¡Alerta en los Páramos Andinos!

"No cambiemos el clima ¡Cambiemos el sistema! Y en consecuencia comenzaremos a salvar el planeta".

Hugo Rafael Chávez Frías

(Cumbre del Cambio Climático, Copen Hagen, 16 de diciembre 2009)

Luego de un esfuerzo mancomunado de Protección Civil Táchira, la Alcaldía de Jáuregui y los Cuerpo de Bomberos de La Grita, San Cristóbal, Mérida y Barinas, acompañados de más de un centenar de jóvenes voluntarios de los campos y aldeas circunvecinas, se logró controlar un voraz incendio.

Las llamas lograron destruir más de 300 hectáreas de los páramos andinos pertenecientes a un área bajo régimen de protección especial (Abraes) del Parque Nacional Juan Pablo Peñaloza del estado Táchira.

El incendió que se propagó por varios páramos de los linderos de los estados Táchira y Mérida tuvo su foco inicial en el Páramo El Portachuelo, sector cercano al Parque de Las Porqueras en la vía que comunica a la ciudad de La Grita con las poblaciones de Pregonero (Táchira) y Bailadores del estado Mérida.

La quema según versiones de autoridades del Comando Unificado, Inparques, Protección Civil y Bomberos Forestales fue provocada por un cable de alta tensión sacudido por el viento que en estas alturas superiores a los 2.600 metros sobre el nivel del mar, sopla muy fuerte.

En un portal de las redes sociales Efecto Cocuyo.org se recogió la siguiente versión del incendio:

"Los incendios en el páramo andino, que se iniciaron el lunes 17 de febrero en el sector Portachuelo del Parque Las Porqueras del municipio Jáuregui del estado Táchira, han alcanzado 370 hectáreas del parque nacional Juan Pablo Peñaloza, un área protegida que es compartida con el estado Mérida.

El incendio, que fue provocado por la caída de línea de alta tensión y propagado por los fuertes vientos, también ha afectado varias fincas en Sabana Grande y Llano Largo, poblaciones conocidas por producir el 90% de las papas del país, así como por poseer más de 250 hectáreas de bosque de páramo".

En realidad la experiencia vivida por la comunidad del Municipio Jáuregui y sus instituciones, significó una prueba de fuego e hizo brotar la creatividad y la solidaridad que caracteriza a los pueblos andinos ante cualquier adversidad.

Muchas son las lecciones aprendidas y dejadas por un evento como este que mantuvo en vela a la población - por casi quince días - e hizo brotar el amor por el terruño a voluntarios y bomberos, así como el de muchos vecinos y jóvenes, quienes acudieron a cumplir su misión de apagar el fuego y proteger la flora y la fauna.

Un acontecimiento como el ocurrido en los páramos andinos, deja varias incógnitas y tiene muchas lecturas a la hora de analizarse.

En primer lugar podríamos decir que pone al descubierto las carencias y la falta de recursos (técnicos, materiales y humanos) con los cuales cuentan o disponen los cuerpos de bomberos de la mayoría de ciudades del interior del país.

En un boletín de radio de la Alcaldía Bolivariana del Municipio Jáuregui escuchamos una declaración del Comandante de los Bomberos de Jáuregui, primer teniente César Sandoval quien señaló con angustia, que el único camión cisterna con el cual cuentan los bomberos de La Grita, tenía problemas con el "toma fuerza" del hidro-jet que sirve para el impulso del agua con la cual se combaten las llamas en los incendios.

La oportunidad también fue propicia para iniciar un llamado a inscripciones a los voluntarios de La Grita, de las poblaciones circunvecinas y aldeas para formar parte del Cuerpo de Bomberos, donde a decir verdad: "se trabaja con las uñas".

Desde un primer momento cuando conocimos la noticia de los incendios en los páramos andinos a través del portal de Diario de La Nación de San Cristóbal, el lunes 17 de febrero, nos activamos y escribimos una nota "Lloran los Páramos" en las redes sociales.

Igualmente manifestamos nuestra angustia a través de la página en la Web "Gente de La Grita…Aquellos Años Dorados", donde expresamos la importancia estratégica que tienen los páramos de los andes para las generaciones futuras de todos los estados del occidente de Venezuela.

En las alturas de las cumbres andinas están los nacientes y una rica fauna silvestre que deberíamos conservar y mirar como un tesoro y preservar para las futuras generaciones.

No es posible que se destruya ante la mirada indiferente del Estado venezolano una cuenca hidrográfica tan importante para todo el país y en especial para la vida de El Lago de Maracaibo, estado Zulia.

Desde los páramos andinos, además de ser una tierra fértil para la agricultura y donde se producen más del 70 por ciento de las legumbres, hortalizas y tubérculos que consumimos la mayoría de ciudadanos del país, también está el agua potable que representa el futuro para la vida de todos los venezolanos.

Un problema como el ocasionado por un incendio en los páramos andinos y el cual - Dios no lo quiera - podría repetirse, debemos evitarlo (causado por la sequía) y para ello debemos estar alerta.

En una situación, con las citadas características, están involucradas las autoridades, los Alcaldes, los gobernadores y el Gobierno Nacional. Igualmente no es sólo de Protección Civil y de los Bomberos Forestales sino de todas las fuerzas de Seguridad; en otras palabras, es un problema de Seguridad de Estado.

En los páramos andinos se vivió una experiencia la cual afortunadamente fue superada, pero a su vez debe llamarnos a la previsión y a mantenernos en un alerta permanente.

El apoyo de los Comandos Unificados para incendios debe ser de inmediato y con la relevancia que lo amerita; sobre todo, en función del apoyo logístico e incluso, con equipos de mayor alcance como aviones o helicópteros los cuales en esta oportunidad brillaron por su ausencia.

No es coincidencia que en los páramos colombianos – en los actuales momentos - los incendios son provocados por los carteles del narcotráfico quienes destruyen los bosques, flora, fauna y las siembras de los campesinos, para dar paso a los cultivos ilícitos de la droga.

En la zona fronteriza con Colombia los males están a la vuelta de la esquina y las amenazas de los enemigos del país van más allá del contrabando de combustibles, alimentos, trata de blancas y de droga.

Nuestros páramos venezolanos además de ser una tierra que debe conservar la frontera agrícola en los Parques Nacionales, también debe contar con la protección y vigilancia de guarda bosques y la presencia permanente de los cuerpos se seguridad del Estado; no sólo en la línea fronteriza sino en los estados conocidos, como la "media luna".

Es por eso que exclamamos "¡Lloran los páramos!" y decimos a los cuatro vientos: ¡Alerta en los Páramos Andinos!

Amanecerá y veremos



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Marco Tulio Arellano

Jubilado en Pdvsa

 arellanomt@hotmail.com      @Homugria

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