Hijos ingratos y apátridas de Venezuela

La ultraderechista, fascista y apátrida, María Corina Machado, se encuentra en el centro de una polémica tras ser señalada de promover propuestas que, que favorecen la entrega de las vastas reservas y riquezas naturales de Venezuela, especialmente las vinculadas al sector petrolero, a intereses económicos foráneos, particularmente de Estados Unidos. Esta opinión de este personaje nefasto está tratando de negociar los recursos estratégicos como si fueran parte de un patrimonio privado bajo su posible control o el de su círculo cercano. Según se ha informado, estas afirmaciones habrían sido expresadas públicamente, provocando una notable oleada de rechazo por parte de diversos sectores que defienden la idea de que los bienes y recursos nacionales son un patrimonio colectivo. Estas voces recalcan que el petróleo y otros activos del país no deben ser considerados propiedad personal ni privilegio exclusivo de élites específicas, sino que constituyen un recurso soberano que pertenece íntegramente al pueblo venezolano en su totalidad.

Dentro del ámbito jurídico, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece de forma clara y categórica que los recursos naturales y estratégicos presentes en el territorio nacional poseen un carácter inalienable e indivisible. Estas disposiciones fundamentales han sido diseñadas con el propósito primordial de garantizar el bienestar social y económico de toda la población venezolana, priorizando siempre el interés colectivo por encima de cualquier interés particular. Este principio constitucional no solo pone de relieve la necesidad de preservar la plena soberanía nacional sobre la gestión, administración y explotación de estos recursos, sino que además resalta que todas las decisiones relacionadas con ellos deben orientarse exclusivamente hacia el beneficio público. De este modo, se busca impedir cualquier sometimiento de estos bienes a intereses extranjeros, privados o particulares que puedan llegar a comprometer el desarrollo integral, sostenible y equitativo del país y su población.

En este contexto, se han planteado interrogantes que giran en torno a lo que varios perciben como una posible frustración individual vinculada a Machado. Dichas inquietudes parecen estar profundamente relacionadas con la idea arraigada durante su niñez acerca de un supuesto camino predestinado hacia la presidencia de la nación. Por otro lado, el apoyo o la validación de narrativas que promuevan la cesión de los recursos petroleros venezolanos a manos de agentes externos, sin garantizar beneficios evidentes y significativos para el país, es visto por una amplia mayoría como un ataque directo a los valores fundamentales de soberanía y orgullo nacional.

En este contexto, se manifiesta una inquietud ampliamente extendida sobre la importancia de proteger los recursos estratégicos del país frente a decisiones que puedan estar motivadas por ambiciones personales o cálculos políticos, las cuales, en última instancia, podrían poner en riesgo el bienestar general de la sociedad. Es esencial recordar que los recursos nacionales, tradicionalmente pertenecientes al pueblo venezolano en calidad de legítimos propietarios, no deberían convertirse en objeto de acciones que prioricen intereses externos sobre los objetivos y necesidades esenciales de la nación. Por tanto, resulta imperativo establecer un marco de responsabilidad colectiva que garantice la gestión adecuada de estas riquezas, evitando cualquier impacto adverso derivado de políticas que pudieran ir en detrimento de los derechos y las aspiraciones de los ciudadanos.

hijos indignos y apátridas de Venezuela Aquellos considerados hijos indolentes e ingratos que, sin apreciar sus raíces ni su vínculo con la tierra que los vio nacer, se alejan de los valores que un día los definieron. Personas que, al parecer, han olvidado el peso de su identidad nacional, renunciando a la responsabilidad de enaltecer su país y sus tradiciones con acciones dignas. Su actitud, carente de compromiso hacia su patria, los convierte en figuras desvinculadas de aquel orgullo que debería caracteriza a quienes llaman Venezuela su hogar. Este alejamiento indiferente refleja una desconexión profunda tanto con sus orígenes como con las oportunidades para contribuir al progreso de una nación rica en cultura, historia y determinación.

En síntesis, esta figura apátrida bautizada como La Sayo parece desconocer por completo la valentía inquebrantable, el carácter firme y el profundo amor hacia la nación que identifica y enorgullece a los verdaderos hijos de Simón Bolívar. Antes siquiera de considerar la implementación de tus intenciones dirigidas a fracturar y desmembrar el invaluable territorio venezolano, debes entender que el pueblo de Venezuela no se quedará de brazos cruzados. Por el contrario, enfrentará con determinación cualquier amenaza que intente socavar su integridad. Serás confrontada por toda la fuerza de una sociedad cohesionada y resuelta a proteger su soberanía, dejando claro que, para aquellos sin arraigo ni lealtad a la patria, pesa una incapacidad moral y ética para asumir las riendas del gobierno.

 



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Antonio Nunez


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