No hay pero que valga

El presidente Chávez

No nació en el Country. No estudió entre la aristocracia. No jugó golf ni tenis en las canchas del Este “rubicundo”. No hizo la secundaria en uno de esos liceos adonde llevan a los “niños” en “rolroice” ni fue a Oxford ni a la Sorbona enviado por un padre que le siquitrallaba el dinero a PDVSA. EL presidente Chávez aprendió a leer impulsado por sus padres que era maestros allá en Barinas. Jugó béisbol, algo que en el pasado era “tierrúo” para los ricos, pero que ahora como los buenos peloteros son firmados por millones de los verdimanes, entonces usted los ve, por ahí cargando con el niñito bien disfrazado de peloterito. Pero esos tipos, los ricos, no sabían lo que era un “doblerobo” ni un “rolinporelshor”. El Presidente Chávez no es rubio, como el Hitler que ocasionó ¡Ochenta millones de muertos! Ni como el catire Presidente que envió al Enola Gay a dejar caer dos bombas sobre Nagasaki e Hiroshima, ni menos como el “carapálida” que mata y acribilla niños mujeres y ancianos en Irak y Afganistán. No, el Presidente Chávez es un zambo, un bachaco, un mestizo, un indio o como quiera usted llamarlo, menos blanco. Claro que no es contra los blancos el dilema, lo es, empero, contra quienes aún después de transcurridos seis años del siglo XXI, todavía andan creyendo en razas superiores y demás defecadas. “La sangre siempre será roja, carajo” Pero el Presidente Chávez tiene orgullo.

Ese orgullo que lleva el indio, el negro, el latinoamericano que sabe los significa ser HOMBRE. El Presidente Chávez no es un TOLEDO, indio peruano que se deja poner los grillos en los tobillos por los estadounidenses, traicionando a su pueblo. Nada que ver con el cipayismo de Alan García, hombre sin dignidad para admitir que robó y desfloró al Perú en su pasado mandato y que ahora es un efebo de la causa estadounidense, arrasando con lo poco que queda en la tierra inca, no es un Uribe que firma un Tratado de Libre Comercio, sin importarle un carajo los de abajo, los vecinos como Bolivia, no es un FOX servil, cocacolero (FUE CAMIONERO DE LA Coca Cola), que mira de reojo a su propio pueblo sumergido en la indignidad de ser gobernado por un extranjero. NO ES UN ROSALES vividor de la poca estima de algunos NEGROS que se someten al eterno amo que siempre los ha jodido y jodido, los golpea, y los golpea, los propios Tío TOM que se ven esclavos naturales. “Negro de la espesura diabólico, oscuro como el invierno, que azota vida y despedaza suelos, mas no inteligente como el perro que al mover la cola ya se está ganando el trozo de carne, engañando al que se imagina el SUPERIOR. Negro traído a remolque por el propio amo que hoy te utiliza para seguir tratando de mantenerte atado a su consentimiento, ¿Hasta cuándo eres monigote atado al árbol del camino, negro?”.

El Presidente Chávez no olvida la historia de su patria. No es por lo tanto un servil. Rómulo Betancourt, fue un inmoral, castrado, la impotencia que le ocasionó la maldad traída desde el mismo útero de su madre, la sació eliminando jóvenes, adolescentes en aquella inolvidable década del sesenta. Carlos Andrés, un inmoral, drogómano (¿se acuerdan del joven tramoyista del canal 8 que lo cazó metiéndose algo por la nariz en Miraflores y que al día siguiente fue echado de ese canal?) Lusinchi, un alcohólico anónimo, putañero, enfermo, adultero, Caldera fanático del Opus Dei , con esa voz de malhechor egoísta, pidiendo favores al Papá para canonizar muertos, mientras el pueblo sucumbía de hambre a orilla de la noche. El PRESIDENTE Chávez es de extracción humilde. Se graduó como cualquier venezolano, piensa como la mayoría de sus congéneres y no se explica como es que una nación con casi un siglo de vender petróleo tiene tanta pobreza. El Presidente Chávez sabe que la oligarquía que reina en América Latina, es la continuación del imperio español en nuestros suelos. Los hijos serán los que lo padres son. OLIGARCAS SIN SENTIMIENTOS, sin un ápice de amor para los del cerro, la quebrada, la aldea, la orilla de la carretera, la eterna noche sin la luz de los sueños.

El Presidente Chávez no sale en las páginas sociales de los diarios pro yanquis, bebiendo costosas bebidas espirituosas para congraciarse con los explotadores: sale en “Contacto con la Realidad” hablando de amor para con todos. El Presidente Chávez besa niños, mujeres, abraza viejos, negros, desdentados, pobres de dinero y eso no es nuevo. NO LO HACE SÓLO EN CAMPAÑA. El Presidente Chávez no necesita de la demagogia, porque sale a la calle y la gente lo idolatra, Sólo los envenenados de un sector amarillista, lo odian, porque no se sumió a sus órdenes, pero el pueblo, la mayoría, el que sabe donde y cuando se bate el cobre, ese lo ama y le da la misma medicina que él les envía. El presidente Chávez no se pone a los pies de los gringos estadounidenses, porque es un JEFE DE ESTADO que no traiciona a su pueblo y no se explica porque lo hicieron los de la IV-R, porque un hombre que es elegido por el pueblo, debe darle es a ese pueblo, el mismo amor que éste le confió. NO FUE ASÍ CON LOS DE LA IV-R. El sumiso, el estúpido, el carga maletín de imperio, no es bien visto en estos años. Por eso el Presidente Chávez es distinto. Tiene alma, es humanista, comparte los sueños y el pan con los pobres del mundo, porque el dolor en todas partes es igual. Nunca usted verá al Presidente Chávez con los oligarcas, planificando maldades contra los de abajo.

POR ESO EL Presidente Chávez, no necesita estas líneas, que me salen del alma, al ver y escuchar a los déspotas, a los traidores, a los hijos de putas, que se alegran porque en la ONU nuestro país esté luchando a sangre y fuego contra un animal gigantesco que se alimenta de sangre humana. Por eso será para siempre el gran hombre de la historia. Los oligarcas son necios que no avanzan en el tiempo. MINIMIZAN a los que no ponen el culo en las mullidas sillas de sus mansiones, porque los oligarcas son enfermos mentales, cuyas células cerebrales están hechas del mismo metal con el cual se hacen las monedas. No entienden que el IMPERIO del lujo, de la marquesina explotadora de sexo y la pornografía, de las guerras y las invasiones, está agónico. Los mismos “diablos” que se las dan de santo, andan en procura de los aceites litúrgicos para rendirle el réquiem in pace a esa cagada, en mala hora concebida por la mente de los DIABLOS AZUFRADOS. No hay imperio eterno.

aenpelota@gmail.com


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Ángel V. Rivas

Limpiabota, ayudante de pintura, articulista, Productor Nacional Independiente, editor de El Irreverente. Animador del programa Gigantes del Romance, autor del libro Pacto Satánico y poeta en estado de frustración.

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