Crisis bancaria en Venezuela

Es indudable que en las ultimas décadas en Venezuela se han producido las dos más importantes crisis financieras que pareciera son completamente distintas una de la otra, sin embargo veremos su realidad.

En enero de 1994 arranco la primera de ellas, cuando el segundo banco en importancia del país -el Banco Latino- salió del sistema bancario por lo que pareció en principio un problema circunstancial de liquidez.

Como en un efecto dominó, otros bancos, grandes y pequeños, empezaron a sufrir las consecuencias de lo que ya se perfilaba como una crisis de "insolvencia estructural" que se extendía por el sector financiero venezolano.

Las señales de que algo pasaba en los bancos empezaron a percibirse años antes, desde el momento en que la banca venezolana empezó a ofrecer al público intereses elevadísimos, de hasta 80% en diferentes instrumentos financieros.

Mientras el problema crecía silenciosamente muchos venezolanos llegaron a vender su vivienda principal, dividían el dinero en varias instituciones financieras y planificaban un cómodo futuro "viviendo de las rentas" que les generaban generosos beneficios.

A finales del año 1994, muchas instituciones financieras habían cerrado. Así que por mucho que los "rentistas" hubieran tenido la sana precaución de no tener todos los huevos en una sola cesta, muchos de ellos quedaron con sus fondos bloqueados.

Un total de 19 instituciones financieras fueron intervenidas por el Estado, que para evitar su quiebra y las previsibles consecuencias sociales puso en práctica un polémico "plan de rescate bancario", que al igual que el que aprobó recientemente el Congreso de EE.UU fue percibido por la opinión pública como un "rescate de los banqueros".

El gobierno tuvo que desembolsar aproximadamente el 10% del Producto Interno Bruto para financiar el plan, lo que tuvo un fuerte impacto en la economía venezolana. Al final del año, el PIB cerró con una caída del 3,3% y millones de personas terminaron con sus fondos congelados en la banca intervenida.

De acuerdo a Egaña (1994) quien dijo a BBC Mundo "En términos relativos, la crisis venezolana fue más grave y más costosa que lo que hasta ahora está siendo la crisis estadounidense". Para ese entonces EEUU unidos como ahora estaba atravesando por una crisis financiera.

Se experimentaba una total pérdida de confianza en la salud económica y política venezolana. Además había una falta de controles sobre la banca y lo que algunos llamaron una "actitud irresponsable" de los banqueros. Según Egaña, lo catalogo de... "Irresponsable y delictiva también porque en muchos casos los bancos dejaron a un lado su función fundamental de intermediación financiera para convertirse en instrumento de negocios de mucha osadía que comprometieron los recursos del sistema financiero venezolano".

Los sistemas de vigilancia del estado no detectaron, o no prestaron suficiente atención, a algunas malas prácticas bancarias, como la de contratar préstamos con sectores conexos, es decir que banqueros se prestaban dinero a sí mismos.

Hubo una combinación peligrosa insana entre sectores políticos y sectores financieros que ayudó a crear aquella burbuja. Porque parte de los recursos se desviaban a actividades, algunas muy riesgosas, de los propios accionistas y directivos de las instituciones bancarias.

Al respecto para Ruth de Krivoy (1994) la debilidad en la coordinación inter-institucional contribuyó al estallido de la crisis y sobre todo complicó su posterior manejo... el BCV no tenía funciones de vigilancia del sistema, pero que sin embargo informó de sus preocupaciones a las autoridades de supervisión y del gobierno a su más alto nivel, pero lamentablemente no hubo reacción a esos planteamientos.

El gobierno nacional encabezado por el presidente Rafael Caldera estaba desconcertado completamente. El manejo de la crisis bancaria venezolana no fue una experiencia positiva, careció de un plan integral, los problemas se fueron atacando en la medida que se fueron presentando y no hubo una respuesta concreta y definitiva a la crisis al punto que duró unos 18 meses.

Pasados tres años el sistema lucía aparentemente saneado, con muchos bancos nuevamente privatizados, otros definitivamente cerrados y algunos vendidos a capitales extranjeros.

Pese a que no hay una estadística oficial, se estima que la mayoría de los depositantes lograron recuperar sus ahorros, aunque con pérdidas patrimoniales importantes en algunos casos debido al efecto combinado de devaluación e inflación en el tiempo que tardaron en recibir los fondos. Para ese entonces yo era ahorrista del Banco Principal y trasladaron mis fondos al Banco Federal.

Las autoridades competentes trataron de corregir algunos errores, pues algunos consideran que la crisis permitió reforzar el sistema de regulación, forzó la mejor capitalización de las instituciones, puso a prueba el fondo de garantías y hasta enseñó a los clientes a diferencial los riesgos que ofrecen los diferentes instrumentos financieros.

A mediados del año pasado mucho se había hablado de una posible crisis financiera en Venezuela, debido a la obligación que el gobierno había impuesto sobre los bancos para vender notas estructuradas paralelas, que fueron negociadas en épocas cuando el precio del dólar en el mercado paralelo estaban altos y no se esperaba que bajara. El hecho de que los bancos deban vender estos bonos a precios por debajo de lo que fueron negociados, producto de la presión del gobierno a través de la subasta de dólares, puede causar pérdidas en el sistema financiero que podrían (en teoría) traducirse en una pérdida de liquidez por parte de estos bancos, que sumado a las altas tasas de interés y otros factores también podría causar una crisis financiera.

El gobierno del presidente Chávez no terminaba de anunciar la intervención de cuatro bancos: Confederado, Ban Pro, Bolívar Bank y Canarias, todos con un solo accionista mayoritario, Ricardo Fernández Barrueco, cuando añadió a la lista el Banco Real, Central y Baninvest, que pertenecen al grupo que encabeza Torres Ciliberto y del cual participa Arné Chacón.

De acuerdo a Chavez (2009) La medida se toma porque la banca no cumple con la obligación de otorgar créditos a los sectores pobres del país, además de que la oligarquía formada por los adecos y copeyanos hicieron malos manejos en los bancos de su propiedad, ya que los usaron como una suerte de caja para financiar otros negocios.

Aparentemente son las mismas causas de la crisis anterior. Estos banqueros utilizaban los fondos de los ahorristas para comprar empresas, hacer colocaciones, comprar bonos, notas estructuradas, etc., en fin cualquier otro negocio diferente al de la intermediación financiera de muchos riesgos.

Cuando varios de estos bancos de cierta importancia en el país no pudieron cumplir con sus obligaciones frente a sus clientes, lo que incluye la disponibilidad de fondos de depósitos (de) y prestamos (a) personas, empresas, seguros e incluso otros bancos e instituciones financieras, se presento la nueva crisis bancaria.

Tengamos en cuenta, que todo el dinero depositado por los ahorristas no queda en el banco sino que pasa por un ciclo de préstamos e inversiones a corto plazo, a pesar de estar registrado como capital. A pesar de que el estado requiere que los bancos mantengan un porcentaje (encaje legal) de este capital para las operaciones del día a día, y para resguardar la estabilidad y la confianza del sistema financiero así como garantizar las obligaciones contraídas con terceros, en ocasiones por alguna de las causas antes mencionadas, el nivel de los depósitos disminuye y los retiros aumentan desproporcionadamente, comprometiendo la liquidez monetaria.

Según Giordani (2010) Quien declaro a los medios de comunicación “el problema no surge del mecanismo mismo de funcionamiento real del sistema bancario nacional e internacional, el problema es que los banqueros intervenidos se desviaron de la función de intermediación y que lo único que hace falta es aprobar una que otra regla”.

De alguna manera los voceros del gobierno están conscientes de lo que sucede en el sistema bancario nacional, que es una reproducción de la manera como se multiplica el capital a nivel internacional con “bonos basura”, con la especulación y su no inversión en sectores de la economía real sino en las bolsas de valores, como eje principalísimo de su actividad económica. El gobierno nacional debe profundizar sobre la reforma de los instrumentos legales, no puede hacer ver que con un simple cambio de reglas se puede superar la crisis financiera actual.

A diferencia de la crisis de 1994, donde fueron auxiliados los bancos para reflotarlos, el gobierno del presidente Chávez consciente de la delicada situación económica con expresiones sociales y políticas, al anunciar la intervención de los primeras cuatro entidades bancarias, señaló que el Banco de Venezuela recién nacionalizado comenzaría a pagar de inmediato lo correspondiente a la garantía bancaria responsabilidad de FOGADE (Bs.F 10.000), ofreciéndole a los cuentahabientes de los bancos intervenidos que aceptasen mantener sus dineros en el Banco de Venezuela, pagar un interés superior por sus ahorros. Así como la nacionalización y fusión de los bancos intervenidos con Banfoandes, para crear el Banco Bicentenario, sin lugar a dudas este gobierno ha actuado con mayor diligencia que lo hecho por el gobierno de Caldera.

Según Santaella, (presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela), desde el año 1994 la banca nacional cambió de manera radical, explicó que la situación de los bancos intervenidos y liquidados (Banpro, Canarias, Confederado y Bolívar) no es única del país, otras naciones también han adoptado estas medidas. La crisis mundial no nos tocó a nosotros, esto es una prueba de la fortaleza de la banca y la intervención se hizo de manera correcta.

Es sorprendente y muy sospechoso que dueños de bancos y representantes de estos, hayan asumido rápidamente tan “ejemplar” actitud, pareciera que dentro del sector bancario se mueven indescifrables intereses, y esto nos indica que la procesión va por dentro. Que los negocios siguen, que la banca y las mismas autoridades tratan de mostrar un cambio, para que todo quede igual.

Si nada ha cambiado y la banca sigue con las mismas prácticas de siempre que podemos hacer..?. Hay sectores que han propuesto la nacionalización de la banca como medida clave para enfrentar las consecuencias que traerá la grave crisis financiera mundial. Para mí no es tan descabellada la idea.

En otros países donde están siendo golpeados por la contracción económica, como Francia, se ha dicho públicamente que no se descarta la nacionalización de los bancos galos si éstos no conceden préstamos a las empresas para estimular la economía real. El ministro de economía de Gran Bretaña, Darling (2010) al anunciar la nacionalización parcial de la banca inglesa comentó: «Haremos lo que haga falta…Creo que es muy importante que los gobiernos de todo el mundo hagan eso».

En estos momentos, más que nunca, Venezuela debe emprender una política económica de reactivación de su aparato productivo. Por lo tanto el gobierno nacional debe nacionalizar, sino toda, gran parte de la banca para ponerla al servicio del desarrollo nacional sin que pierda su función de intermediación financiera, pero con sentido social, a través de la inversión en carteras que produzcan trabajo y mejor calidad de vida para los venezolanos.

melgarejo06@yahoo.es


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