Matando por dinero ¿y cuando no haya que matar?

Las ballenas son masacradas por apetencia de dinero, el sistema capitalista induce a los infelices avaros a exterminar los pocos ejemplares de las ballenas que quedan en el planeta, tan solo con el afán de hacer dinero.

Los bosques son depredados sin compasión ni conciencia por la obscena ambición de acumular dinero. Son millones de hectáreas de tierras frágiles del amazonas y otras zonas boscosas del planeta, que caen diariamente victimas de las moto sierras y los buldócer en la loca carrera de hacer dinero

Las nacientes de las aguas dulces del planeta sufren un ataque feroz por parte de los ambiciosos que sin meditar un poco en lo que hacen, atacan los suelos con mercurio y otras sustancias contaminantes usadas para la minería a cielo abierto, que terminan por envenenar una de las principales fuentes de vida del plantea. Los humedales, son atacados por los avaros constructores y sembradores de concreto y hierro, contrayendo estructuras súper caras en sitios necesarios para la biodiversidad y el control biológico del planeta ¿el objetivo? Ganar dinero. Aun nuestros gobierno humanistas, sacrifican montañas para extraer carbón, para vendérselos a los depredadores capitalistas, cayendo en el circulo, no haciendo revolución si no involución.

Los pueblos aborígenes, son exterminados y sacados a la fuerza de sus hábitats naturales de posesión histórica, son territorios que se han preservado gracias a su sabiduría innata de convivencia con la naturaleza, pero la civilización inteligente, les ve como mercancías comerciales, por lo que deben ser destruidos en su esencia para ser vendido su producto.

El aire es enrarecido por la emisión de gases contaminantes de toda índole, empezando por los que generan los muy civilizados automóviles, los márgenes de ganancias de las industrias fabricantes, no permiten la disminución de la construcción de esas maquinas de muerte, tampoco el uso de una fuente de energía limpia, menos aun dejar de quemar combustibles fósiles, todo eso atenta contra la generación de dinero para la cuenta de los ambiciosos capitalistas y los no supuestos capitalistas

Los suelos cultivables son envenenados permanentemente con químicos que al final le matan su vocación agrícola, pero no se deben prohibir los usos de eso químicos, pues seria contraproducente para las fábricas de venenos agrícolas degeneradores de suelos y semillas. Es una danza de intereses e hipocresía al servicio de la destrucción del planeta.

La contaminación, destrucción de bosques, envenenamiento de la tierra y el mar, ocasionan la extinción acelerada de miles de especies. Especies que son muy necesarias para el equilibrio ecológico, pero no se puede hacer nada por no afectar la economía de unas empresas que rinden beneficio a unos enfermizos avaros que pretenden dominar al mundo por el dinero y la fuerza.

Los demonios disfrazados de santos, agrupados en un clan llamado iglesia católica, mercantilista, apostólica y romana. Sirven de apoyo inmoral a los depredadores del planeta. Bajo su bendición y aporte engañoso, contribuyen a la deformación de los reales valores de la humanidad, en beneficio del consumismo, la explotación desmedida, y apoyando la mortandad generalizada de seres humanos en los países expoliados por las apetencias de riquezas de una ínfima minoría de bestias insensibles.

Todos esos factores anteriores, han castrado la conciencia de las personas, que hasta por razones estéticas, derriban a un inocente árbol, si el bendito árbol tiene la desdicha de ser de madera roja; tiene un destino de muerte prematura, por convertirlo en dinero. Las ansias de dinero son tan aberrantes, que ya se hacen guerras para matar personas por negocio, la cuna del capitalismo mundial, tiene ahora en el mundo varios frentes de batalla abiertos, tan solo para producir dinero a partir de la muerte de millones y millones de personas inocentes, su industria de guerra, de fabricación de armas, la generación de empleos en sus urbes, crecen en relación directa a los crímenes cometidos en el resto del planeta.

La industria de la salud, es impulsada a partir de las enfermedades creadas en los laboratorios propios. Cada oleada de virus o de enfermedades novedosas, es una segura fajada de dinero que ingresará a sus arcas. De esa manera el capitalismo es un vampiro que vive de la muerte masiva de los pueblos pobres. Con esas alimañas nada ni nadie están a salvo. Los que hoy son sus aliados por conveniencia, cuando sea menester una ganancia extra, se convertirán en enemigos, pregúntenle a Saddam, noriega, los Talibanes etc.

No es una exageración cuando se dice que el capitalismo en su alocada y desmedida glotonería, acabará con la posibilidad de vida en el plantea, al menos tal como la conocemos. A veces pienso que los capitalistas han asumido realmente su función de parásitos depredadores, y que están seguros que como una especia diferente de animales de otro orden biológico, sobrevivirán a lo inevitable. Soy creyente que si no hacemos el sacrificio ahora, por acabar con esa amenaza egoísta llamada capitalismo, para dentro de diez o quince años será tarde. La enfermedad es tan desquiciante, que están viendo los órganos humanos como mercancía de repuestos, por lo que están matando al pueblo Palestino y de Irak, y luego les extraen los órganos y los devuelven rellenos de desechos. Lo mismo hacen en Colombia los paramilitares de Álvaro Uribe, secuestran a muchas personas del pueblo, los matan, les sacan los órganos, se los venden a los Israelitas o a los potentados económicos yanquis y luego los despedazan con moto sierras para borrar las huellas. De paso si son campesinos o indígenas en posesión de tierras, les acusan de colaborar con las guerrillas, los que se escapan deben irse de las tierras, donde llega luego una transnacional a producir coca, amapola o marihuana transgénica, producir droga y mandarla para USA, EUROPA O LOS PARAISOS ECONOMICOS DEL CONSUMO.

No sigan creyendo el cuentico de la democracia, la lucha contra el terrorismo o contra el narco tráfico. Son èllos, los principales terroristas, los mayores consumidores de drogas, los más aberrados dictadores y los más beneficiados por los dineros del narco tráfico y las guerras asesinas. ¿Por qué no se combaten? Pero a la hora de las chiquitas con toda y su avaricia y su maldito dinero y riquezas, también se extinguirán, seria lo único bueno de toda esta desgracia.

Sostengo que no es el camino de esa supuesta paz inactiva, la manera de enfrentar lo inevitable, solo la guerra detiene la guerra. Lo que hay que cambiar es la guerra cómoda para unos, a los que nunca les roza, llevárselas a sus casas, quintas, edificios, mansiones volarles su bancos, tesoros, riquezas y bienes preciados. Solo así hablaran de paz, solo así se salva lo que queda de planeta y de vida.

javiermonagasmaita@yahoo.es


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Javier Monagas Maita


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