Binóculo Nº 336

Libiazuela

En 1939 el mundo entero sabía que habría guerra. Las diplomacias de las naciones involucradas, hasta El Vaticano, hacían los últimos esfuerzos para detenerla. Pero los motores de la poderosa maquinaria de guerra nazi, estaban calientes y listos para arrancar. No había nada que hacer. No obstante, Hitler necesitaba una excusa directa, un detonante para justificar su ataque contra Polonia que sería la primera víctima de esos seis años de horror que vivió la humanidad. Cuál fue el detonante, la excusa, soldados alemanes se disfrazaron de soldados polacos y asesinaron a periodistas, técnicos y locutores alemanes de una radio alemana que estaba en la frontera. Bajo esa excusa, el primero de septiembre, tropas alemanas atraviesan la frontera con Polonia. Comenzó la barbarie.

Ya sabemos que nunca hubo armas de destrucción masiva en Irak. Los propios estadounidenses lo han dicho una y otra vez. Pero esa siempre fue la excusa del Big Brother para atacar ese país, en el momento en que su dictador, Sadam Hussein, ya no servía a sus intereses, y por las importantes reservas petroleras que tenía esa nación. Todos sabemos lo que ocurrió. Ejecutaron a Hussein y el país quedó desmembrado. Hoy, la cuna de la civilización occidental, la Mesopotamia que tanto vimos en los libros, es un solo territorio lleno de gente, sin norte, sin brújula, gobernado por grupos y facciones que se reparten el territorio, pero ninguno tiene concepto de país. Así fue concebido por Estados Unidos. Mientras esté de esa forma, no es amenaza para nadie. Sus habilitantes viven todos los días tratando de encontrar el sustento.

Igual destino tuvo Libia. Las naciones europeas, carroñeras, desalmadas e imperiales desde siempre, lograron convencer a Mohamar Kadafi de que debía desarmar sus misiles y establecer una relación más profunda con ellos. Hasta le ofrecieron pingues beneficios para que depositara los dólares del pueblo libio en sus bancos. Allí fueron a parar 200 mil millones de dólares que desaparecieron, es decir, que se repartieron las naciones carroñeras de Europa. Una vez que el líder libio se desarmó, Europa sabía que ninguno de sus misiles los podía impactar, por lo que vino la segunda fase. Primero crearon una oposición que no existía, luego vino la campaña mediática, el asesino, el monstruo, el enemigo de la humanidad, poner al mundo en contra, pues. No había remedio. El mundo pedía a gritos sacar a Kadafi, por lo que siguieron los ataques aéreos, la creación de sicarios que atacaran a la población y finalmente el toque mortal, el asesinato del líder libio. Curiosamente, Libia es el país donde se desarrolló lo más parecido al socialismo que se conozca más allá de las teorías. Era un pueblo feliz. Por qué Libia, por sus riquezas. Tiene un petróleo que es casi gasolina, minerales, y posiblemente la mayor riqueza de agua dulce de todo el Magreb. Además, desde allí se controla parte del Mediterráneo.

Eso que hicieron los yanquis en "tiempos modernos", fue lo mismo que hicieron en todo el siglo pasado. Cientos de golpes de estado y magnicidios en donde gobernara alguien que no les sirviera a sus intereses. Y un poco antes, durante la Segunda Guerra Mundial, no se disparó ni un tiro en Estados Unidos, no fue escenario de guerra, por lo que su producción industrial estaba al cien por ciento, razón por la que le vendió armas, maquinarias, alimentos y medicinas al mundo entero, sobre todo a las naciones en guerra. Es decir, el mundo entero le debía todo. Encima de eso, vino el Plan Marshall por el que se destinaron 13 mil millones de dólares de la época, para reconstruir Europa. Cuánto dinero le quedó al Big Brother. Y por si fuera poco, los gringos se quedaron con el botín de guerra que después le vendieron al mundo entero, más toda su producción que debieron descontinuar, cientos de miles de aviones, camiones, jeeps, barcos, submarinos, armas y una larga cadena de etcéteras. En la segunda mitad del siglo pasado, casi todas las fuerzas armadas del mundo, estaban equipadas con armas y maquinarias estadounidenses.

Nunca ha habido moral para este monstruoso país. Mejor dicho, para sus gobiernos y sus clases dominantes. Aún se mantiene el debate, pero los historiadores coinciden en asegurar que los lanzamientos de Little Boy (Uranio) y Fatman (Plutonio) sobre Hiroshima y Nagasaki, se usaron en realidad para probar su poder, puesto que Japón ya estaba a punto de rendirse con sus fábricas destruidas y sin recursos para continuar. Estos inmorales hablan de genocidio y esas bombas dejaron 200 mil muertos, más las secuelas que viven sus habitantes aún hoy en día.

Más para acá en el tiempo, hay analistas, incluyéndome, que aseguran que el tsunami de Filipinas del 2004, que dejó 60 mil muertos; y el terremoto de Haití del 2010, que dejó 250 mil muertos, fueron pruebas de un arma que aún se conoce poco, llamada Haarp (High Frequency Active Auroral Research Program) Tengo un amigo que es el tipo más genial que haya conocido. Es, además, un erudito. El asegura que los israelíes lograron sintetizar esta arma y que la usaron para inducir el cáncer que acabó con la vida de Chávez. Esperemos el tiempo y la historia. En lo personal, soy un convencido de que a Chávez lo mataron.

De México queda bastante poco como nación. Entre el narcotráfico, sin duda alimentado por Estados Unidos, los jóvenes que quieren irse de su país y la corrupción, quedan poco, incluso como identidad. Esperemos que el pana Andrés Manuel, logre encontrar una salida y rescatar las reservas morales que sin duda quedan, aunque muy minimizadas por el enemigo. Yo no soy optimista al respecto. Pienso que lo van a matar en la medida en que vaya avanzando en sus reformas. Además, al parecer, no cuenta con una fuerza política poderosa que lo respalde. Ojalá y me equivoque.

A dónde quiero llegar con todo esto, se preguntará el lector. Hasta me atrevería a decir, siendo grosero, que todo lo anterior fue minucia, frente a las gigantescas posibilidades y brutales riquezas de Venezuela. Y si fueron capaces de hacer todo lo que hicieron antes, les falta mucho por hacer contra este país. Hasta pusieron a decir a un tipo como Julio Borges que Venezuela estaría metida en el atentado contra la escuela de policía, cuando se demostró casi de inmediato que era un falso positivo. Me refiero a Borges directamente porque no recuerdo que algún venezolano hiciera eso, aunque estuvieran de acuerdo, pero no públicamente. Borges lo tuiteó.

Sigue dándonos ventaja como nación el problema que tiene el Big Brother en Siria, el tema Irán que no lo tiene fácil, la situación en Yemen que se complica más aún, el problema Corea del Norte, nada fácil de resolver, y uno más que se le suma ahora: la contracción económica que aún no sabemos cuánto afectará a sus connacionales, y mucho menos al mundo, pero que los expertos aseguran será como nunca se haya visto.

Es un panorama muy complicado, tanto para el gobierno como para los venezolanos. Que se le pongan las cosas más jodidas de las que las tienen, ya es mucho decir. Solo espero no ver a mi país como dejaron a Libia. Como lo que es ahora. Y si eso ocurre, espero morir antes.



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Rafael Rodríguez Olmos

Periodista, analista político, profesor universitario y articulista. Desde hace nueve años mantiene su programa de radio ¿Aquí no es así?, que se transmite en Valencia por Tecnológica 93.7 FM.

 rafaelolmos101@gmail.com      @aureliano2327

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