de George W. Bush en la Oficina de Asuntos Gubernamentales de la Casa Blanca.
Adolfo Franco, ex director para América Latina de la
USAID encubrió el desfalco no ha enfrentado hasta
ahora acusación alguna.

Radio y TV Martí por supuesto han aportado su contribución a este historial de corrupción y de fraude. José "Chema" Miranda, el ex director de programas de la TV que no se ve, ha sido condenado a dos años de cárcel más una multa por haberse embolsado unos 112 mil dólares del dinero de la emisora al recibir comisiones de productores que contrataba.

Miranda de 52 años, quien hasta noviembre del 2006 era el director de Programas de TV Martí, ha sido condenado a cumplir 27 meses de cárcel por haber recibido pagos de Perfect Image Film and Video Productions, una empresa de videos que le vendía sus producciones

Mientras miles de norteamericanos desempleados duermen en su carro después de perder su casa, que la economía nacional se encuentra enfrentando una crisis que se compara a la de los años 30 y que la guerra en Iraq y Afganistán ahoga el país en una recesión siempre más desastrosa, la actual administración norteamericana, sigue disponiendo en su presupuesto de fondos gigantescos para su guerra sucia contra América Latina. Asegurándose siempre de desinformar al contribuyente sobre los verdaderos propósitos de tanta generosidad.