Finalizó el 2015 y el Pdte Maduro no cumplió con su promesa de acabar con la crisis económica

A pocas horas de terminar el presente año, la promesa hecha por el Presidente Maduro en el mes de noviembre de 2014, dónde aseguró que: "el 2015 sería el año de la derrota definitiva de la guerra económica y sus secuelas", quedó en el aire y sin ningún tipo de consecuencia favorable, siendo así la incapacidad y la acción incoherente para resolver el tema económico del país, las principales causas del revés electoral que sufriera el gobierno el pasado 6-D.

En el transcurso del año fuimos advirtiendo que esa práctica de prometer cosas y no cumplirlas para nada favorecía al gobierno y menos si las promesas venían de boca del Presidente de la República, y más aún si lo prometido tenía que ver con el asunto económico, aspecto que ha venido empañando, en los últimos 4 años, la calidad de vida del pueblo venezolano; asimismo, es bueno resaltar que esa práctica es lo que ha originado un cuestionamiento al tema de la planificación del actual gobierno. Pero lo más grave aún, es que esta acción se ha hecho una constante en los últimos años ¿Cómo el Presidente de la República puede jugar con algo tan delicado como lo es la situación económica? ¿Cómo se comprometió a algo sin ni siquiera tener una acción clara dónde la población lograra percibir avances importantes en materia económica? ¿Cómo después de 15 años en el poder, el gobierno se deja someter por una supuesta guerra económica, manejando todos los poderes del Estado y teniendo bajo su control empresas de producción de alimentos y extensiones importantes de tierras que han sido nacionalizadas? Son interrogantes que nos hacemos aquellos que nos alejamos de actitudes sumisas y complacientes al poder constituido.

Sin embargo, el gobierno asume la defensa de lo indefendible y se atreve a subestimar al pueblo al pretender hacer creer que una buena parte de la población se dejó manipular por una campaña propagandista de terror por parte de la derecha tradicional del país y sus aliados en el exterior. Pero no se atreven a decir que buena parte de la población está desilusionada y no se cala más las incoherencias de la actual dirigencia en el poder, en casos como el encubrimiento que han tenido con los responsables que se llevaron más de 20 mil millones de dólares a través de empresas de maletín, que sabemos por las denuncias de los ex ministros Edmée Betancourt y Jorge Giordani, eso por poner un ejemplo; o la poca respuesta que han tenido las empresas de producción de alimentos que fueron nacionalizadas, con el fin de garantizar la soberanía alimentaria, al tema de la crisis presente en el desabastecimiento de alimentos, dónde sería bueno acotar que gran parte de esos productos ni siquiera se consiguen en la red pública de expendio de alimentos; o la falta de priorización en la utilización de los recursos en un país que atraviesa problemas fuertes de abastecimientos tanto de alimentos y medicinas, pero el gobierno se le ocurre invertir los recursos en conciertos con artistas internacionales o incrementar el gasto en la adquisición de armamento militar, o lo incoherente que ha resultado que luego de años dónde el precio del barril de petróleo se mantuvo a un monto muy favorable, ese ingreso no se haya aprovechado para diversificar nuestra economía y luego de más de 15 años gobernando de manera continua no se vean por lo menos las bases de un nuevo modelo productivo en contraparte al modelo rentista-capitalista que ha imperado e impera en el país. Inconsistencias como estas fueron los verdaderos rivales del PSUV y sus aliados, en los pasados comicios electorales.

El principal problema de este gobierno es que no asume responsabilidades, para ellos todo el problema que atravesamos es ocasionado por la contra y la conspiración internacional, y ahora se empeñan en hacer un paralelismo de lo que estamos viviendo con lo ocurrido en Chile en el derrocamiento de Salvador Allende. Situaciones que para nada son comparables, y aquí nuevamente intentan subestimarnos, ya que este gobierno, lo repito, tiene más de 15 años en el poder de forma continua, tiempo para haber construido, por lo menos, las bases de un modelo que le permitiera contrarrestar hoy por hoy cualquier intento de saboteo económico, pero además ha contado con el respaldo de todos los poderes del Estado, y lo más importante, hasta hace poco, un fuerte respaldo popular que le ha podido servir para avanzar en la consolidación del modelo político propuesto.

Así que, si no terminan de aceptar que en gran parte su gobierno tiene una responsabilidad importante acerca de lo que vivimos en esta presente crisis socio-económica, producto de la corrupción, la improvisación y las malas prácticas aplicadas, muy lejanas de toda conducta revolucionaria, dudo que la situación pueda mejorar, lo que será determinante de aquí en adelante en futuras contiendas electorales y lo más importante aún, en LA PROFUNDIZACIÓN DE LA REVOLUCIÓN SOCIAL.


alvarezramon7010@gmail.com



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Ramón Álvarez


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