Volver a Chávez. ¡Mi última palabra: socialismo!

La Historia absorbió a Chávez; ese apasionamiento viralizó en la conciencia de los pueblos. Esparció sus verdades por doquier; asustó a las oligarquías y a las cómodas mentes de los enajenados

En sus clases magistrales de historia irreverente, conmovió a propios y a extraños. Celoso de los detalles, cuidó la idea y sus referentes; la justicia social fue su sueño de niño, la razón de su inmolación. Mientras el terror se acrecentaba, el pueblo con conciencia histórica desató los demonios.

La revolución bolivariana, hechura de la masa y el líder, se nutrió del nuevo bolivarianismo, ideología síntesis de la primera fase nacionalista anti neoliberal en época de turbulencias ideológicas. La práctica nutrió la teoría y la nueva teoría, en la praxis revolucionaria, engendró el socialismo bolivariano, antiimperialista, anticapitalista e internacionalista impreso con sangre, sudor y lágrimas por Chávez en su Plan de la Patria, testamento genuino.

Frente a la proximidad de su partida, consciente de la fusión humana y las posibles adversidades de la orfandad política, habló:

En el marco de este mensaje, que por supuesto jamás hubiese querido transmitirles a ustedes, porque me da mucho dolor, en verdad, que esta situación cause dolor y angustia a millones de ustedes, pues quiero decirles que hemos venido conformando un solo ente porque como decíamos y decimos, ya en verdad Chávez no es este ser humano solamente; Chávez es un gran colectivo, como decía el eslogan de la campaña: ¡Chávez, corazón del pueblo! Y el pueblo está aquí en el corazón de Chávez.

En mensaje televisado el 8 de diciembre de 2012, pronunció su última palabra. Confiado y amoroso con su pueblo y compañeros, instruyó:

Pues él queda al frente de la Vicepresidencia Ejecutiva de la República, como siempre hemos hecho, y en permanente contacto. Pero yo quiero decir algo, aunque suene duro, quiero y debo decirlo: si como dice la Constitución se presentara alguna circunstancia sobrevenida, que a mí me inhabilite para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por la gran mayoría de ustedes, Nicolás Maduro no sólo debe concluir el período, como manda la Constitución, sino también, en mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total –en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales- ser electo como Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón.

¿Este requerimiento de Chávez fue atendido con lealtad? De ser afirmativo, continuemos:

Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera –Dios sabe lo que hace- continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre de pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y en subordinación a los intereses del pueblo, los destinos de la Patria.

Y este otro requerimiento, ¿tuvo igual destino o se trastocó en el camino? ¿Qué le ha pasado a la Patria Socialista desde que Chávez se despidió? ¿La conducción política se subordina a los intereses y mandatos del pueblo, ó, por el contrario, los dictámenes responden a necesidades ajenas a la fuerza popular?

Como padre amoroso, siempre previsivo, Chávez prosiguió:

Y en cualquier circunstancia nosotros debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha victoriosa de esta revolución, construyendo la democracia nueva que aquí está ordenada por el pueblo en Constituyente; construyendo la vía venezolana al Socialismo, con amplia participación, en amplias libertades, que se están demostrando una vez en esta campaña electoral para gobernadores, con candidaturas por aquí y candidaturas por allá en plenas libertades.

¿La marcha victoriosa de la revolución bolivariana se truncó? ¿Se edifica la nueva sociedad, Socialista Bolivariana, en democracia popular, amplia y libre, ó, por el contrario, el proceso histórico se retrotrajo a los siglos obscurantistas de la lógica del capital?

Por si fuera poco y temeroso de los extravíos de sus compañeros y compañeras y de las milenarias causas rebeldes, Chávez alertó:

No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria. No, no podrán, ante esta circunstancia de nuevas dificultades –del tamaño que fueren- la respuesta de todas y de todos los patriotas, los revolucionarios, los que sentimos a la Patria hasta en las vísceras, como diría Augusto Mijares, es unidad, lucha, batalla y victoria.

¿Luchan los patriotas revolucionarios en contra de la lógica del capital para, unidos, seguir construyendo y celebrando cada peldaño de la nueva sociedad, socialista bolivariana, digna, libre, sana, alegre y humana? ¿O, por el contrario, se dedican, en sus extravíos, a reedificar, desde la lógica del capital, el capitalismo neoliberal?

Chávez fue, es y será, la palabra en su oralidad, en el sentimiento amoroso y la historia irreverente. También lealtad, compromiso, honestidad, consecuencia revolucionaria. Más allá del hombre, está su obra, su idea socialista inconclusa, ejemplo de dignificación de los más humildes que conmovió los cimientos de ésta sufrida humanidad.

Si millones juraron lealtad revolucionaria a su Líder, fundiéndose en el abrazo de la eternidad: ¡Que su inmolación no haya sido en vano! ¡Que su destino no sea el mismo de Bolívar! ¡Ustedes tienen la última palabra!

elgaropa13@gmail.com


 



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