¡Epa! Isidoro, buena broma que me echaste
el día en que te marchaste,
sin acordarte de mi serenata…..
Muy frecuentemente escucho esta hermosa melodía y viene a mi mente el nostálgico recuerdo de nuestro Comandante Chávez aquella triste noche de Diciembre de 2012, en que nos recomendó encarecidamente, quizás sin presentir lo equivocado que estaba y el mal que nos estaba haciendo, pues seguramente, su grave enfermedad le impidió ver con claridad lo que siempre con claridad veía. Esa noche se torció nuestro destino y el destino de nuestra revolución. Pues lo que él no hizo, sin hacer está todavía, y peor aún, estamos retrocediendo. Y es que, ni él mismo, con su gran capacidad, convicción, poder de convicción y fortaleza hubiera podido, solo, llevar a cabo ese hermoso proyecto, pues es un proyecto que tiene que ser realizado por todo un pueblo, con un liderazgo colectivo, preparado y organizado, que debe conformarse previamente, con una consciencia socialista lo suficientemente clara, para que pueda contrarrestar la conciencia individualista y egoísta que predomina en la mayoría de la población, generada por el capitalismo durante más de doscientos años. Se requiere una transformación total de la conciencia individualista y egoísta que nos ha generado el capitalismo, en una conciencia socialista y solidaria (el hombre nuevo, diría el Che).
Bajo ningún liderazgo individual se puede hacer una revolución socialista, y menos aún, en un país tan presidencialista como Venezuela.
¡ La revolución socialista no la hace un caudillo, debe ser obra de un pueblo !
¡ La revolución socialista la haremos entre todos, o no la haremos !
Si no nos hubieses pedido tanta lealtad a un solo hombre, seguramente estaríamos dando tropiezos, inventando, cometiendo errores.
¡Pero no estaríamos tan mal!
…..¡Epa! Isidoro, cuando vuelvas por Caracas,
explícale a las muchachas,
que te fuiste lejos, sin decir adiós.
Y sigo pensando que ese viaje tuyo
no era necesario.
Ahora que Caracas está celebrando
cuatricentenario.
¡Epa! Isidoro, por las calles de los cielos,
en tu coche roto y viejo
la cuerdita nuestra, te recordará.
10 /09 / 2016
Atentamente;