65% por el pecho para que respeten!!!

Definitivamente es cierto aquello que en incontables oportunidades ha afirmado, el Presidente del Ecuador, Rafael Correa refiriéndose al proceso de cambios que hoy por hoy se vive en América Latina: “No estamos ante una época de cambios, estamos ante un cambio de época”. El contundente triunfo del Presidente de Bolivia, Evo Morales, en el referendo revocatorio celebrado en ese país el pasado domingo 10 de agosto, así lo demuestra. De nada valieron los vejámenes proferidos por los Prefectos opositores – secesionistas  y sus partidarios, a los dignos y dignas hombres y mujeres del heroico pueblo boliviano, mayoritariamente indígena. De nada valieron los medios de comunicación devenidos en verdaderos partidos políticos anunciando el caos y la guerra si el indio Evo ganaba de nuevo. De nada sirvieron los miles de dólares destinados por el Gobierno genocida e imperialista de los Estados Unidos, a través de la NED y la USAID, para financiar a sus cipayos racistas y terroristas de la denominada Media Luna. El pueblo boliviano y su gobierno, nos han dado una inequívoca demostración de lo que puede lograr un pueblo cuando se decide a tomar en sus propias manos las riendas de su destino. Nos han demostrado de que ni aún en la peor de las circunstancias debemos perder la esperanza y dejar de luchar. Nos ha dado el hermano pueblo de Bolivia una lección de dignidad, de grandeza y de una infinita humildad, que se expresa en la disposición del Presidente Evo Morales a dialogar con quienes a pesar de andar conspirando las 24 horas del día para derrocarlo, forman parte de esa otra Bolivia que durante años usufructuó para sí y para sus amos del Norte, los ingentes recursos naturales, especialmente energéticos de los que goza aquel país. Esa otra Bolivia que siempre vio al indio por encima del hombro, con desprecio. Esa otra Bolivia que se niega de manera obcecada a reconocer a esa Bolivia indígena, mestiza y pobre, muy pobre, que siempre estuvo allí sometida, explotada y excluida, pero que en estos momentos renace de sus cenizas y se levanta con ímpetu en procura de su liberación. Que exige ser reconocida y ser tratada con respeto. No obstante y extrapolando la situación que aquí en Venezuela vivimos durante aquellos angustiosos días del 2001 – 2002, creo que al camarada Evo Morales y la inmensa mayoría de su pueblo que le apoya, se le avecinan tiempos muy duros, tiempos que exigen estar alertas y preparados. Porque quienes durante siglos ostentaron el poder en Bolivia y sus principales beneficiarios, los yanquis, a pesar de este resultado no tardaran en desatender los llamados a diálogo que Evo les ha realizado y que no son distintos a los que aquí les hizo Chávez a los escuálidos antes de que le dieran el golpe de estado en abril y nos paralizaran PDVSA en diciembre de aquel año. No seamos tan optimistas, lo acontecido en tiempos recientes en Venezuela y lo que hemos visto concretarse en Bolivia el pasado fin de semana, no es una derrota que hemos infringido a la derecha, solo es un buen golpe que les hemos dado por el pecho para que nos respeten. Es un reacomodo del tablero político latinoamericano que al estar contrapuesto a los intereses del imperio, traerá consigo nuevos escenarios, nuevos retos que exigirán la madurez y la unidad de los sectores revolucionarios en función de que seamos capaces de avanzar en las coincidencias, resolviendo mientras avanzamos nuestras diferencias, en un marco de respeto, de solidaridad, de complementariedad e integración latinoamericana y caribeña. Ya bien lo dijo Evo en estos días, se trata no de compartir lo que nos sobra, sino lo que tenemos, para legar a nuestros hijos un mejor futuro y un mundo mejor, que definitivamente sí es posible.  
 

Rubén Villafañe. Abogado – Militante del PSUV.

rubenvillafa@hotmail.es



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