Se jacta además de que “a los ricos no le hacen falta los pobres, porque tienen mucho dinero”. Ese adeco firma al pie de su nota como José Guacarán , pero yo creo que es un seudónimo que utilizó Manuel Rosales desde la patria de los Incas. Así son ellos: ¡brutos con bolas de astronautas!
En otro de sus párrafos me escribe: “¿No viste a ese grupo de personas con camisas blancas que apoyan al italiano Mihelletti, pues son nuestros hermanos sifrinos de allá de ondura? (así escribió, porsia). Y continúa: “Yo no sabía que allá teníamos tantos “adectos”, Fíjate que tenían unos cartelones que decía, que no quieren a Chávez, ¿qué tal?”
En verdad vi. a ese grupo de oligarcas hondureños. Igualitos a los mantuanos de Venezuela. Sus rostros son un poema a la burla y a la mediocridad. Se sienten felices de poder joder al pueblo y éste, el pueblo, hace lo que hizo Ghandi frente al imperio Británico: le sigue la corriente pacíficamete a su amo. Así ha sucedido siempre con la excepción de la revolución cubana en la cual a esos insectos vende patria los pasaron por las armas. No puede existir una revolución pacifica; eso es una gran estupidez.”El hombre es la guerra”, que nadie crea esa mentira, porque ni la paloma de la “paz” le proporciona tranquilidad a la hembra d su especie, porque la vida misma es una guerra, donde diariamente mueren millones.
LA HISTORIA HABLA POR SI MISMA: los hijos de los invasores españoles nacidos y criados en Venezuela les hicieron una jugada genial al Libertador, fingiendo que ellos no querían a los invasores en el país. Mas todos sabemos que lo que no querían era pagarles tributos a la corona de aquella que no se bañaba ni con perfume francés y quedarse ellos, los mantuanos, con el manejo económico de sus negocios en la patria venezolana, obviando la coima de la época lo cual lograron cuando los hijos de la gran…historia se largaron derrotados. ¿Qué tal si se hubiera hecho como en la revolución Francesa, cubana, China, Bolchevique, etc, etc?
Los oligarcas de Honduras son copias de los que habitan por todos los lugares de América Latina. No han conseguido “la horma de sus zapatos”. Tienen la virtud de robarles la conciencia a algunos militares de rango para que ordenen a los soldados matar al pueblo de donde nacieron. Aprovecho para escribirles a esos soldados pidiéndole que no asesinen a sus propios genes, porque después de todo, al final no serán más que briznas de paja en el viento, utilizados por la oligarquía y después, al rincón del olvido, la segregación y la burla.
Se veían alegres, vigoroso, burlistas, los oligarcas que vanaglorian a Michelletti. Recordamos a las ancianas chilenas con lentes oscuros contra Allende, a las venezolanos del 2002, maldiciendo, exhalando groserías, llamando tierrúos y mediocres a Chávez y a los pobres. Marchando con furia desde Chuao, cubiertos los rostros de sádicos placeres, como las de Honduras versus Zelaya. Observamos al pueblo, marchando, con banderas y pancartas, tristes los rostros, bravos contra la injuria, llorando algunos ante el despiadado asesinato contra un joven de 16 años, pero más nada; los oligarcas saben que nada pasará y que un muerto más del pueblo no le hace mella a su clase enferma y criminal. Que lo digan Hilaria Clinton , Oscar Arias y Michelletti
Una vez más se salen con la suya los burgueses, los aristócratas, los mantuanos de esa parte del mundo. Una vez más le dicen la pueblo, lo adoctrinan de que “la paz es lo que se busca para que todos vivan felices como hermanos (¿?)” Como le dijo el imperio gringo a Martin Luther King y todo bien. Crece la oligarquía sin que nada ni nadie pueda hacerla entrar en el juego de la equidad y la justicia. Pura retórica de parte de nuestros gobernantes. La guerra no es solo la que se hace con las armas; la guerra más arrecha es por la supervivencia social y mientras tengamos el enemigo de la gran mayoría adentro, ¿cómo se hace? No creemos en la mojigatería de quienes alegan que “todos los venezolanos somos hermanos” esta es una guerra: al final sobrevivirán los más aptos.
A Honduras en verdad, como dice el adeco, la metieron en “onduras”. Pero no creo que en Venezuela pase igual jamás; este no es un pueblo fácil de controlar. Cuando se arrecha es imparable, no lo detiene ni una cerca de hormigón. ¿Quiénes perderán si es que la oligarquía venezolana se atreve con sus desmanes, implantar algo igual en Venezuela? Algo está pasando en la conciencia del pueblo venezolano. Pueden estar seguros los que creen que a los guerreros venezolanos un grupo de inhumanos, de plagas sociales, de esquirla fecal, podrá someterlo al yugo, se equivocan… ¿meternos en “onduras”…la guerra se gana en el campo de batalla: en la praxis; la teoría se las dejamos a los mentirosos de oficio.
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