La CIA y El Pentágono: imponiendo la Doctrina Monroe en la Era Moderna

La Agencia Central de Inteligencia, CIA asistida por el Pentágono a través de sus componentes, el US Southern Command, SOUTHCOM (Comando Estratégico del Sur) con base en Miami y el Western Hemisphere Institute for Security Cooperation, WHINSEC (iniciales en inglés) (Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad) con base en Fort Benning, Georgia, EU se han convertido en los medios para aplicar la arcana Doctrina Monroe. Esta doctrina, adoptada por los presidentes James Monroe y Quincy Adams y ampliada por el “Corolario de Roosevelt” del presidente Theodore Roosevelt y la crusada anti-comunista del Secretario de Estado John Foster Dulles, continua sometiendo a las naciones de América Latina bajo la bota colonialista de los Estados Unidos.


El presidente Barack Obama continua aplicando la Doctrina Monroe contra los gobiernos progresistas en toda América Latina, y de este modo, prosigue con las políticas de sus recientes predecesores, incluyendo a Lyndon B. Johnson como se vio durante su invasión a la República Dominicana; Richard Nixon con su sangriento golpe de estado contra el presidente chileno Salvador Allende y su creación de la Operación Cóndor para la persecusión, asesinato, tortura y prisión de izquierdistas en América Latina; Ronald Reagan con su invasión de Granada; George H.W. Bush y su invasión de Panamá y la constante interferencia contra Haití de Bill Clinton como presidente y después de su período y el intento de golpe de estado de George W. Bush contra el presidente venezolano Hugo Chávez.


El apoyo de Obama al golpe militar contra el presidente de Honduras Manuel Zelaya y el rastro que dejó durante el fallido “golpe policial” contra el presidente de Ecuador Rafael Correa son los últimos ejemplos del uso continuo de la Doctrina Monroe empleando los recursos de la CIA y el Pentágono para imponer la dominación norteamericana sobre las naciones de América Latina y el Caribe.


Las actividades de Obama en contra del gobierno de Zelaya, elegido democráticamente, resume su actitud hacia América Latina. Zelaya se unió a una larga lista de líderes de América Latina que fueron derrocados mediante las fuerzas combinadas de la CIA, los militares norteamericanos y la oficialidad militar local entrenada en la escuela de Fort Benning, anteriormente conocida como “La Escuela de las Américas” cuando tenía su cuartel general en Panamá, pero todavía denominada “Escuela de Asesinos” por los críticos del intervencionismo norteamericano en América Latina.


La Comedia de Honduras


El golpe de estado del 28 de Junio de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya estuvo apoyado por funcionarios destacados del gobierno de Obama, quienes a su vez fueron apoyados por intereses políticos de derecha en Estados Unidos, compañías transnacionales con intereses en Honduras y los gobiernos derechistas de otros países, tales como Colombia e Israel. La conspiración contra Zelaya ha sido puesta en evidencia dentro de un conjunto de cables publicados por Wikileaks desde el embajador cubano-norteamericano en Tegucigalpa a la Secretaria de Estado Hillary Clinton con copia a la CIA y al Comando Sur donde admite que el golpe era inconstitucional:


“Post ha intentado clarificar algunos de los problemas legales y constitucionales en torno al retiro forzoso del presidente Manuel “Mel” Zelaya el 28 de junio. La perspectiva de la embajada es que no existe duda alguna que los militares, la Corte Suprema y el Congreso Nacional conspiraron en lo que constituyó un golpe ilegal e inconstitucional contra el poder ejecutivo el 28 de junio, al tiempo que aceptando que podría haber a primera vista el caso que Zelaya haya cometido irregularidades y podría haber violado la constitución. Igualmente, desde nuestra perspectiva, no habría duda que la asunción de Roberto Micheletti al poder fue ilegítima.”


El cable de LLorens es hipócrita al ignorar el hecho que los complotadores golpistas fueron apoyados por el personal militar norteamericano estacionado en la base aérea de Palmerola, la mismísima base donde Zelaya fue mantenido bajo arresto y desde donde fue llevado por avión hacia el exilio en Costa Rica. Llorens dice que:


“Al margen del mérito de las alegadas violaciones a la constitución por parte de Zelaya, queda claro, aun después de una lectura superficial, que su retiro a través de medios militares fue ilegal y que aun los más celosos defensores del golpe no han sido capaces de producir argumentos convincentes para sortear la brecha intelectual entre que “Zelaya infringió la ley” y “por lo tanto ha sido despachado sin juicio a Costa Rica por los militares.”


No obstante, Llorens y los agregados militares de su embajada y el personal de la CIA trabajaron estrechamente con los militares hondureños para derrocar a Zelaya.


Por otra parte, la alta jerarquía de la Iglesia Católica Romana en Honduras, incluyendo al cardenal Oscar Andrés Rodríguez de manera activa estimuló y apoyó a los complotadores militares golpistas. Además, la dirección de un número de iglesias Protestantes fundamentalistas en Honduras, muchas con vínculos con organizaciones parientes de derecha en los EU también apoyaron a los líderes del golpe. El mismo Llorens tiene estrechos contactos con elementos derechistas de la comunidad cubana al sur de la Florida, quienes apoyaron el golpe contra Zelaya y han apoyado operaciones similares en contra de Chávez en Venezuela., Correa en Ecuador, el presidente Evo Morales de Bolivia, el presidente Fernando Lugo en Paraguay, el presidente Daniel Ortega en Nicaragua, el presidente Desi Bouterse en Surinam y contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Argentina.


El cable de Llorens también ignora el hecho que en apoyo al golpe estaban las corporaciones multinacionales bananeras y mineras, las cuales temían el apoyo de Zelaya a las mejoras de las condiciones laborales de los obreros en ambas industrias. Una de las primeras medidas de la junta fue la cancelación de los planes del gobierno de Zelaya para cambiar las leyes mineras en Honduras y darle al país un mayor control sobre las explotaciones mineras y restringir la minería del oro a tajo abierto. Las compañías mineras que operan en Honduras y que apoyaron el golpe incluyen a aquellas con base en Canadá.


Peter Kent, Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de las Américas para los intereses mineros –supervisado por el gobierno conservador del Primer Ministro canadiense Stephen Harper—ha sido muy poco entusiasta acerca del retorno de Zelaya a Honduras. Kent, que representa al electorado numerosamente judío de Toronto, es un gran promotor del Comité Canadiense-Judío de Asuntos Políticos, la versión canadiense del Comité Norteamericano-Judío de Asuntos Públicos. Muchas de las compañías mineras in Honduras, especialmente aquellas involucradas en la minería del oro, están vinculadas a inversionistas israelíes.


Contrario a las declaraciones del gobierno de Obama en el sentido que EU no estaba de ningún modo involucrado en el golpe, los militares norteamericanos en Hondura, en su cuartel general de la base aérea de Soto Cano, también conocida como Palmerola, ubicada a 60 millas de Tegucigalpa, supervisan la virtual ocupación militar del país. Esta virtual ocupación le permitió a los militares hondureños –muchos de los cuales fueron entrenados en el WHINSEC—llevar a cabo con éxito el golpe de estado contra Zelaya.


Hubo también una serie de actividades militares conjuntas hondureño-norteamericanas antes, durante y luego después del golpe. El líder del golpe, el general Romeo Orlando Vásquez Velásquez había sido invitado a la ceremonia de cambio de mando en el SOUTHCOM en su cuartel general de Miami unos días antes del golpe, pero de manera abrupta cambió sus planes enviando una señal a los jefes superiores del Pentágono en el sentido que el movimiento se estaba dando para derrocar a Zelaya y su gobierno. Vásquez y el jefe de la fuerza aérea hondureña, Comandante General Luis Javier Prince Suazok, también líder golpista, fueron alumnos de la Escuela de las Américas en Fort Benning.


En vez de viajar a Miami para la ceremonia del SOUTHCOM, Vásquez envió a su subordinado el Brigadier General José Gerardo Fuentes en su representación. Una vez en Miami, Fuentes se reunió con el Secretario de Defensa Robert Gates, con el Vicepresidente del Alto Mando Conjunto, el General del Cuerpo de Marines, General James Cartright; el comandante saliente del SOUTHCOM, Almirante James Stavridis quien estaba asumiendo el cargo de comandante de la OTAN y el sucesor de Stavridis como jefe del SOUTHCOM el general de la Fuerza Aérea Douglas “Skeet” Fraser. La alta dirección del SOUTHCOM y del Pentágono tenían conocimiento y apoyaban los planes para el golpe de estado contra Zelaya.


Llorens tenía conocimiento que Zelaya, una vez arrestado en su domicilio por tropas hondureñas, había sido llevado a la base aérea de Soto Cano/Palmerola. Una vez en la base norteamericana, Zelaya fue custodiado por tropas hondureñas y norteamericanas antes de ser puesto en una avión con rumbo a Costa Rica en exilio forzoso. El comandante de la base Soto Cano, coronel de ejército Richard Juergens, clausuró el acceso a la base y restringió la salida de personal norteamericano de la base con posterioridad al golpe y la detención de Zelaya, en lo que fue denominado por un ex oficial de inteligencia del ejército de EU en la base como “un portaviones norteamericano” en Centro América.


En el año 2002, Chávez fue arrestado y llevado a la isla de La Orchila cerca de la costa venezolana desde donde él vio en la pista un avión con registro norteamericano que habría de llevarlo al exilio forzoso. No obstante, el golpe de estado con apoyo norteamericano contra Chávez falló cuando las fuerzas militares venezolanas leales le dieron vuelta la tortilla a los líderes golpistas. En el año 2004 el presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide fue derrocado y llevado en avión al exilio forzoso en África en un portaviones norteamericano.


Antes de su derrocamiento, Zelaya anunció planes para trasladar el aeropuerto internacional de Tegucigalpa de Tocontin –considerado un aeropuerto peligroso—a Palmerola. La decisión no le cayó bien a los militares hondureños, al SOUTHCOM ni al Pentágono.


Justo unos cuantos días antes que Stavridis entregara el mando del SOUTHCOM a Fraser, la comandancia con base en Miami despachó un Stratotanker KC-135, dos cazas Falcon F-16, un F-16 y un equipo de apoyo de la Fuerza Aérea hacia la Base Aérea Armando Escalón cerca de San Pedro Sula, un bastión de apoyo a Zelaya, supuestamente para participar en un “festival aéreo” con el objeto de reunir dinero para el hospital local.


Sumado al apoyo militar norteamericano, asesores de inteligencia y seguridad de Israel trabajaron estrechamente con los líderes del golpe, antes, durante y después de éste. Con un nexo parecido, entre mercenarios norteamericanos y operativos israelíes están comprometidos en actividades similares en contra del gobierno de Ortega en Nicaragua.


El palangre titulado “El Eje Pernicioso”


Un cable de la embajada norteamericana en Caracas fechado 30 de enero de 2006 hablaba de un “eje pernicioso” entre Venezuela y Cuba en la región.

Un dialecto similar fue empleado por el gobierno de Bush en su infame “Eje del Mal” para describir a Irak, Irán y Corea del Norte y fue empleado como pretexto para hacer la guerra a las tres naciones. Obama continúa con la misma estrategia “anti-eje” en la práctica sin emplear los términos.

Los actuales planes del gobierno de Obama contemplan el empleo del modelo de golpe y exilio planificado contra el presidente venezolano Hugo Chávez y abortado el año 2002 pero con éxito exiliando del presidente haitiano Jean-Bertrand Aristide en el año 2004 y a Zelaya en Honduras como vías para erradicar de América Latina a presidentes progresistas, incluyendo a Evo Morales de Bolivia, Rafael Correa de Ecuador, Fernando Lugo de Paraguay, Daniel Ortega de Nicaragua y al mismo Chávez de Venezuela. El esquema de golpe policial no tuvo éxito en Ecuador contra Rafael Correa.

El plan norteamericano coincide con el de Israel para detener la influencia creciente de Irán en América Latina. Cables filtrados del Departamento de Estado revelan como el Departamento de Estado apuntaba hacia el gobierno de Lugo en Paraguay haciendo espurias denuncias de operaciones de agentes de Hezbollah y Hamas en ese país. Del mismo modo, se hicieron acusaciones similares de agentes de Hezbollah y de Hamas en Honduras para galvanizar el apoyo del cabildeo israelí al golpe contra Zelaya. En realidad, el demócrata cabildero Lanny Davis miembro clave del lobby en Washington fue contratado por la junta de Roberto Micheletti, que arrebató el poder a Zelaya, para actuar como su relacionador público en Estado Unidos. De acuerdo con cables filtrados, el entonces Director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair, trató de introducir la fantasiosa especie que ambos, Venezuela e Irán estaban comprometidos terrorismo y narcotráfico en América Latina.

Actualmente, el mismo juego planificado de acusar a Ortega de albergar elementos del Hezbollah y Hamas, como también narcotraficantes en Nicaragua está siendo utilizado como pretexto para lanzar “La Contra II” durante 2011 contra el gobierno Sandinista de Ortega, empleando mercenarios que operarían desde bases fronterizas en Honduras y Costa Rica.

También se está empleando una disputa fronteriza inventada entre Costa Rica y Nicaragua con el propósito de cubrir las provocaciones a través de la frontera de Nicaragua.

Aunque Llorens advirtió a la Secretaria de Estado Hillary Clinton acerca de la inconstitucionalidad del golpe contra Zelaya, ella rehusó suspender la ayuda financiera a la junta hondureña.

Los intereses de Wall Street también están abocados a reducir el creciente poder de la Alianza Bolivariana de las Américas, ALBA en cuanto a competidor del ALCA dominada por EU. El ALBA se inició como una iniciativa venezolano-cubana y Zelaya era un participante activo junto a otros gobiernos progresistas de América Latina. Otros cables publicados del Departamento de Estado ilustran cómo el gobierno de Obama trató de sobornar algunos líderes del ALBA, como el presidente Leonel Fernández de la República Dominica para que abandonaran la organización.


América Latina rechaza el control político


En una reciente conferencia cumbre en Mar del Plata, Argentina, el presidente Correa de Ecuador, quien a duras penas sobrevivió un golpe de estado en su contrta inspirado por la CIA y el Pentágono, resumió los sentimientos de muchos dirigentes latinoamericanos cuando dijo: “Basta de estas cosas. Basta de interferir en nuestra soberanía, con nuestra independencia, basta de traicionar la confianza de países que consideran a EU como amigo.” Quizás algunas revelaciones de los cables filtrados del Departamento de Estado en el sentido de que el embajador norteamericano filo sionista en Brasil, Clifford Sobel, trabajó secretamente con la policía brasileña para montar acusaciones de narco tráfico en contra de brasileños de origen árabe, que según Sobel estaban involucrados en actos de terrorismo dieron como resultado la decisión brasileña de reconocer al estado palestino dentro de sus fronteras anteriores a 1967, lo cual significa que Brasil no reconoce la incorporación ilegal de Jerusalem Oriental.

Este continente deberá darse cuenta que con la Doctrina Monroe y el Corolario Roosevelt todavía en vigencia, EU no ha sido ni será nunca amigo de las naciones de América Latina.


editorial@strategic-culture.org
Traducción desde el inglés por Sergio R. Anacona


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Wayne Madsen

Escritor. Especializado en Asuntos Internacionales


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