¿Puede funcionar el socialismo?

Por supuesto que sí, no hay duda de eso una vez que admitamos, primero, que se ha alcanzado un grado óptimo de desarrollo industrial; segundo, que los problemas del proceso deben ser superados por la etapa de la transición.

Uno se siente turbado por esta circunstancia o por las hipótesis de si las formas socialistas de la sociedad será  de naturaleza democrática y de si tal sociedad democrática o no, tiene posibilidades de funcionar más o menos bien. Admitiendo la hipótesis y descartando las dudas, la respuesta a la pregunta que queda en pie, es  claramente, si al socialismo.

Por supuesto, antes, durante y después, hay que despejar el camino de formidables obstáculos imperialistas y una objeción de peso: Los revolucionarios pasamos por alto, con facilidad, a veces resueltos a no admitir el grado de que ciertos ideales suyos están ya resueltos en el mundo moderno. El capitalismo proporciona al talento, en una extensión mayor de lo que la mayoría de nosotros creemos los grados que necesitamos de convicción para elevarnos.

En el tópico brutal del oligarca típico, muchos hombres y mujeres de valía encuentran tan molesto que, los que no pueden elevarse por esos escalones, no merecen preocupación. Indolencia que incremento la pobreza de manera alarmante. A ese tremendo costo, el capitalismo moderno ofrece los medios para proteger y fomentar casi toda especie de capacidad en los primeros grados de desarrollo. La dificultad no está en encontrar los medios para los talentos, sino en cómo encontrar algo que pueda llamarse talento para utilizar los medios que el capitalismo ofrece, pero colectiva mente.

Nada mejor que la evidencia de los despilfarros que resultan del conflicto de principios estructurales de un sistema social en proceso de cambio. El capitalismo-militar está basado en los principios expansionaras y de lucro para su pan de cada día, cueste lo que cueste. En una sociedad socialista no existiría ese conflicto, por lo tanto toda fuente de la renta, los impuestos podrían desaparecer al mismo tiempo que el estado…o al menos el estado burgués.

Como no tenemos semidioses para dirigir la maquina socialista y arcángeles para manejarla y que siendo como es la naturaleza humana, la alternativa capitalista, con su sistema de motivaciones y su distribución de responsabilidades y de recompensas, ofrece, después de todo, sino el orden mejor que pueda concebirse, si la eterna rutina de malo conocido que bueno por conocer acentuado en la mentalidad del pueblo.

Y hay algo de verdad en esta respuesta, los hábitos sujetados por la creencia religiosa, la educación, y su moral de doble vía. Por una parte “guardarse” del peligro que se ocultan tras todo intento de comparar una realidad dada con una idea, sino también del error o estrategia inherente a toda comparación de una realidad dada con un ideal.

La masa por la naturaleza de las cosas no puede nunca defender de manera general al socialismo, así como la misma masa no acepta al capitalismo, lo acepta por referencia de las condiciones sociales impuestas y por las etapas históricas en la relatividad del cambio. Esta relatividad por las múltiples crisis se hace ahora mas evidente, importante para admitir que el socialismo es imprescindible para la existencia de la humanidad en condiciones básicas de vida o al menos con los derechos humanos fundamentales garantizados.

Siendo como es la naturaleza humana, el móvil del lucro y un conglomerado de abusos es indispensable para el funcionamiento de la administración publica, su eliminación, por ahora es un sueño impracticable pero necesario para construir el socialismo. ¿Por que? Porque el socialismo es una proposición practicable, cotidiana, humana, así como esta el funcionamiento de la estructura publica, ningún socialista razonable cree que lo fuese.

El sistema fundamental mismo puede modificarse eliminando los elementos refractarios, la naturaleza humana es, ciertamente maleable hasta cierto grado, especialmente en los grupos cuya composición requiere y puede ser cambiada; ser cambiada. Hasta donde puede llegar la maleabilidad es una cuestión que requiere una investigación seria, pues con los empleados públicos esta no ha funcionado al 100 x100. Decir lo contrario es una mentira pronunciada por y para tontos para hacer creer que, el socialismo funcionara o se podrá estructurar con el sistema publico que hoy tenemos y sostiene el burocratismo. Aceptar que podemos construir un socialismo con esa estructura burocrática es una burla.

Para dirigir una maquina socialista no es necesario semidioses y arcángeles, porque como ya hemos visto, el problema a resolver, una vez que hayan sido superados los problemas del proceso, será no ya mas difícil sino mas fácil que el cometido con que se enfrenta el líder y el pueblo en estas circunstancias, responde a que la forma socialista de la transición presupone un nivel ético que no puede esperarse que el pueblo alcance así como esta con esos valores y principios capitalistas.

Los revolucionarios tenemos que culparnos a nosotros mismos si argumentos de este tipo sirven al imperialismo y a la oposición. Hablan de los horrores de la corrupción, de la inflación, de la inseguridad, de la especulación, realidades que deben ser suprimidas para mostrar a la naturaleza humana en toda su belleza y capacidad, o en todo caso, para iniciar un proceso distinto de educación que reformaría la moral de la masa y la conduciría hasta el nivel ético requerido, para combatir el descrédito del proceso que se bate con el crédito que indudable lo tiene.

Pero es necesario tomar partido en mejorar como vemos y vivimos el proceso, porque ahora es necesario reformas fundamentales no solo en la educación, en todo lo que concierne al vivir diario para reformar el espíritu socialista y poner en marcha la transición hacia nuestro socialismo. 

rcpuma061@yahoo.com


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Raúl Crespo


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