El modelo de desarrollo Chino, Iraní y Norteamericano frente al modelo de desarrollo socialista Venezolano

La historia del capitalismo nos presenta distintas estrategias de acumulación de capital que han definido formas exitosas de desarrollos capitalistas. La estrategia norteamericana de acumulación de capital tuvo en la industria ligera una poderosa palanca, que requirió de una industria pesada, a los fines de explotar en forma extensiva e intensiva los gigantescos mercados nacionales e internacionales. Y esa expansión se logró mediante el financiamiento que hizo el Estado en base a tres compromisos: que dichos capitales estuvieran al servicios de las estrategias imperiales del Estado norteamericano, que acumularan sus capitales en la economía norteamericana y que pagaran sus impuestos al Estado Norteamericano y no a otros Estados. Por su parte, el capital iraní propone un modelo de desarrollo donde el ingreso del petróleo supone un patrimonio (o capital de inversión) que en manos del Estado se orienta a su circulación en su economía a fin de que se acumule capital en suelo iraní. De allí que estimule una industria de ensamblaje que irradia hacia la industria ligera en las áreas de metal mecánica y tecnología; así como, a la agricultura. En el caso Chino la acumulación de capital comenzó con la explotación de la mano de obra china por parte del capital extranjero a partir del cual se logra la clonación de una industria ligera y de tecnología propia. En ese esquema, la migración sistemática de la población rural a las zonas exclusiva de desarrollo económico permitió suplir la mano de obra que se agotaba por efecto de jornadas laborales de 18 horas de trabajo, sueldos mínimos y condiciones laborales y de vida por debajo de las mínimas aceptables. A ese esquema se agregó el financiamiento intensivo del Estado Chino, la alineación de las empresas estatales y privadas chinas al plan estratégico de expansión geopolítica y las libertades económicas de las empresas para realizar sus operación nacionales e internacionales.

Estas estrategias de desarrollo capitalista deben servir al diseño de estrategias de desarrollo socialista por cuanto señalan rutas exitosas de acumulación de capital. En primer lugar, indican que el Estado está obligado a exigir de las empresas estatales socialistas el logro de rentabilidad; así como, el pago de impuesto. El petróleo y sus reservas deben ser utilizados como patrimonio (inversión) para apalancar los procesos de acumulación de capital a lo interno del país. Se debe estimular el desarrollo de una industria ligera que reactive y apalanque la industria pesada. El papel de la vanguardia económica socialista convertida en líderes y gerentes de las empresas exige de ellos un profundo y sostenido aprendizaje de técnicas gerenciales; pero, también, una sólida formación ideológica para la transformación de dichas empresas en socialistas. En materia de producción, esta no sólo debe comprender la satisfacción del mercado nacional sino lo suficiente para comprender su expansión al mercado internacional. En ese sentido, las empresas socialistas deben contar con la libertad de acción económica para procurar el desarrollo de una economía socialista; donde, los criterios políticos se deben centrar en la orientación estratégica que dichas empresas deben desarrollar a fin de apalancar la geopolítica del Estado en la región y el mundo. Viviremos y venceremos, que viva el socialismo, Carajo.


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Néstor Aponte


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