Faro Geopolítico #9

Capitalismo y Comunismo

El Capitalismo y el Comunismo, ambos son términos que cumplen una función ideológica y política de primer orden en el plano de la propaganda a sus anchas. Para identificar precisamente al adversario político en los procesos electorales democráticos burgueses, en un momento en el que las democracias liberales tienden a igualar a los distintos partidos políticos pertenecientes a un sistema político.

Es decir, estos términos cumplen una función parecida a la que efectúan otros términos clásicos, como lo son: izquierda vs derecha / progresistas vs reaccionarios / demócratas vs fascistas.

En primer lugar, abordaremos este asunto desde el punto de vista filosófico. Por tanto, lo principal a tener en cuenta, considerando que para los partidarios de las diferentes corrientes ideológicas sean burguesas o no. Afirman que el Mercado puede existir al margen del Estado y presentan dichos modelos como paradigmas a los que debemos aproximarnos.

En consecuencia, ni el mercado, ni la economía, ni la moneda pueden funcionar al margen de los Estados, sin guerras (luchas por el poder de los mercados) y sin ejércitos.

Desde luego, por otro lado, toda economía es siempre economía política del mismo modo que toda política es siempre política económica.

Por consiguiente, si tomamos a la ontología como campo de análisis, podemos dar cuenta que el liberalismo en tanto -ideología- como el comunismo, entienden al Estado y al Mercado. Entendiéndose a éstas como dos sustancias separadas en orígen que sólo posteriormente se agruparían para llevar a cabo relaciones entre sí. Es ahí donde, surgirían las diferencias entre un sistema (estatal) y otro sistema (operaciones de mercado).

De esa forma, el comunismo en el límite sostendrá que el Estado y el Mercado, podrían relacionarse para mantener una buena compactación en la fluctuación de las mercancías, siempre y cuando el Estado controle al Mercado.

En cambio, los liberales asientan su visión que las relaciones entre Mercado y Estado, deben ser mínimas o ninguna desde la versión minarquista o anarcocapitalista. Esta suerte de liberales desea "libertad de comercio" y para ello consideran que es necesario eliminar las trabas (normas de control) que imponen los Estados.

Por último, en este aspecto ambas posiciones asumen la idea de que Estado y Mercado son unidades separadas y llegados al límite el Estado desaparecería.

Entre tanto, el problema tal como hemos detallado, no se da entre Mercado y Estado, entendiendo que el Mercado no es una sustancia aislada y autónoma. El problema surge, es entre los Mercados que controla un Estado determinado frente a los Mercados que controlan otros Estados.

Dicho de otra manera, el conflicto se encuentra entre unos Estados frente a otros Estados, precisamente a través de los Mercados que cada uno de estos Estados controla persiguiendo su propia "eutaxia" (estabilidad recurrente de la comunidad política. Aristóteles).

Un ejemplo de ello, es el caso de la empresa china HUAWEI (líder en infraestructura de tecnologías de la información y de la comunicación) frente al veto comercial impuesto por EEUU a los teléfonos chinos en el año 2018, estás cosas suceden porque cuando un Estado pierde el poder sobre unos mercados (también conocidos como sectores estratégicos), dicho Estado, en este caso EEUU podría ver debilitada su estabilidad.

Siendo así porque economía y política están íntimamente vinculadas, precisamente porque la competición tiene lugar en la base estructural del Estado, en su circulación compra-venta, producción-consumo.

En definitiva, ¿qué es eso del capitalismo? No es más que el imperialismo de un Estado sobre otros Estados. Lo que ordinariamente se designa como capitalismo no es sino el imperio del dólar de EEUU y su imposición sobre otros Estados.

Tal como lo expresaba en uno de sus ensayos, el argentino, Arturo Jauretche (1957):

"Al dólar lo suben ellos de esa manera se devalúa el salario. Una de las formas de disciplinar a los trabajadores que históricamente ha adoptado cierta oligarquía.

Los tarifazos los programa ellos una forma de transferir recursos del bolsillo del pueblo hacía el poder dominante.

La fuga la facilitan ellos, una forma de endeudar a millones para que se beneficien unos pocos.

La crisis la generaron ellos porque a través del miedo colonizaron al sentido común.

El relato y la mentira la implementan ellos para que con la complicidad de muchos nadie sepa la verdad. Es hora que te des cuenta que existe un solo camino o dejamos que sigan decidiendo ellos o comenzamos a hacer algo por nosotros. No se trata de cambiar de collar sino de dejar de ser su perro".

La acumulación de capitales en el modo de producción capitalista se va imponiendo gracias a un imperialismo que los extiende y que los hace valer frente a otros Estados. En su plano técnico, eso que llamamos capitalismo ha sido dado a conocer por los EEUU y no por casualidad, siendo que tras ganar la II Guerra Mundial, tuvieron la capacidad, la potencia y el poder de ir extendiendo su moneda y su democracia a través de planes de conspiración política, la OTAN, bases militares y flotas de guerra por todos los continentes del planeta, con el objetivo de erigirse como primera potencia hegemónica mundial frente al bloque soviético, abriendo mercados en territorios donde el dólar pudiera convertirse en la mayor reserva de valor del mundo.

Estando bajo el área de influencia y la mira militar de EEUU en toda la región tanto del Caribe y Suramérica. Se ha implantado lo que se llama socialdemocracia de este nuevo tiempo que es una socialdemocracia domesticada y puesta al servicio del imperialismo anglosajón con EEUU a la cabeza. Por la que busca contrarrestar Venezuela desde las condiciones materiales de fuerza y posicionamiento geopolítico en el sistema internacional mundial contra la decadencia preeminente del imperialismo estadounidense.

Por tanto, que el comunismo entendido como un sistema opuesto al capitalismo, al que Karl Marx, postula una doctrina filosófica materialista de la historia, es decir, que pensaba que había unas leyes de la historia según las cuales unas etapas se iban sucediendo a otras hacia un propósito final, según esta doctrina Marx afirmó que unas formas de producción iban dando lugar a otras más potentes hasta que se alcanzaban en el comunismo final como etapa definitiva de la humanidad. Estas distintas fases o procesos de la historia serían el comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo y la fase de transición del capitalismo al comunismo que según Marx, tendría dos momentos, la fase socialista y la fase superior del Estado sin clases o propiamente comunista. Dando cuenta, que a pesar de algunas de estas fases históricas, como por ejemplo, el esclavismo, los enclaves de sus relaciones de explotación mutaron en otras formas degeneradas de subordinación que trascendieron formalmente técnicas, normas y jurisprudencias sobre las formaciones de los Estados que se hicieron vigente hasta el siglo XIX desde su aparición. Siendo la más contundente, la fase del comunismo final que no se ha consumado en cuanto a la extinción del Estado por las propias dinámicas de la historia y procesos de desarrollo tecnológicos imposibles de visualizar en su profundidad un Marx que ni siquiera llegó a conocer el internet.

¿Hasta qué punto la oposición entre capitalismo y comunismo en el tiempo que existió la URSS era una contradicción real entre dos sistemas económicos distintos y no una oposición que tuvo más bien entre dos especies distintas de capitalismo encabezadas por dos grandes imperios políticos: la Unión Soviética y Estados Unidos?

La Unión Soviética fue siempre una forma más de capitalismo con la diferencia de su descomunal grado de burocratización de la economía y un amplio control regulatorio de la actividad empresarial pero sin que esa diferencia se diese tanto a escala del género (tipos/formas) como a escala de la especie, una especie sui géneris de -capitalismo de Estado-.

En tal sentido, la conclusión que suele deliberarse entiende que, desaparecido el Comunismo, el triunfo del Capitalismo es total. Siendo esta conclusión errónea, porque el "sistema comunista" en realidad fue la política imperial soviética contra la política norteamericana, un sistema de Estados bipolar, que resultado de la guerra mundial y de la Conferencia de Yalta, modificó el sistema de Estados multipolar del Congreso de Viena.

Es desde esa comprensión histórica que al referirnos al Capitalismo triunfante no es más que la transición hacia una política de bloques donde China ocupa un papel fundamental en el eje Asia-Pacífico.

Por su parte el Comunismo realmente existente, el de la URSS, cayó definitivamente entre 1989-1992. De tal manera, lo que muchas personas no terminan de comprender, es que dicha caída no dejó intacto ni al comunismo ni al marxismo en general.

Es decir, las teorías económicas con las que el marxismo de la URSS interpretaba la economía en su propio contexto histórico hasta estos anales de la actualidad aunque conservan las vértebras de sus fundamentos centrales como la teoría del valor y del materialismo por mencionar algunas de sus coordenadas se han diluido en cuanto a su praxis, precisamente en un progresismo socialdemócrata en oposición a la "derecha" neoliberal.

Conforme a esa condición real expresada en el desarrollo histórico del movimiento de las cosas, de la acción política y de los Estados. Esa misma realidad es forjada y llevada en marcha por el marxismo empleado por la República Popular de China que ampliamente lo ha desbordado desde sus práctica filosófica y política como programática.

Un proceso de desbordamiento similar es el que ha ocurrido en esta región del mundo que llamamos Occidente (incorpora a todas las regiones del continente de América a excepción de Cuba, los países de la Europa Occidental, Israel, algunos Estados de África del Sur, Australia y Japón). En estos Estados el marxismo ya no tiene implantación política recordemos que hace varias décadas todos los partidos socialdemócratas renunciaron oficialmente al marxismo.

Sin embargo, no se puede negar que el marxismo goza en nuestros días de una fuerte implantación en el ámbito universitario sobre todo en el campo de la Ciencias Sociales y políticas, permeado sobre la visión crítica anti comunista impulsada por la Escuela de Frankfurt, apoyada y financiada por EEUU.

En conclusión, actualmente en la transición del desarrollo de la época del siglo XXI, la verdadera oposición no tiene lugar entre dos sistemas económicos antagónicos como lo son capitalismo y comunismo, sino que se da a escala específica, entre un capitalismo que toma como eje central al Estado nación y un capitalismo globalista, progresista, partidario de las fronteras abiertas y objetivos deliberadamente transnacionales como los referidos a la igualdad de género en el mundo o aquellos enfocados a paliar los efectos del cambio climático antropogénico en todo el planeta. Estas "izquierdas globales" de políticas globales, progresistas, reimpulsadas incluso hoy por el Foro de Davos.

Todas estas ideologías, feminismo, cambio climático antropogénico, las teorías queer, etc. Todas están conectadas con la economía liberal y el mercado hasta el punto de movilizar cantidades astronómicas de dinero, no solo del erario público de cada Estado sino en conceptos de productos comerciales que generan beneficios multimillonarios a ciertas empresas. Pero sobre todo, están conectadas a la dialéctica de Estados y de imperios en un momento en el que el mundo unipolar se resiste a ser rebasado y a fenecer ante el acoplamiento que cada día va fortaleciendo el mundo multipolar, donde EEUU está luchando a muerte (llevándonos a una III Guerra Mundial) por mantener su estatus de hegemonía global frente a otros Estados imperios de carácter anti hegemónico unipolar.



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Sergio Gil

Licenciado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

 sergioconbolivar@gmail.com

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