El Esequibo y el Delta del Orinoco: Una visión Universitaria

A Davis Cleveland, In Memorian, esequibano de la región del Rupununi,
hermano y compañero de estudio en la Escuela de Ingeniería Agronómica,
Universidad de Oriente, Jusepín, Monagas.



La gestión político administrativa de la región Guayana (por supuesto incluido el Esequibo) por parte de la institución colonialista, se inició en lo que hoy es jurisdicción del estado Delta Amacuro. Esto demarcado por los inicios del proyecto político de la conquista por parte de la Corona Española, sobre aquel vasto territorio de la Guayana Orinoquense-Esequibo. Así se inició con la llegada de los primeros colonizadores y misioneros a finales del siglo XVI que posteriormente propició - desde mediados del siglo XVIII - "el amplio proyecto de los Capuchinos catalanes, que tenía como finalidad lograr el desarrollo socio económico de la región, fundamentado en la modernidad capitalista industrialista,..." (Sanoja en Guayana e Identidad Nacional, 2020).

Este proyecto de los Capuchinos catalanes como iniciadores del modo de producción esclavista en transición hacia formas pre capitalistas, que pasó por "reducir" compulsivamente a grupos étnicos de diferentes procedencias en la región guayanesa y más allá, como lo señalan Sanoja y Vargas (2005:241):

La fuerza de trabajo de dichas misiones estaba constituida por grupos indígenas pertenecientes a diversas parcialidades aborígenes orinoquenses o traídos desde la península de Paria o de otras partes de la cuenca del Orinoco: Guayanos, Caribes, Pariagotos, Arinagotos, Barinagotos, Aruacos, Guaraos, Sálivas, Panacayos e, incluso, indígenas pertenecientes a una parcialidad denominada Waica, nombre antiguo que se le daba a los actuales yanomami que viven en el Alto Orinoco.

La empresa colonialista, como se puede observar, incorporó una variada población de miembros de distintas etnias, incluidos los Warao de la región Deltaica-orinoquense. Con el empleo de esta fuerza productiva esclava, se fomentó un progresivo acumulado de riquezas materiales que permitía fortalecer las actividades de la Corona Española en Guayana. Esta presencia de los misioneros españoles, en toda la región Guayana, evidentemente incluía el espacio de la Guayana Esequiba y las bocas del Orinoco en la jurisdicción para entonces del actual Delta Amacuro. Esto es una muestra determinante que da fe de la presencia de la Corona Española al oeste del rio Esequibo, territorio de la Capitanía General de Venezuela desde el 1777, que luego constituyeron territorios de la Gran Colombia o Nueva Granada en el proceso de liberación por parte de la gesta independentista.

Gran Bretaña no objetó los límites orientales de la Colombia presidida por Bolívar. Sirviendo el rio Esequibo como accidente natural, para precisar los límites con la Guayana colonizada inicialmente por los Países Bajos y luego transferidos a la Corona Británica. Posteriormente "…Las cosas habían cambiado notablemente al confirmarse la riqueza minera subyacente en los entresijos del macizo guayanés, según la exploración realizada por Schomburk… (Briceño, Olivar y Buttó 2016, p. 20).

La Corona Británica siempre mantuvo un interés muy particular por la región Guayana. Desde finales del siglo XVI, con la visita de Walter Raleigh, se da inicio a las primeras incursiones por parte de los ingleses, siendo este representante de la Corona Británica el iniciador del mito de El Dorado. La bulla aurífera despertó en la Corona Británica,…"la determinación inglesa de apoderarse por la vía de facto de la gran arteria de navegación fluvial del rio Orinoco, con todas sus ventajas comerciales, y por otro lado, impedir la fructificación de los negocios que encerraba la concesión Fitzgerald que dio origen a la compañía Manoa establecida en la jurisdicción del Territorio Federal Delta (Briceño, Olivar y Buttó 2016, p. 30). Esta decisión tomada por el gobierno venezolano, despertó efectos adversos nada disimulados en la colonia inglesa por ocupar abiertamente la Guayana Esequiba y las Bocas del Orinoco. El gobierno de Guzmán Blanco, comisionó a delegados el 8 de diciembre de 1886, que visitaría y constatarían In situ, los atropellos cometidos por los ingleses. Esta delegación del gobierno venezolano, constato "…arbitrariedades cometidas por representantes del gobierno colonial inglés, quienes fijaron por su propia cuenta la margen derecha del rio Amacuro como límite fronterizo con Venezuela (Op. Cit.). Posteriormente comienza a revelarse el atropello y despojo de lo que siempre estuvo considerado territorio de la capitanía de Venezuela por parte de la Corona Española desde el año 1777.

En 1840 Robert Hermann Schomburk, a solicitud expresa de la Corona Británica, traza la segunda línea para delimitar las fronteras de la Guayana Esequiba. Briceño, Olivar y Buttó (2016, p. 10), refieren que esta "..., fue tan prolongada que llegaba hasta la desembocadura del rio Orinoco, con una extensión de 141.939 km2. Entre 1887 hasta 1897, se presenta la máxima aspiración inglesa incluyendo aproximadamente 203.310 km2 de territorio venezolano".

Todos los hechos referidos anteriormente dejan en claro como la Colonia Británica cometió abiertos y descarados atropellos contra la integridad territorial de Venezuela, manifestando sus maneras tradicionales de atropellar las naciones débiles. Esto hizo que incluso el presidente Guzmán Blanco, solicitará a los EE. UU., la aplicación de la Doctrina Monroe, que definitivamente ocasiona mayores perjuicios al territorio de la República de Venezuela y en particular al entonces Territorio Federal Delta. Al final ante la asimetría de las partes, se logra los acuerdos para el Laudo Arbitral de París, que por vía del chantaje y componenda entre potencias, arrebataba la Guayana Esequiba a Venezuela, dejándose como "premio de consolación", a Venezuela el control de las Bocas del Orinoco.


La Institución de Educación Universitaria (IEU) en el contexto regional
La perversa herencia de las Instituciones coloniales española y británica, entre otras -además del etnocidio, genocidio y rapiña cometido en estas tierras- sembró en América, la discordia y la división de pueblos que vieron truncadas sus propias dinámicas de desarrollo socio-históricas, económico, político y cultural genuinamente propias, construidas a partir de procesos autóctonos milenarios. De esas acciones colonialistas se desprende la introducción de prácticas esclavistas, económicas y sociales ajenas al continente americano. Trayendo consecuentemente, elementos distorsionadores de las dinámicas de crecimiento y desarrollo de los pueblos guayaneses, que establecieron la división y distanciamiento entre ellos. El transcurrir del tiempo, sin embargo, ha permitido una nueva dinámica de acercamiento entre pueblos culturalmente diferenciados, que ha dado como resultado culturas sincréticas innegablemente propias de los nuevos tiempos contemporáneos.

La presencia nativa de pueblos originarios amerindios y otros introducidos compulsivamente en la región a través de prácticas esclavistas de la colonia británica, y otros inmigrantes han producido en la Guayana Esequiba un nuevo crisol de razas y culturas. Esos pueblos han tejido con el resto de la Guayana venezolana y del Delta del Orinoco, lazos culturales que ameritan su reconocimiento y estudio. Esos lazos han sido construidos en tiempos de paz que se aspira sigan fortaleciéndose con el tiempo.

Conjunciones y sinergia de esfuerzos

Es tarea del Estado docente la tarea de mejorar el estatus educativo, formativo y social de los pueblos en procura de su encuentro para fortalecer lazos de humanidad. Políticas educativas del Estado venezolano y el Contexto actual de la Universidad en su relación con el Esequibo, debe ser sostenido para garantizar vínculos fraternales en tiempos de paz y consolidar la justicia y armonía social en función de diluir líneas fronterizas de separaciones entre pueblos vecinos. Todo lo contrario, estos esfuerzos deben propiciar la consolidación de una cooperación y amistad sostenida y sólida entre pueblos para que resplandezca la paz.

Nuestra casa la fundacional como Institución Educativa Universitaria (IEU), en la región el Instituto Universitario de Tecnología Dr Delfín Mendoza, constituyó la Génesis de una etapa de sacrificios, donde se puso de manifiesto el hecho educativo como matriz del desarrollo humano para los hijos propios de la región y otros venidos allende las fronteras. El acumulado de experiencias que ha ganado nuestra IEU, se hace cada día más sólida a pesar de las dificultades financieras y en presencia de una pandemia. Hemos contribuido en una formación sostenida y permanente de los hijos de estos pueblos nativos Warao, Amerindios-esequibanos, Guyaneses y Jotarao. Pero también hemos contribuido en la formación de otros jóvenes venidos de otras regiones de nuestra América india, afrodescendiente, mestiza y criolla de naciones hermanas como Bolivia, Ecuador, Perú, Uruguay, Honduras, Paraguay, e incluso de otras nacionalidades africanas. Actualmente, con la creación por parte del Gobierno Bolivariano, de la Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo - nuestra Universidad -, sigue creciendo y expandiéndose, mejorando y consolidando una educación con pertinencia tributando en el crecimiento del ser humano en su subjetividad e intersubjetividad. Es una IEU, contextualizada en propiciar y fortalecer el desarrollo endógeno.

En nuestra región deltaica el abanico de oferta de programas formativos universitarios ha crecido cualitativa y cuantitativa y se ha ampliado progresivamente, siendo importante consolidarla en las regiones más alejadas de la capital del estado Delta Amacuro. Nuestra Universidad cada día gana un acumulado de experiencias en la formación, haciendo los ajustes, esfuerzos y adecuándose a la situación actual de pandemia. La Universidad venezolana en el contexto de la zona en reclamación, como consecuencia de la herencia colonialista, está llamada y obligada a tener un papel estelar en la formación de los técnicos y profesionales con elevada consciencia del problema relacionado con el tema del Esequibo. El espectro de IEU, en nuestra región se ha ampliado y alcanzado niveles de formación de postgrado incluida la formación doctoral. Lo que es un indicador de mejora sustancial de la formación de los ciudadanos de la región. Entre las IEU, presentes actualmente se pueden mencionar:

Universidad Territorial Deltaica Francisco Tamayo
Misión Sucre-UBV
UNEFA
UNES
UPEL-IMPM
UNA
Universidad del Magisterio
Universidad de los Trabajadores
Universidad Ciencias de la Salud
UNEARTE

Todas las Universidades establecidas en la región Deltaica orinoquense, vienen haciendo sus esfuerzos en función de garantizar la ejecución exitosa de sus programas educativos en áreas estratégicas, con la consiguiente certificación y otorgamiento de títulos o grados de estudio a técnicos y profesionales universitarios, en las distintas áreas y niveles del conocimiento. Este esfuerzo merece se expanda a las regiones mas alejadas con carácter permanente y sostenido. Desde hace cierto tiempo somos partidarios de contar con infraestructuras multimodales educativas y de servicios universitarios, en regiones más alejadas de los centros urbanos, que puedan servir de apoyo a todas las IEU de la región en la ejecución de sus programas formativos. Estos programas deben estar contextualizados en las características socioculturales de la región. Se plantea al menos en tres regiones del Delta Amacuro que conformen un triángulo geoestratégico en atención al tema de la municipalizaciónón de la Universidad. Ellos serían Pedernales, Antonio Díaz y Casacoima. En el caso de Antonio Díaz, sería conveniente el desarrollo de estas infraestructuras educativas universitarias en San José de Amacuro. Desde donde se incorporaría una formación universitaria para el intercambio intercultural con el Esequibo. Permitiéndose programas formativos plurinacionales, multilingües y evidentemente interculturales.

Universidad Plurinacional y Glocalidad.

El escenario actual, devenido de acontecimientos de una dinámica colonial, por ende de ruptura de un orden construido milenariamente por y para los pueblos de la región, sumado a ello la introducción de pueblos traídos compulsivamente en la imposición de un orden colonialista, mercantilista y capitalista, amerita revisión, reflexión y posiciones críticas al respecto. Esfuerzos que deben tributar en destacar y fortalecer en primer lugar la paz, unidad y desarrollo social armonioso y en equilibrio de todos los pueblos de la región de la Guayana Esequiba, los estados Delta Amacuro y Bolívar, más allá de diferencias lingüísticas, sociales y culturales. Pensar que todo el esfuerzo y sacrificio hecho por las IEU, de la región, merece ser estimulado, repotenciado y consolidado en una conjunción para relanzar la Universidad plural, contextualizada en los escenarios actuales por encima de intereses oligarquía nacionales y trasnacionales del capitalismo imperialista globalizado. Ante ese escenario que pretende introducir y destacar diferencias impuestas deliberadamente en función de producir divisiones donde realmente no las hay, los universitarios desde posiciones críticas y constructivas debemos responder dialécticamente con propuestas factibles en el interés de la paz y unidad que en la práctica se vienen dando entre los pueblos. De allí que las pretensiones de separarnos con líneas y acciones divisionistas deben ser neutralizadas con posiciones claras en la construcción de un futuro de equilibrio, crecimiento y desarrollo social, más allá de las impuestas por la herencia colonialista.

La Universidad, es una de las pocas instituciones milenarias que han sobrevivido en Occidente. Durante su existencia ha sobrevivido a múltiples cambios y transformaciones, pero siempre ha superado obstáculos que la han ajustado a los tiempos cambiantes, adecuándose a nuevas circunstancias como institución educativa avanzada. Hemos sabido y conocido de Universidades con diversas condiciones y múltiples propósitos. Universidades especializadas en disciplinas y áreas particulares del conocimiento: tenemos públicas, otras privadas, otras tributando a intereses particulares de la industria y puestas al servicio exclusivo del capital privado para el desarrollo de altas tecnologías. Otras de interés militar, entre un sinfín de propósitos particulares. También existen universidades binacionales en función de dar respuestas educativas acordes con las necesidades de las regiones fronterizas.

Teniendo presente la experiencia acumulada por nuestra IEU hasta el presente, en la región, se hace necesario –en la presente coyuntura- en relación al Esequibo, hacer un análisis crítico para ponerla al servicio de la paz y la unidad en respecto de la diversidad social, étnica y lingüística de la región. De aquí que nace la propuesta de fortalecer las potencialidades de las IEU y relanzarlas para dar respuestas ajustadas a las necesidades de la región. Teniendo en consideración los elementos señalados anteriormente y con la pretensión expresa de hacer una contribución concreta en el acercamiento entre los pueblos en su multiplicidad, se hace necesario dar impulso a la gestión municipal universitaria en las regiones fronterizas con el Esequibo.

En ese contexto señalado, se hace propicia la oportunidad de proyectar la Universidad que desde la planificación estratégica curricular, gestione programas formativos que tengan presente la diversidad étnica, lingüística y pluricultural en la Guayana Esequiba. Sería el mayor aporte por la integración de los pueblos en función de fortalecer el acercamiento y conocimiento entre los pueblos fronterizos del Esequibo y el Delta del Orinoco. De allí se desprende la idea de dar cabida a una concepción universitaria de carácter plurinacional que permita la incorporación igualitaria de ciudadanos de ambos lados de la línea imaginaria impuesta que separa el Delta del Orinoco del Esequibo.

En este mismo orden de ideas, podemos mencionar una Universidad emparentada con la idea del acercamiento y mancomunar la diversidad de pueblos en ambos lados de las fronteras, que en términos prácticos y cotidianos no separan nuestros pueblos. De esa manera estaríamos pensando y proponiendo una Universidad de compartir el "pensamiento global, pero con una actuación In situ". Es decir estaríamos coincidiendo con el pensamiento del apóstol antillano José Martí, cuando dijo, "Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas" [Martí, J. (1976: 127p) Escritos sobre Educación]. Este planteamiento coincide con una Universidad de carácter glocal, adjetivo este que se constituye a partir de un acrónimo formado de global y local. El concepto glocalización, procede del término japonés "dochakuka" (que a su vez deriva "dochaku", "el que vive en su propia tierra" (www. s. m.wikipedia.org/wiki/Glocalizacion. Según Boaventura de Sousa Santos en su libro "Hacia un nuevo sentido común (1995), se trata de "localismos-globalizados" y de "globalismos-localizados", que muchas veces van acompañados por movimientos sociales y políticos y otras expresiones de la sociedad civil. Esta es una hipótesis feliz que favorece nuestro enfoque crítico. Lo anterior, colocó las bases para nuevas prácticas de ciudadanía global que convergen en lo que se ha bautizado ya como "glocalización". Desde un sentido crítico, según Fals Borda, la "glocalización", cambia la "b" de "bárbaro" por la "c" de "corazón")

En momentos actuales el llamado es a profundizar la Formación Universitaria de raíces locales, manteniendo o ampliando su vinculación con el campo global, tal y cual lo señalan (Morales-Gómez et al 2016, p. 10):

La universidad del Siglo XXI debe centrarse más en la formación del pensamiento glocal (global y local), sistémico, complejo y crítico-creativo de sus estudiantes, así como darle mucha importancia a la investigación, a la formación basada en competencias múltiples y a los métodos de interaprendizaje.

Contextualizar el hecho educativo, en una amplia región de la Guayana y la desembocadura del Orinoco, en su diversidad, significa, dar el sentido estratégico en lo curricular, social, étnico, filosófico, ontológico, metodológico, epistemológico, político y evidentemente cultural esa vastísima región amerita y merece en función de la unidad en la diversidad que en tiempos de Paz los pueblos merecen. Esto más allá de las apetencias e intereses de grupos trasnacionales y oligarquías nacionales y locales impulsan, en perjuicio de la división de los pueblos y su Santa Paz. Vale el esfuerzo de todos los sacrificios al respecto.

Síntesis

En tiempos de paz, corresponde a la Universidad como papel estelar, propiciar los acercamientos entre las realidades socio-históricas y culturales diversas: La condición de Universidad Deltaica plural debe contextualizar con los habitantes del Esequibo en su diversidad étnica, lingüística y cultural.

De hecho la misión Sucre en su programación ha incluido a connacionales habitantes de la parroquia Francisco Aniceto Lugo en el municipio Antonio Díaz. hay que darle soporte para la continuidad y sostenibilidad de los Programas de Formación de Grado (PFG) y Programas Nacionales de Formación (PNF), de modo que se incorpore los compatriotas habitantes del Esequibo. Propiciar con renovados esfuerzos la municipalización es un reto para extender la acción de los programas universitarios a las regiones más apartadas de la región Deltaica.
El intercambio de conocimiento y experiencias en la producción agrícola que ya es una realidad con el sistema de trinchas (trinchado), debe ser estudiado e investigado en profundidad para la mejora como sistema alternativo de producciónón agroecológica. Más allá de ello, fomentar su extensión a otras regiones del Delta del Orinoco. Insistir en hacerla del conocimiento y ganar el reconocimiento de organismos internacionales como la Organización de Naciones Unidas en su Programa de Sistemas Ingeniosos del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM, 2002), de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) [Amares, 2018].

La Universidad de características plurinacional, y glocal, que fundamente toda la actividad académica, vinculación comunitaria e investigación, permitirá en concreto fortalecer la paz y la unidad de pueblos con diversidad étnica y cultural a ambos lados de la línea fronteriza de la Guayana Esequiba. Sería la gran contribución de la Universidad a la dilución de las ignominiosas y vergonzantes fronteras heredadas del colonialismo y permitiría un encuentro de pueblos en tiempos de paz y prosperidad.

La República Bolivariana de Venezuela, heredera de todo el legado socio histórico, jurídico-legal y con suficiente estatura moral para reivindicar y rescatar soberanamente ante cualquier tribunal del mundo, lo que le pertenece por derecho y justicia desde siempre: La Guayana Esequiba, innegablemente es nuestra. Ante este hecho indiscutible, por intermedio de las políticas del Estado Nacional Venezolano, le corresponde implementar un plan coherente de rescate de la Guayana generando amplias Políticas de Estado; incluidas las educativas en procura de la unidad de pueblos en tiempos de Paz.

Referencias consultadas:

Amares P., Aquiles J. (2018) Sistema Agrícola Deltaico Trinchado (Trinchas). Presentación en II Simposio venezolano de Agroecología 2018. Centro de formación socialista "Argimiro Gabaldón". 6 y 7 de julio. Maturín, estado Monagas.

Briceño Monzón, Claudio A.; Olivar, José Alberto y Buttó, Luis Alberto (2016) La cuestión Esequibo. Memoria y soberanía. Universidad Metropolitana. Caracas, Venezuela. 312 p.

Guayana e Identidad Nacional (2020). Reclamo Soberano. República Bolivariana de Venezuela. Ensayos de la Cátedra Pensar el Socialismo. Escuela venezolana de Planificación.

López Sánchez, José Luis; Saavedra Cuadra, Iván Ignacio y Dubois Martínez, Mario. (1998) El Río Orinoco, aprovechamiento sustentable. Memoria de las primeras jornadas venezolanas de investigación sobre el río Orinoco. Instituto de Mecánica de Fluidos. Facultad de Ingeniería. Universidad Central de Venezuela. 414 p.
Martí, J. (1976) Escritos sobre Educación. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 196 p.

Morales-Gómez, Gonzalo; Arteaga-Rolando, Mary; Gallegos Samaniego, Ana; Yanchapaxi-Sánchez, Nelly y Stay-Zúñiga, Javier (2016) Tendencias metodológicas universitarias en los siglos XX y XXI. Estudio comparativo. Revista Ciencia UNEMI Volumen 9 - Número 17, Enero - Abril 2016, 125 – 135. Disponible: http://ojs.unemi.edu.ec/index.php/cienciaunemi/article/view/259/244
[Consulta: 2018, enero 10]

Sanoja, M., y Vargas A., I (2005) Las edades de Guayana. Arqueología de una quimera Santo Tomé y las misiones capuchinas catalanas. Monte Ávila Editores Latinoamericana. 351 p.


¡Carabobo, Memoria y Gloria Heroica de la Venezuela Eterna!
¡El Sol de Venezuela, nace por el Esequibo!

 



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Aquiles J. Amares P.

Dr.. Docente universitario

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