En las últimas semanas la alcaldía del Municipio Chacao del estado Miranda, uno de los bastiones políticos y sociales de la burguesía tradicional del país, desarrolló una política pública denominada: el Carnet Municipal de Chacao. El referido Carnet Municipal se constituye en una especie de cedula de identidad de Chacao, mediante el cual los habitantes del mencionado municipio del área metropolitana obtienen una nueva nacionalidad y ciudadanía distinta a la venezolana. En este sentido, aunque pareciera en broma, en algún momento nos exigirán al resto de los venezolanos un pasaporte para entrar al territorio de Chacao.
El alcalde Emilio Graterón, ex dirigente de Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, comentó en declaraciones presentadas en el periódico “Diario de Caracas”, que los habitantes de Chacao empleando su Carnet Municipal tendrán acceso a los servicios de salud municipales, es decir, aquellos que regentan las autoridades del municipio Chacao. Entonces, observamos como un funcionario del Estado venezolano en su condición de representante de un ente del poder público municipal, en este caso electo con los sufragios de la oposición, tiene la insensatez de reconocer públicamente que en los ambulatorios y servicios médicos de su municipio se práctica la discriminación y exclusión. De esta manera, los venezolanos que no habitemos en Chacao, y por ende tampoco tengamos el carnet municipal o cédula del referido municipio capitalino, no tenemos derecho a los servicios “públicos” de salud en la jurisdicción que regenta actualmente Emilio Graterón. Por lo tanto, se configura en una política pública que constituye ciudadanos de primera, los de Chacao, y el resto de segunda. Incentivando una fragmentación de la idea de nacionalidad venezolana, y promoviendo el secesionismo.
Emilio Graterón, colaborador político cercano de Leopoldo López, tiene el descarado de continuamente exigir el cumplimiento de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que, según su opinión es violentada por el gobierno nacional, sin embargo; admite que en el Municipio Chacao el derecho a la salud es solamente para los que tienen su residencia en esa aburguesada entidad local. Ustedes se imaginan que, por mala suerte o casualidad, un ser humano (venezolano o extranjero de verdad no importa) tenga un accidente de transito en el Municipio Chacao y cerca del lugar de la tragedia se ubique un servicio de salud de la Alcaldía y es trasladado al mismo pero al no tener la cedula de Chacao, por decisión del ilustre Graterón, no pueda recibir atención sanitaria. ¿Cómo ocurre una discriminación tan descarada en Venezuela? ¿Será que la defensoría del pueblo, y su máxima autoridad la defensora, no conocen la gigantesca violación del derecho a la salud que acontece en el Municipio Chacao? ¿No basta con las clínicas privadas que excluyen mediante el criterio monetario, para también sufrir la exclusión por condiciones de residencia?
El actual alcalde de Chacao, Emilio Graterón, con su política pública demuestra su grandioso talante “humanitario” al excluir del acceso de salud a los no residentes del municipio por él gobernado. Políticas públicas como el Carnet-Cedula de Chacao, demuestran que los sectores de oposición tienen un sentido bastante distorsionado de la integridad nacional. Fortaleciendo las divisiones sociales existentes en el marco de la sociedad burguesa, con la creación de la pintoresca y peligrosa cedula de Chacao. ¡Los habitantes de Chacao, a pesar de mantener algunos la propiedad sobre importantes medios de producción, no tienen más derechos que los otros ciudadanos venezolanos! ¡Esa realidad debe ser comprendida por el Alcalde de Chacao, pero la derecha sólo comprende mediante la movilización popular!
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