Hace aproximadamente una semana escuche en la radio al ministro Haiman El Troudi sobre las colas que se formaban en la autopista valle-coche por los trabajos de mejora del tránsito y decía acertadamente que a pesar de que la gente tiene más tiempo perdido en las colas, lo acepta sin disgusto pues sabe que en un tiempo futuro habrá mejorías sustanciales; esto es la mejor descripción de la esperanza.
En lo personal no tengo ninguna duda de que el acaparamiento, la inflación y las colas son parte de la guerra económica pues son nuevas ediciones del paro petrolero, el asedio de la segunda república española antes del zarpazo franquista o el ataque al gobierno de Salvador Allende en chile, pero lo que nos preocupa y nos desinfla el ánimo es la poca respuesta a esta guerra económica para que devuelva la esperanza a los venezolanos, necesitamos ver que los causantes de estas agresiones sientan la respuesta a esta guerra como la sentimos nosotros, con acciones contundentes.
La frontera con Colombia debe ser cerrada totalmente al tránsito vehicular por lo menos por un mes y solo se permita pasar a la gente andando o en bicicleta, de tal manera que no pasen ni siquiera las motos y así no se vaya ni una gota de gasolina hacia Colombia, para ello se debe reforzar la frontera, cambiar cualquier componente de la fuerza armada sospechoso de complicidad y tomarse en serio el contrabando de extracción como parte de la guerra económica
Utilizar a los jóvenes del PSUV para la contraloría social e investigar profundamente todo negocio pequeño, mediano, y grande con la ayuda del Seniat y de la Sunde.
Estoy seguro que tenemos miles de camaradas de Robert Serra decentes, preparados y decididos a librar con energía esta lucha fiscalizadora para revisar toda la estructura de costos y el pago de impuestos en cada negocio para que sientan de una vez y para siempre el poder del estado.
Hay que hacer una vigilancia extrema de nuestros funcionarios y no conformarse con buscar la mano que roba sino la que gasta, con honestidad y decencia darle un castigo ejemplar para los traidores que colaboran en esta guerra abiertamente declarada.
Si nosotros los venezolanos vemos que reciben su parte de respuesta en esta guerra tendremos el ánimo y la esperanza para seguir en la batalla.