Contracultura frente a la fuerza bruta del gobierno de Trump contra Venezuela

En el marco de la mitología griega, el hilo de Ariadna representa el ingenio y el conocimiento que desafían la fuerza destructiva y caótica del laberinto donde habita el Minotauro. Ariadna entrega a Teseo un hilo que le permite orientarse y regresar tras enfrentarse a una potencia que parece inquebrantable. Esta comparación es relevante cuando se examina la presión militar y política que Estados Unidos, bajo el liderazgo de Donald Trump, ha ejercido sobre Venezuela.

Por un lado, se evidencia una fuerza belicosa, ejemplificada por el despliegue de tropas, las misiones encubiertas de la CIA, los embargos económicos y las amenazas verbales; mientras que, del otro, la diplomacia venezolana y la resiliencia del pueblo intentan esquivar ese "laberinto" usando astucia, fomentando el diálogo, la autonomía y la solidaridad entre naciones vecinas.

Se puede notar cómo Trump y su equipo han utilizado lo que se conoce como "la teoría del loco" en su enfoque político, que busca proyectar una imagen de inestabilidad y comportamiento errático para presionar, intimidar y desestabilizar a sus adversarios. Esta táctica, que se origina en estrategias que aún se aplican en Estados Unidos, pretende hacer creíble la posibilidad de decisiones drásticas y sorpresivas para forzar concesiones o provocar la caída del gobierno venezolano. Sin embargo, aunque esta fuerza coercitiva puede parecer amenazante, no siempre consigue sus objetivos inmediatos, ya que genera un levantamiento de unidad nacional y resistencia en Venezuela que solidifica su identidad y firmeza.

Por ello, para contrarrestar la agresión y enfrentar esta animosidad, es fundamental no solo la estrategia gubernamental venezolana, sino también esfuerzos de contracultura que fortalezcan el vínculo cultural y el sentido de comunidad entre los venezolanos, permitiéndoles navegar el laberinto con un "hilo" propio que les asista en la resistencia ante la presión. Entre estas iniciativas se pueden considerar:

-Difusión de relatos de resistencia y soberanía: Impulsar historias culturales, artísticas y educativas que reconozcan la historia, la diversidad y la unión popular, presentando la agresión externa como un acto imperialista que debe ser combatido con orgullo y cohesión regional. Este enfoque alternativo actúa como un hilo que guía el sentido colectivo frente a la alienación.

-Impulsa la oralidad desde la narrativa sobre la independencia de Venezuela, esta puede funcionar en los jóvenes escolares, como un poderoso marco para desarrollar una contracultura que responda a la agresión imperialista contemporánea. Este relato histórico representa una fuerte imagen de resistencia, coraje y autonomía frente a un poder extranjero dominante, características que se pueden reavivar y reinterpretar para fortalecer la identidad colectiva y el espíritu del pueblo ante la presión externa. Todo es posible como contra cultura dado que el movimiento por la independencia simboliza la lucha contra una fuerza opresora que intentaba dominar al pueblo venezolano, pero que fue superada gracias a la unidad, la creatividad y la determinación del pueblo. Desde esta perspectiva, se puede elaborar una narrativa contracultural.

-Movilización cultural en las comunidades: Fortalecer la auto-organización en barrios y comunidades a través de actividades de danza, música, teatro, cine, tradiciones y poesía, creando espacios participativos que refuercen la identidad ante la propaganda y el temor. Así, se teje una red social resistente al aislamiento provocado por embargos y amenazas.

-Uso estratégico de la tecnología: Promover el acceso a plataformas digitales locales, creadas en Venezuela, que eviten bloqueos y cierres de cuentas, para comunicar la realidad desde el país, visibilizando la resistencia ciudadana y las injusticias que surgen por la presión externa. Este recurso cultural actúa como un hilo invisible que conecta a la población con el resto del mundo, desafiando la narrativa dominante de la fuerza.

- Globalización de la cultura: Formar vínculos con movimientos culturales internacionales que desafíen la dominación militar y fomenten la autodeterminación, creando lazos de apoyo que operen como redes entrelazadas, sin sucumbir a la presión global.

- Coordinación de encuentros internacionales y festivales para agricultores, trabajadores, intelectuales y creadores de múltiples áreas en distintas fechas, para mantener viva la solidaridad mundial.

De este modo, la actual crisis geopolítica puede interpretarse como un nuevo laberinto donde el poder de Trump se manifiesta a través de la fuerza, sanciones y coacciones. Sin embargo, Venezuela tiene su propio hilo de Ariadna: la inteligencia colectiva, una cultura dinámica y una diplomacia creativa para enfrentar y resistir estas tácticas erráticas. Las iniciativas contraculturales no solo fortalecen la resiliencia social, sino que también representan un desafío directo a la opresión, demostrando que la creatividad y la solidaridad son más poderosas que la violencia y la imposición ciega. Esto ha sido evidenciado a lo largo de más de dos décadas y media.



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Renny Loyo

Doctor en Educación. Dramaturgo

 drloyophd@gmail.com

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