Toque de oración y réquien por el profesor Carlos Lanz Rodríguez (1944-2020)

"Finalmente, ¿qué le queda al hombre de todos sus afanes? Me puse a considerar los varios centros de interés que Dios presenta a los hombres, y noté lo siguiente. El hace que cada cosa llegue a su tiempo. Y nosotros no somos capaces de descubrir el sentido global de la obra de Dios desde el comienzo hasta el fin. Comprendo que para el hombre el único bien es gozar la vida y tener el bienestar. Que cada uno coma y beba y goce de felicidad, es un bien de Dios. Yo sé que Dios actúa con miras a toda la duración del tiempo; a esto nada se le puede agregar ni quitar, y Dios hace que los hombres le tengan respeto. Ya fue lo que es, y lo que será y fue; y Dios recupera lo que se ha ido. Seguí reflexionando sobre lo que sucede bajo el sol: en lugar de derecho, está el mal; en lugar de la justicia, está la maldad. Pensé: -Dios juzgará al justo y al criminal, porque hay un tiempo para cada cosa, y Dios juzgará las obras de cada uno". (Eclesiastés, Cap. 3, 10-17, en Biblia Latinoamericana, XVI Edición, ediciones Paulinas-verbo Divino, pág. 868).

Viendo la parada militar de los ascensos por estos días de comienzo de julio de 2022, me entero que existe algo llamado "Toque de oración", así como en comunidades eclesiales el "Réquiem". Ambos suelen ejecutarlo músicos de ocasión con destreza impresionante, sublime. Se logra así crear, en ambos casos, un ambiente como de elevación y misterio, sin llegar al tono reblandecido o casi, por ser más bien breve. Es como si la mente o el sentimiento se pudiera "elevar" más allá de la sordidez de ciertas cosas que a veces suceden bajo el sol, tal como expresa el Eclesiastés en el epígrafe que aquí se cita.

Mutatis mutandis, en eso estábamos aun cuando nos enteramos también del fatal desenlace del caso de ese gran mediador cultural que fue el sociólogo, educador y teórico social Carlos Lanz-Rodríguez (Upata, 1944-Maracay, 2022) y al día siguiente los terribles detalles. Una cosa dantesca, verdaderamente, la maldad en toda su expresión, como si en lugar de personas actuaran monstruos humanos, el lumpen, anomia social… o que "en lugar de derecho, está el mal; en lugar de justicia, la maldad" y no logramos comprender cabalmente eso y si hay, como aprendimos una vez en un curso de filosofía medieval o metafísica, si existe alguna filosofía de la consolación. O si el bálsamo, en estos casos, viene a ser la teología cristiana, ya que volviendo a la cita bíblica: "Dios juzgará al justo y al criminal, porque hay un tiempo para cada cosa, y Dios juzgará las obras de cada uno" (ídem).

Como señaló el Lic. Alex Lanz-Manrique, hijo de Carlos, su "Comandante masca agua", en su muro de Facebook, no somos escritores y los textos que pergeñamos nos salen precariamente, en cambio, la hermana de Alex, construyó un texto redondo, que es denuncia, interrogación y oración. Vamos, embargo, queremos expresar cuanto nos ha afectado el secuestro y asesinato en manos de unos sicarios, seres del inframundo, parecidos poco más o menos a las hienas de la película El Rey León, ello de acuerdo a la versión del Fiscal General de la República, de un ser lleno de luz, ya que creo que es Andrés Eloy Blanco quien dejara escrito que la función del maestro es esa: ser e ir alumbrando, tengo el sentimiento que Carlos Lanz fue eso, compartí con él en unos talleres que dirigiera a docentes rurales en el municipio Urdaneta, en 1997; luego ya en la década del 2000 cuando desarrolló el programa "Todas las manos a la siembra".

Tuvo aquí en el caserío La Unión, un buen discípulo: el compañero Edgardo, ya fallecido en un accidente automovilístico en su propio carro rústico, era un egresado como técnico medio en agropecuaria en la ETA Franco Medina de Moroturo, luego graduado como docente en la UPEL-IPB, extensión Santa Inés como profesor, también de Maestría en Gerencia Educacional; en casa de mi hermana Zenaida lo ayudamos con su Trabajo Final de Grado; en Maracay Edgardo asistió a cursos con el Profesor Carlos Lanz, sobre agricultura urbana, era muy entusiasta en esto; ellos se tenían mucha confianza, se trataban de tú a tú, nada de títulos. Edgardo se alegró de que yo lo conociera también, él, un joven campesino, sencillo y trabajador lo admiraba mucho y compartimos muchos materiales instruccionales, ensayos y libros de su maestro don Carlos Lanz.

En 2010 estuvimos hasta media noche viendo la sesión de la Asamblea Nacional para aprobar la Ley Orgánica de Universidades, luego sucedió la gran polémica y hasta decepción de que Chávez no le puso el ejecútese a ese instrumento legal y hasta el sol de hoy; para comprender el alcance de esa problemática asistimos a un taller de varios días con Carlos en Barquisimeto, impresionante su capacidad argumentativa, crítica y capacidad organizativa, entonces mantenía una dieta y nos daba a nosotros el arroz y la pasta del almuerzo y consumía sólo el pollo y la ensalada, disfrutaba compartir con la gente más sencilla, sin poses de intelectuales, nos animó a que interviniéramos en la asamblea plenaria, ya sabrán que uno el campesino es de pocas palabras; luego lo vimos brevemente en Caracas, lo saludamos y ya después sólo por la televisión, las pocas veces que lo invitaban, creo que fue en el programa de Mario Silva, La Hojilla, donde habló de guerra asimétrica y multifacética guerra, en fin que lloramos la muerte de este gran camarada y habrá que retomar su legado intelectual, leerlo y hasta discutir sus textos, para no perder la tradición de que él regañaba a uno, demandando más criticidad y aportes en los talleres. Rogamos por tu alma pura, camarada.



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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