Inglaterra es una de las principales puertas de entrada de la cocaína a Europa y aunque su importancia en el narcotráfico se extiende a otros aspectos, se escudan para no llevar una lucha ardua contra ese delito en la narrativa que es un problema global y complejo.
Sin embargo hay un elemento muy particular de este país como soporte del comercio de drogas en los Estados Unidos, ya que al ser Inglaterra uno de los principales centros financieros del mundo le permite disponer y manejar los grandes flujos de dinero relacionados con el narcotráfico para que puedan ser blanqueados a través de bancos ingleses y otras instituciones financieras. Para ello los forajidos utilizan sistemas financieros sofisticados para ocultar la procedencia ilícita de los fondos y la complicidad institucional. Todo esto es una actividad oculta, silenciada, sepultada por miles de noticias que desvían la atención del público y del pueblo ingles hacia eventos más banales y frívolos que los mantienen despolitizado y alejados de situaciones relevantes.
Inglaterra, especialmente Londres, tiene un entorno financiero complejo que ofrece a las organizaciones criminales oportunidades para blanquear los ingresos obtenidos del narcotráfico. Su alta conectividad financiera y la amplia gama de servicios bancarios le permiten que flujos de capital de diversas fuentes sean disimulados y legitimados con relativa facilidad. La infraestructura bancaria inglesa, junto con la falta de supervisión de las autoridades de ese país, lo cual le genera la menor preocupación a los Presidentes de los Estados Unidos, o a Marco Rubio, llevan a situaciones realmente irresolubles en la lucha contra el blanqueo de dinero.
A pesar de todas las medidas comunicacionales, políticas, económicas, que se toman para ocultar las operaciones de blanqueo en el sistema financiero británico, numerosas instituciones financieras han sido implicadas en escándalos relacionados con este delito afectando por igual, dado que es un sistema manejado por la misma elite británica, a bancos grandes como entidades financieras más pequeñas y que están menos visibles o fuera de regulación.
Investigaciones que se han podido realizar, revelan cómo ciertos bancos permitieron transacciones vinculadas al tráfico de drogas. Pero los mecanismos para detectar actividades ilegales son insuficientes, por lo que el dinero sucio fluye a través de cuentas y se mezcle con fondos legítimos. Allí al "potente" sistema financiero británico llegan todos los flujos de dinero ilícitos que Colombia, Ecuador, México, Asia, África generan, para que después de ser lavado en Inglaterra sea reenviado a sus verdaderos dueños que es la elite, la burguesía, la oligarquía de los Estados Unidos. Entre los casos más notorios detectados, que no llegó más allá de una multa sin detenidos, está el caso del banco HSBC multado en 2012 que maneja millones de dólares de los carteles de drogas mexicanos. Claro no investigaron las mafias de Asia e inclusive la propia Europa, lo cual revela un interés politico para ablandar a los mexicanos, aunque la prensa de la época presentaba que se ejecutaban las investigaciones con gran rigor. Este tipo de situaciones ha llevado a un aparente mayor escrutinio por parte de las autoridades regulatorias y a un llamado por reformas que endurezcan las prácticas de debida diligencia y transparencia. Pura bulla.
Es que el volumen de dinero en circulación y la complejidad del sistema financiero mundial presentan imposibilidades en la lucha contra el blanqueo de capitales relacionado con el narcotráfico, ya que ese dinero es la fuente de ganancia no solo del sistema financiero inglés sino del sistema financiero mundial. Es el 10% que necesitan para pintar de verde sus balances anuales. Creo que la regulación y la cooperación internacional son cruciales para combatir eficazmente el narcotráfico y el blanqueo, esas regulaciones como ya expresé solo se usa para las pequeñas manifestaciones del tráfico de drogas sin tocar a los Capos ingleses los cuales permanecen ocultos e incognitos.
Es tan falsa la lucha contra el narcotráfico de Estados Unidos que al colocar como centro a Venezuela, solo plantea una solución individualista y absurda: responsabilizar a Venezuela de todo el consumo de drogas en su territorio. ¡Tamaña locura! Si quisieran luchar contra el narcotráfico, lo que no pueden hacer por ser el centro de su sistema financiero, llamarían a una acción conjunta antidrogas.
Y así de pronto al Presidente Trump se le presenta una disyuntiva o lucha por el narcotráfico que destruye a su población o lucha contra el para salvar a los Estados Unidos. Claro para resolverla tiene alejar la influencia de la subdesarrollada y fracasada María Corina y los sectores pseudo cubanos, que ni siquiera tienen soluciones reales y aplicables. En un típico cuento de ella, EEUU anuncia el hundimiento de una canoa con drogas del Tren de Aragua y la muerte de 11 integrantes. Y sin más explicación dicen que salieron de Venezuela.¡¡ Ni en Hollywood tienen esa imaginación¡ Trump necesita un éxito pero María Corina no puede proporcionárselo con Venezuela, que la ha derrotado.
Y a la hora de defendernos en Venezuela de los ataques difamatorios que nos acusan de ser una gran organización del narcotráfico, es imprescindible mencionar el caso inglés, aunque hay otros casos igualmente impactantes. El público y el pueblo norteamericano no pueden creer que somos el mayor peligro para ellos en los últimos 100 años, más grande que Hitler, el comunismo, la gran recesión o ahora China. ¡Ese discurso es inverosímil y le quita credibilidad al propio gobierno que lo dice¡. Es Por seguir los consejos de María Corina.
Porque en esa sociedad de cómplices, que es la élite y la oligarquía mundial, la lucha contra el narcotráfico es una falsa bandera para atacar a Venezuela. No porque les preocupe la droga, sino porque Venezuela resiste, expresa que es un país soberano y mantiene su dignidad. Los gobernantes de Venezuela son toda gente sin bienes de fortuna, la población de Venezuela no vive del narcotráfico, vive del poco comercio que nos deja el bloqueo imperialista y de nuestro esfuerzo por hacer rendir esos ingresos. Somos Soberanos aunque se arrechen.