Alquimia Política

El clima organizacional y la re-administración

Con el aporte de Geraldo Caravantes, Wesley Bjur y con la colaboración de algunos de los mayores especialistas brasileños de la Ciencia Administrativa, se presenta ante el mundo, a comienzo de los 90 del siglo XX, una nueva construcción teórica postreingeniería, simple, de fácil compresión, capaz  de dotar a las organizaciones que la adopten de una visión más amplia y rica, capaz de tornarlas más eficientes, eficaces y efectivas, garantizando al mismo tiempo el bienestar de los individuos que trabajan en ellas: la readministración. La readministración está construida sobre el supuesto de que no existe necesaria incompatibilidad entre las necesidades del individuo y los objetivos de la organización. Si un individuo dedica parte importante de su vida a una organización productiva, le compete a ella crear las condiciones básicas para que él pueda crecer y desenvolverse, buscando su realización. En este sentido, el clima organizacional juega papel preponderante; para entender esta realidad basta remontarse a la idea de organización y sus vínculos con el recurso humano en el ámbito empresarial e institucional.

La organización ha buscado la manera de familiarizarse con el recurso humano desde los tiempos del auge del mercantilismo y feudalismo, por allá en la Europa post-capitalista del siglo XVI, después de Cristo; creándose así un sentido de pertenencia que lo induce a laborar con mayor confianza y desempeñar sus funciones de la mejor manera. Una actitud de amor ideal y de apego de alguien al lugar en que trabaja, estudia o reside. Es decir, para que la organización alcance el éxito en la consecución de sus objetivos, es necesario contar con gente preparada e identificada con la organización, por ello debe ser un valor propio de la cultura de una organización en respuesta a los cambios que enfrenta actualmente la gerencia.

Es de hacer notar que las organizaciones la componen los recursos físicos, financieros, tecnológicos, humanos, valores, cultura, ambiente laboral, un clima organizacional, políticas, los cuales de alguna manera afectan la naturaleza de la misma y su proceso; entre otras;  toda organización se desarrolla en un ambiente determinado y la  supervivencia como tal, dependerá de cómo se relacione con ese medio en donde se sitúa; el trabajador vive la mayor parte de su tiempo en las organizaciones; allí comparte, disfruta, adquiere conocimiento y busca en conjunto con los demás miembros  el logro de los objetivos trazados.

Por otro lado, el clima laboral en el marco de las mejores condiciones, con políticas adecuadas, puede generar un alto grado de satisfacción y de rendimiento, lo que se traducirá en mayor eficiencia y eficacia a nivel productivo, todo ello inducido, por esa condición de bienestar que implica el proceso de trabajo en un ambiente agradable. Esto implica que cada miembro de la organización tiene asignada una tarea, lo cual conlleva al logro de los objetivos establecidos por la empresa o institución y que se verá reflejado en el producto final o servicios como también en el cumplimiento de las políticas corporativas establecidas dentro de la organización.

En tal sentido, las organizaciones no están aisladas en el universo, viven y operan en un ambiente que comparten con otras instituciones, las cuales cooperan entre sí, compiten y se enfrentan unas a otras. Las empresas e instituciones adquieren sus recursos e insumos en el ambiente donde se desarrollan y estos recursos retornan como producto o servicios a la actividad organizacional. Es decir, las organizaciones funcionan en un contexto ambiental dinámico y complejo caracterizado por un entorno que se transforma diariamente, donde se suscitan diversos procesos y diariamente se ejecutan política, es esa capacidad de adaptarse continuamente que las impulsa cada día a reinventarse en cada uno de sus procesos.

Bajo esta consideración, se alcanza, a pensar que la efectividad de las organizaciones y la posibilidad que tengan éstas de alcanzar las mejores condiciones de funcionamiento, la perspectiva de generar productos ya sean bienes o servicios de manera efectiva. En concreto, las organizaciones deben proveer a sus miembros un ambiente laboral, el cual va más allá de las pretensiones que alguna vez señalara Fayol, por cuanto, no se ha de buscar exclusivamente un incremento en la productividad sino en la satisfacción del individuo en cuanto a sus necesidades básicas se trate. Ese interés por lograr el equilibro entre lo tangible e intangible del trabajo, ha de convertirse en una meta a corto plazo y podría ser referenciado en la  filosofía del ambiente total dentro de la administración; esta visión busca el equilibrio entre la organización y sus miembros en todo sus aspectos, en donde, el empleado se sienta motivado por su entorno, donde el ambiente laboral sea armónico, se sienta identificado con la organización, le guste el quehacer de sus funciones, y sus relaciones interpersonales sean abiertas y sinceros, es decir que sea recíproca la comunicación con sus compañeros. En función a lo anterior, puede aseverarse que del equilibrio entre organización y empleados, depende que el desempeño del individuo sea o no productivo, razón por la que las organizaciones deben de tomar como punto de partida para un excelente desempeño el ofrecer condiciones mínimas de trabajo (auditivas, visuales, psicológicas, económicas, ergonómicas, entre otras) para así lograr alto grado de eficiencia y eficacia, que se traduce en productividad.

Todo esto, sin dejar de un lado los procesos, objetivos organizacionales, políticas, estrategias que ayudan a la organización, y a sus miembros al desarrollo de las actividades organizacionales y al cumplimiento de cada una de las tareas asignadas en el día a día. Es de este modo que las organizaciones cuentan con sistema de gestión para la realización de las actividades, así mismo, establecen ciertas políticas las cuales van a enmarcar a la organización, y sirven de guía para la toma de decisiones en cualquier circunstancia, ya que definen una gama o intervalo dentro del cual pueden tomarse éstas; como tal, puesto que permite a la gerencia delegar, las mismas deben estar alineadas a la visión de la empresa. Las organizaciones con implementación de nuevas políticas laborales que busquen lo integral y holístico, mejoran continuamente su rentabilidad para asegurar su permanencia en el negocio y aumentar la satisfacción de sus accionistas y clientes. En un aspecto puntual, las políticas organizacionales representan el marco de referencia para la realización de las acciones que se deben emprender en una empresa en un periodo de tiempo; y la política laboral responde a tres aspectos: qué se debe hacer, cómo hacer para llegar a hacerlo, y la medida empleada para evaluar lo que se ha hecho.

Desde esta perspectiva, las organizaciones deben ofrecer a sus integrantes, políticas corporativas satisfactorias, que cubran sus expectativas y que se adapten a las necesidades de cada uno de sus miembros orientándolos hacia donde deben dirigir sus intereses, estas deben ser claras y bien definidas, las políticas, ya que son ellas las que marcaran la pautas en el manejo armónico dentro de la organización. Las organizaciones deben establecer políticas o la implementación de las mismas de forma clara que cada integrante de la organización se sienta involucrado en el proceso de cambio generado en la organización, púes éstas caracterizan la vida organizacional. El desafió para las organizaciones es asegurar que las políticas no impidan que la organización cambie y/o se adapte a nuevos desafíos. Las empresas deben preparar a sus integrantes para asumir de manera positiva la implementación o incorporación de nuevas políticas corporativas u organizacionales, sin que se vea afectado el entorno donde ellos se desenvuelven cotidianamente, hay que tomar en cuenta que las políticas son una combinación de objetivos, metas y medios. Asimismo, el desafío para los miembros de la empresa es aprender a como jugar el juego y al mismo tiempo tratar de cambiar y mejorar las reglas para enfrentar cada uno de los cambios o implementación de nuevas políticas generada por la empresa.

Es importante, en este sentido, visualizar el ambiente laboral desde una óptica de influencia directa, en la conducta de los individuos de manera positiva como negativa, afectando la productividad, creatividad e identificación con el puesto de trabajo, por lo tanto el ambiente laboral no debe considerarse como una variable exógena, sino como la vía para que las organizaciones logren la armonía. Las organizaciones no están solamente conformadas por edificios, computadoras, redes y mobiliario, estas son herramientas necesarias para la organización, pero también existen aspectos intangibles, que le dan un sentido propio de diferenciación, que exige equilibrio en el medio laboral, y una constante revisión e inversión para así agregar valor a la gestión institucional.

En una palabra, el clima organizacional y las políticas laborales construidas bajo criterios de equidad, permiten ubicar el concepto de readministración en el marco de una cosmovisión de justicia y equidad, que le dé mayor eficiencia a la producción de bienes y servicios. La readministración busca convertir a las organizaciones en estructuras eficientes, eficaces y efectivas, y a los individuos en seres felices/autorrealizados, contemplando acciones de corto plazo, radicales, pero cultiva simultáneamente, las de mediano y largo plazo, con una visión Kaisen (mejoramiento continuo), de mejorías sostenidas en el tiempo.



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Ramón Eduardo Azócar Añez

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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