(Azúcar con whisky como anestesia)

Las huellas de un médico rural

1

El Doctor Luis Dao fue director del Hospital de Roblecito en los tiempos del auge petrolero en Las Mercedes del Llano. Allí las circunstancias lo obligaron a convertirse en especialista de varias ramas de la medicina. Su labor la combinó con la escritura, publicando muchos artículos científicos relacionados con casos ocurridos en Las Mercedes. Su estilo no lo limita la rigurosidad exigida por las notificaciones de carácter científico, por el contrario, tiene el sabor de la narración amena, de la anécdota. Eso lo podemos constatar en sus notas sobre los caribes o capaburros, cuando describe el aspecto de un hombre devorado por esos peces feroces: "la completa limpieza de los huesos me recordaba aquellos que solíamos estudiar en nuestras clases de anatomía en la universidad "; o en su artículo sobre las heridas por garras de osos hormigueros, o en una observación que hizo de un niño de dos años que se tragó un clavo de seis centímetros, salvándolo sin recurrir al bisturí, sólo observando el desplazamiento del cuerpo extraño a través de radiografía hasta que fue expulsado con las heces. Lees esos reportes y recuerdas los relatos de Chejov y Bulgakov.

2

Luis Dao descubrió el primer caso de Enfermedad de Chagas Congénita del mundo en Chaguaramas (Edo. Guárico) en 1948.

El Dr. Cecilio Romaña (describió el famoso signo que lleva su nombre), eminente investigador, en su libro Enfermedad de Chagas publicado en 1963, escribió en la página 14: "... en el hombre la primera demostración clínica de tripanosomiasis congénita fue realizada por Luis Dao en Venezuela." En la página 204, agrega: "Entre las contribuciones más interesantes realizadas en Venezuela, al conocimiento de la Enfermedad de Chagas se destaca el hallazgo de los primeros casos congénitos de la enfermedad comprobados por Dao en 1948 y más tarde confirmados en otros países."

3

EL doctor Dao observó a un niño recién nacido con vómitos: Todo lo que comía lo vomitaba, lloraba constantemente, tenía contracciones estomacales y se estaba deshidratando.

El diagnostico estaba claro: estenosis pilórica, una patología que hace que los alimentos no pasen al intestino y se devuelvan con los vómitos. La solución es quirúrgica para evitar la muerte por inanición, pero en el caso que nos ocupa no se contaba ni con anestesiólogo ni con anestesia. Entonces el doctor Dao recurrió a una solución extrema: tomó terrones de azúcar (de los que tenían los estadounidenses para el café) , los impregnó de whisky e hizo que el niño los succionara; y cuando notó que el infante estaba completamente ebrio le practicó la cirugía y lo salvó.

4

Tuve el honor de conocer al doctor Dao en una sesión de la Academia Nacional de Medicina. Le pregunté sobre el caso mencionado y me contestó: es una cirugía muy sencilla, y me obsequió el libro donde lo describe con lujo de detalles.

5

El Dr. Oscar Agüero dijo: "Creo sinceramente que la trayectoria de Dao ha demostrado de manera cabal que para buscar y ofrecer una útil información de la medicina local no siempre se requieren complicados y costosos aparatos, equipos y personal, sino que muchas veces, como ha escrito Walter Álvarez, todo lo que se necesita... es tener ojos, oídos y un libro de apuntes."


 



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1716 veces.



Edgardo Malaspina

Médico. PhD en Medicina. Docente universitario y poeta.

 edgardomalaspina@gmail.com

Visite el perfil de Edgardo Malaspina para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: