Hacia las primeras y democráticas elecciones universitarias

No hay duda: este año, 2014, tendremos las primeras elecciones universitarias, democráticas, participativas y protagónicas. Una vez, mi papá me dijo que jamás olvidara mis orígenes y procedencia, porque yo podría obtener un título y hasta hacer dinero, por el hecho de ir a la universidad, pero ella no me convertiría en gente. Muchos años más tarde, un cura irlandés me aconsejó jamás parecerme a la burguesía, ni a su remedo, llamado "clase media". Hoy, empiezo a entender tales advertencias.
  

  La universidad tradicional venezolana, sobre todo, la emblemática heredera de la decimonónica -que hoy nuclea a rectores de la autodenominada Asociación Venezolana de Rectores Universitarios, mejor conocida como la  Asociación Venezolana de Rectores de la Ultraderecha (AVERU), junto con sus aliados de la moribunda Federación que agrupa a las asociaciones civiles de profesores universitarios- ha sido creada para ponerla al servicio del Estado burgués, sin proyecto de desarrollo nacional, sin carácter universal, sino elitista y segregacionista, inspirada en sus formas, modos, miserias y abyección, en la leyenda medieval, conocida como la Corte del Rey Arturo y sus caballeros de la Mesa Redonda.
 

    Hoy, entendemos que este modelo vetusto y parasitario de "universidad", solo ha servido para reproducir mano de obra calificada para la manufactura y del modelo capitalista, en todas sus formas y niveles, en el que esa burguesía única, controla los medios (propiedad, en general, de fábricas, maquila, manufactura y servicios) y modos de producción (las leyes y reglamentos, que sustentan y dan legalidad a la explotación, dentro del Estado burgués).
    

Por lo anterior expuesto, la mayoría nacional, se dio a sí misma, un conjunto de cambios graduales, que apenas empiezan a gestarse, primero con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV: 1999), luego, con la Ley Orgánica de Educación (LOE: 2009) y Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores (LOTTT: 2012), bajo el liderazgo del Comandante Presidente, Hugo Chávez, con quien la mayoría nacional decidió por un Proyecto, Bolivariano, Socialista y Chavista, expresado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar (2007) o Plan Socialista de la Nación, 2007 - 2013 y el Programa de la Patria o II Plan Socialista de la Nación, 2013 - 2019, impulsado ahora y liderado, por el primer Presidente Obrero, Nicolás Maduro, como Ley Orgánica.
    

En el ínterin, ha quedado pendiente la Ley de Universidades (LU), pues la propuesta presentada por la Asamblea Nacional, fue vetada por el Presidente Chávez, no por objeción de su contenido, sino porque, en aquel momento, dicha propuesta no concitaba las voluntades y consultas necesarias de la mayoría nacional.
   

  En este lapso, también hemos tenido el beneplácito de ser beneficiarios y gozar, de manera indiscriminada, del Primer Contrato Colectivo Único Universitario (ICCUU: 2013), que echa por tierra, lo que nació como una traición al sector profesoral, puesto  que en 1983, durante el gobierno de Luis Herrera Campins, se inventaron las llamadas "Normas de Homologación" (NH), burlándose de la comunidad universitaria y cuando las impusieron, establecieron un aumento salarial, en base a una falsa inflación de 38%, cuando ese año superó el 138%, aunque después, gracias al clientelismo de la llamada IV República, se le pretendió dar un carácter teológico y fundacional, que negaba toda propuesta y violaba la LOTTT, incluso, la antigua Ley Orgánica del Trabajo (LOT), de hechura calderista, que ahora, las viudas de la IV, lloran e invocan como la panacea.
 

    Da pena recordar, que para estas discusiones, los obreros y empleados, no existían, porque para la derecha fascistoide, ellos no eran gente, mientras que la autoproclamada "élite académica", ha proclamado con la pose arrogante y la absoluta certeza, como verdad de fe, que el "profesor universitario" no es trabajador. De ahí, que para esa llamada élite de académicos inorgánicos, representa una gran mentada de madre el que se les llame "trabajador académico", porque algunos de ellos se sienten, inspirados en José Enrique Rodó y su Ariel, como una "aristocracia intelectual", más allá de ese pedestrismo y desacralización en los que nos coloca y desnuda la actual LOTTT.
    

  Desde esa aristocracia intelectual, ellos rechazan el contenido del artículo 34 de la LOE, en relación con el "ejercicio de la autonomía universitaria", sobre todo, en su numeral Tres (03), que reza textualmente, una de sus facultades:
3. Elegir y nombrar sus autoridades con base en la democracia participativa, protagónica y de mandato revocable, para el ejercicio pleno y en igualdad de condiciones de los derechos políticos de los y las integrantes de la comunidad universitaria, profesores y profesoras, estudiantes, personal administrativo, personal obrero y, los egresados y las egresadas de acuerdo al Reglamento. Se elegirá un consejo contralor conformado por los y las integrantes de la comunidad universitaria. (Op. cit.) (Negrillas nuestras)
 
Esa aristocracia inorgánica criolla, alega que "igualdad de condiciones", no significa la "paridad del voto", "uno a uno", sino en dejar que esos menores de edad, obreros, empleados, estudiantes", participen porcentualmente, por sectores, cual castas o estamentos, porque además, ellos no tienen la sapientia, ni la alta episteme de la aristocracia académica.
 

    En esta trampa pudiéramos caer, si hacemos el cálculo de que con la paridad del voto, no pudiéramos salir favorecidos o hegemonizar, electoralmente. Lo que sí es seguro, bajo este erróneo y antidemocrático criterio, es el hecho de que se escamotea el valor del individuo como sujeto activo, participativo y protagonista de esta historia. Además, vale recordar que para elegir al Presidente de la República, cada voto vale y cuenta, única e indivisiblemente y quien gana por un voto unas elecciones, así se le reconoce. El colectivo elector es la suma de sus individuos y éstos expresan la concreción de dicho colectivo. También, han de saber los sectores atrasados que el éxito de esta democratización electoral en las universidades, no está en la posibilidad de hacerse de los cargos, para controlar el poder circunstancial, sino en la participación democrática, participativa y protagónica.
  

   Por otra parte, volviendo sobre el ejemplo del Presidente de la República, estoy seguro, éste tiene bajo sus hombros mayor número de responsabilidades, incluyendo las intelectuales, que las de un rector de cualquier universidad o de todas juntas. La estamentización, la porcentualidad por sectores, siempre conducen al clientelismo y al reparto del botín, al mejor estilo de la democracia representativa, en donde el gobernante en su oferta, debía cuidar la cuota de poder o pago crematístico, tal y como sucedía en las universidades, cuyos rectores se cuidaron en satisfacer con una cuota clientelar para los profesores jubilados, electores privilegiados, que por su número, definían siempre, quién sería el rector de turno.
   

Además, cuanto más se compartimentaliza una unidad institucional, como la "universidad", más nos alejamos del criterio que la define, cualidad muy propia del capitalismo y de su política neoliberal, por aquello del "divide y vencerás", fórmula que se pretende aplicar, con argumentos retorcidos y bajo subterfugios que escamoteen la voluntad popular, en la concreción de un nuevo Reglamento Electoral Universitario (REU), para, definitivamente, burlar el sentido de colectivo, específicamente, de masa y de Pueblo, maduro y consciente, capaz de elegir a cualquier autoridad universitaria, tanto, como  ser electo, en los mismos términos que el Presidente de la República, un diputado, gobernador, concejal o alcalde, entre otros cargos de elección popular, porque en definitiva, la aristocracia universitaria, busca conjurar el "carácter popular", de la universidad, de cara al siglo XXI.
         

  Esta es, en fin, la principal trampa de la que se valen quienes ya sospechan que las próximas elecciones universitarias estarán dadas con nuevos electores, razón por la cual, ahora, esgrimen la falsa excusa del "equilibrio en la votación", puesto que pretenden confiscar el derecho individual que nos confiere, sin lugar a dudas, la CRBV, para un gobierno universitario, colectivo y corresponsable. Otros, más audaces y cínicos, ya empezaron a ofrecer espejitos y preciosas joyas de fantasías, como premios, condecoraciones, homenajes, incentivos, placas, regalos, ascensos laborales y carguitos de segundo orden, para, de esa manera, concitar el voto de un sector a su favor. En fin, su demagogia, ya empezó a diversificarse, por estamento o sector, como ellos lo llaman. Y, los más peligrosos, ya están trabajando duro, con apoyo mediático, con "la irracionalidad" como argumento, contra el gobierno del Presidente Nicolás Maduro y bajo el chantaje de prender la calle, invocando una democracia que ellos mismos entorpecen e invocando una crisis que ellos intentan propiciar, pues la llevan en su ser y su naturaleza fascistoide, pero que proyectan en su "disociación psicótica" que intentan colectivizar, con su "psicoterror".
    

Por otra parte, los mismos que introdujeron recursos de nulidad contra la LOE y contra la CRBV, ahora, preparan su artillería discursiva, para ser difundida en todos los medios privados posibles, en la que retuercen el contenido y esencia del artículo 109 de la CRBV, en el que el Estado reconoce la "Autonomía Universitaria", para "dedicarse a la búsqueda del conocimiento", no para otros fines, como conspirar, o servir de guarida o bastión del gobierno de EEUU, en donde se forman fascistas, extremistas de derecha, con la ayuda de personal académico, todos ellos, altamente comprometidos con dicho imperio, por ser asalariados y soplones de sus organismos de inteligencia, como la Central de Inteligencia Americana (CIA) o del Departamento de Estado, con sus múltiples fundaciones de maletín.
   

  En este sentido, el artículo 109 de la CRBV, ni en modo indicativo, ni en subjuntivo, ni lo insinúa, ni en su estructura gramatical, en la sucesión de proposiciones subordinadas, en absolutamente, nada, de su orden lógico, excluye a obreros, ni empleados, ni profesores convencionales o noveles, de la noción de "Comunidad Universitaria", puesto que a ésta la  conforman todos, hasta las ardillitas de los jardines.
    

Desafortunadamente, entre tales intelectuales inorgánicos, herederos del pensamiento decimonónico, ha privado el homologar en su sentido, la noción de "Comunidad Universitaria", con "Comunidad Académica", con el ánimo de absorber, controlar y gobernar a su antojo, absolutamente todo lo concerniente a la vida universitaria.
    

Superado este otro engaño y noción atrasada, ha de entenderse, comprenderse y avalarse en un nuevo REU, el que obrer@s y/o emplead@s, puedan aspirar y estén facultad@s, para ser rector@s, vicerrector@s, Decan@s, Director@s de alguna división o dependencia, jef@s, coordinador@s, de cualquier área, por cuanto ningún cargo, que ha de  gerenciarse, está reñido con el hacer ciencia y la búsqueda del saber y la verdad. Esto es una herejía, para la aristocracia de intelectuales inorgánicos, así como les pareció cuando Galileo Galilei dijo que la tierra era redonda. Y, es redonda. Ya todos los aceptan.
    

Bajo el criterio erróneo de darle un velo especial al hecho de gerenciar el quehacer universitario, los intelectuales inorgánicos de la aristocracia universitaria, han edulcorado la píldora, alegando que obreros y empleados "coadyuvan" o "son un valioso recurso y capital humano", pero no pueden osar igualarse a tan sublimes académicos, que son los non plus ultra del saber y de la ciencia. Por lo tanto, los profesores son los únicos que pueden beber del Santo Grial. Estas mismas falacias argumentativas del fascismo universitario, han servido para  explicar por qué un obrero, como Nicolás Maduro, no merece, ni puede ser el Presidente de la República y antes, el Cdte. Chávez tampoco podía, porque no tenía abolengo, ni pedigrí, como la de la fauna política tradicional, que se regodeaba con la alta burguesía y sabía acatar las disposiciones de los amos del valle.
    

Por este tortuoso camino, para alcanzar las primeras elecciones democráticas universitarias, en estas "emblemáticas" universidades (por su antigüedad y por su reconocimiento público), aunque no son las únicas, ni las que más abarcan y forman estudiantes, nos hemos encontrado que sus autoridades, nucleadas en la AVERU, han burlado las leyes, han desacatado al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), han jugado y manipulado las leyes existentes y se han atornillado a los cargos, nisiquiera respetando el sentido de "encargados", sino a lo bravo, con dictaduras locales en las universidades que ellos han querido convertir en republiquetas. Vale destacar que las autoridades de la AVERU, dada su naturaleza fascistoide, se han burlado y han irrespetado a sus propias comunidades universitarias, con total impunidad, por ahora.
    

Entre los recursos que sus miembros se han planteado, para alcanzar la democratización y el derecho al voto paritario y a la participación de todos sus miembros, como autoridad, en cargos electos y no "puestos a dedo", está, entre otras actuaciones legales, un "Recurso Contencioso Electoral con Medida Cautelar", interpuesto por varios profesores o trabajadores académicos, entre los que me cuento, ante la Sala Electoral del TSJ,  Expediente Nº AA70-E-2013-000024  que fue admitido, se suspendieron unas elecciones írritas que aspiraban realizar, en complicidad de élites y a la presente fecha, además de escuchadas las partes y la opinión de la Fiscalía General de la República, las partes coincidieron con ésta última en solicitar al Magistrado que sea el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria (MPPEU), dentro de sus competencias, el órgano que dicte reglamento total o parcial, con las modificaciones a las que haya lugar.
    

Sin menoscabo de otras acciones judiciales que han interpuesto, obreros, empleados, estudiantes y egresados, de acuerdo con la arriba mencionada, en jurisprudencia, ésta podría servir para ser aplicada a todas las universidades que acordaron burlas las leyes y normas en este sentido, muy a pesar de sus maniobras, lo que nos puede llenar de optimismo, por cuanto el pasado día 22 de enero, llegó boleta de Notificación de la Sala Electoral del TSJ, al despacho del MPPEU y desde el 23/01/2014, corren los veinte (20) días hábiles, para que responda la consulta, la rechace o acepte, dentro de sus competencias, para elaborar y dictar  Reglamento Electoral Universitario. Luego, vendrá el lapso para la elaboración del mismo. Insisto en que esto crea jurisprudencia, por cuanto es el mismo caso de todas las universidades, en las que, deliberadamente, sus autoridades (miembros de la AVERU), no modificaron, ni adecuaron sus reglamentos, por su desacuerdo con el artículo 34 de la LOE, para entorpecer, negar del derecho al voto y secuestrarse el poder.
    

Soy optimista al suponer, que en un lapso, de tres (03) a seis (06) meses, incluso, con un máximo de nueve (09) meses, tendremos un nuevo REU, dictado por el MPPEU para todas las universidades. Tendremos elecciones este año, 2014, sin escamoteo, con el voto de todos, obreros, empleados, profesores, auxiliares docentes, estudiantes y egresados, porque "Hoy, tenemos Patria. Que nadie se equivoque" (Cdte. Hugo Chávez Frías: 08/12/2012). Se rescató la vieja PDVSA, por otra Nueva, puesta al servicio del Pueblo. Las universidades, es posible democratizarlas.



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Luis Alexander Pino Araque


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