La acción transcurre en Miami. Un autodenominado “profeta” que ejerce su ministerio por internet vaticina grandes desgracias para Venezuela. Reinaldo Dos Santos afirma desde su cuenta en la red social twitter que sus predicciones toman cuerpo y que las calles de Venezuela son ensangrentadas por combates de jóvenes contra brutales fuerzas represivas. Dice que “esto sólo es el comienzo”.

En Atlanta, el periodista Fernando Del Rincón, cómodamente instalado en su oficina de la sede mundial de CNN, hace lo suyo. Da cuenta del seguimiento, a través de su cuenta en twitter, de los desiguales enfrentamientos y denuncia que “los medios de comunicación venezolanos esconden la violenta realidad debido a la censura del gobierno dictador”. Usted lee los twits y se le paran los pelos.

Desde Madrid, por la red social Instagram son difundidas fotos de “valientes estudiantes” sometidos a planazos y plomo por crueles militares y policías.

En Caracas el Diario Tal Cual publica preocupantes imágenes de desórdenes callejeros en Mérida convenientemente aderezados con represión policial. Un pequeño detalle es que dichas imágenes, como lo denuncia el bloguero Luigino Bracci Roa, son de la desaparecida Policía Metropolitana y datan, cáigase de pa´trás, del año 2010.

Desde Bogotá se documenta vía red social Facebook que las protestas en Venezuela toman las calles, son generalizadas, hay heroicos caídos en combates y múltiples heridos. “Es cuestión de horas para que caiga el gobierno”, anuncian las anónimas redes fabricadas por los grupos d trabajo del tenebroso J.J. Rendón y su no menos tenebroso carnal Alberto Federico Ravell, exGlobovisión.

Todo. Todo es mentira. O mejor dicho: la verdad es más escalofriante.

El capo mayor del fascista partido Voluntad Popular, Leopoldo López junto a la diputada (AN) María Corina Machado, jefa de “La Movida Parlamentaria”, hace una semana formularon desde el diario El Nacional un encendido llamamiento a los venezolanos, particularmente a los jóvenes, para salir a las calles para concretar una operación denominada “La Salida”.
“La Salida”, nombre nada eufemístico, era la operación destinada a salir de la escasez, la inseguridad y reivindicar a Venezuela como una nación de paz. Por supuesto nadie les creyó semejante falsificación conceptual. “La Salida” que procuran, realmente, es de la Revolución Bolivariana, de Nicolás Maduro, de las Misiones, del chavismo y… de todo lo que huela a pueblo.

Dicha operación, que constituye un “corte y pegue” de los manuales que ha aplicado la CIA en todo el mundo con algún nivel de éxito, se activa como respuesta a los avances del Presidente Nicolás Maduro ante la guerra económica que planta el imperialismo contra Venezuela y particularmente por la entrada en vigencia de la nueva Ley de Precios Justos. Pura reacción. Puro fascismo.

La oligarquía despliega un golpe en complicidad con su fase superior, el imperialismo, desde los centros de poder de EE.UU. No están jugando carrito los gringos y, aunque se adviertan sifrinos, paviperros y cacatúas en las guarimbas, se trata de una operación de fina factura cuyo guión se enmarca en las “revoluciones manitas blancas”, o “revoluciones de colores”.

La orientación de dicha operación, plena de operaciones sicológicas en las cuales los gringos demuestran aviesa competencia, es generar la percepción internacional de un Estado fallido y forajido, de convocar a las masas conformadas por alienados programados para generar hechos de sangre que validen una intervención “humanitaria”, movilizar a las cúpulas empresariales hacia la conquista del poder e incluso, exacerbar a mentecatos para que cometan magnicidio.

Recientemente en Barinas, una ONG financiada desde el extranjero dictó un curso a un grupo de jóvenes para “la resistencia pacífica” y advertir “el gran peligro del Estado Comunal”. Mientras, la presidenta de la cámara municipal barinesa escribe en su cuenta de internet en el website de Primero Justicia: “Si en Barinas nació la Revolución, en Barinas la vamos a enterrar”. ¿Casualidad?

Independencia y Patria Socialista
Viviremos y Venceremos
Lunes, 10 de Febrero de 2014

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