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¿Capitalismo Popular?


En la carrera por el abanderado que surgirá de las elecciones primarias de la oposición, una candidata ha lanzado una propuesta que ha llamado “Capitalismo Popular”, que según ella, es una justa distribución de bienes, servicios y dinero entre los diferentes estratos sociales, sin distingos ni exclusión, es decir, que todos participen de las riquezas acumuladas en el país. Esta concepción, se asemeja más a socialismo, pero con errado y descabellado enunciado, que huele más a demagogia política, preñado de alto populismo.

Para dirimir este asunto, se debe precisar el concepto capital, las teorías de éste y su historia y el capitalismo. El capital, es un término genérico que designa un conjunto de bienes y una cantidad de dinero de los que se puede obtener, en el futuro, una serie de ingresos. Desde el punto de vista contable, el capital se define como la suma de las propiedades de un individuo o una corporación, en un momento dado, a diferencia de los ingresos derivados de esas propiedades a lo largo del tiempo. Para los economistas del siglo XIX, el término capital, se refería únicamente a la parte de la riqueza que había sido anteriormente producida. Los ingresos provenientes del capital, según esta definición, se denominaban beneficios o interés, mientras que los ingresos provenientes de los recursos naturales se denominaban rentas. Los economistas contemporáneos, que consideran que el capital es únicamente un conjunto de bienes y dinero que sirve para producir más bienes y dinero, ya no hacen la anterior distinción.

Aunque las teorías sobre el capital son todas relativamente recientes, el capital, como tal, ha existido en las sociedades civilizadas desde la antigüedad. En los antiguos imperios del Lejano Oriente y del Oriente Próximo, y en mayor medida en el mundo grecorromano, se utilizaba el capital en forma de herramientas y equipos sencillos para producir tejidos, cerámica, cristalería, objetos metálicos y muchos otros productos que se vendían en los mercados internacionales. Es necesario enmarcar esta situación en la perspectiva histórica del economista alemán Karl Marx (Carlos Marx) y otros autores socialistas que aceptaban la visión clásica del capital añadiendo otro aspecto. Estimaban que sólo podían ser considerados capital los bienes productivos que permitían obtener ingresos independientemente del trabajo realizado por su dueño. Por lo tanto, las herramientas de un artesano o las tierras de un pequeño propietario no podían considerarse como capital en este sentido. Los socialistas defendían que el capital termina siendo una fuerza determinante en la sociedad cuando un reducido grupo de personas, los capitalistas, poseen la mayor parte de los medios de producción, y un grupo mayoritario de personas, los trabajadores, reciben poco más que unos medios de subsistencia como pago por la manipulación de los medios de producción que sólo benefician a sus propietarios. Esto es, la explotación del hombre por el hombre.

El término “Capitalismo” fue acuñado a mediados del siglo XIX por Karl Marx. Otras expresiones sinónimas de capitalismo, son el sistema de libre empresa y economía de mercado, que se utilizan para referirse a aquellos sistemas socioeconómicos no comunistas. Algunas veces se utiliza el término economía mixta para describir el sistema con intervención del sector público. El capitalismo, es un sistema económico en el que las empresas privada y de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas, hasta considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, y en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la I Guerra Mundial (1914-1918) tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista.

Las principales teorías del economista Joseph Alois Schumpeter, (1883-1950), economista y teórico social austriaco, se centraron en el papel de los empresarios y en el futuro del capitalismo. Acerca de los primeros subrayó la importancia que deben desempeñar estimulando la inversión y la innovación. En cuanto al segundo aspecto, afirmó que el capitalismo se desintegraría como consecuencia de su propio éxito. Esta desintegración, es un hecho evidente en las economías europeas, incluyendo el gigante imperial. Por los razonamientos que anteceden, desde el punto de vista semántico y la falta de sintaxis como expresión demagógica “capitalismo popular”, sin lugar a dudas, no tiene aceptación, ya que “popular” es lo relativo al pueblo, que es peculiar del pueblo o procede de él, o propio de las clases sociales menos favorecidas. Capitalismo y Pueblo no compaginan. Y hasta la próxima, si Dios quiere. ¡Venceremos¡

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