Observando el panorama tétrico que adorna a un amplio sector de la oposición se me viene a la mente la película “Atrapado sin salida” magistralmente interpretada por Jack Nicholson; que por cierto lo hizo merecedor del Oscar.
Esta película es la adaptación de la obre de Ken Kesey “Alguien voló sobre el nido del cuko” (“One flew over the cuckoo´s nest”). Se trata de una clínica “de salud mental” donde los supuestos enajenados son sometidos a proceso curativos-represivos y de sometimiento, que no hay manera que puedan escapar. Los tratamientos llegan hasta la lobotomía. El papel de Nicholson, es la contrafigura de la rígida enfermera Mildred Rached interpretada a la medida por Louise Fletcher. Mc Murphy, el personaje interpretado por Nicholson, intenta despertar conciencia en los cautivos psicológicos, y termina con una lobotomía y la muerte a manos de su amigo el jefe Bromden (Will Sampson). Usted puede indagar más sobre esta importante película en la historia del cine, y comparar con ese centro de desquiciados en que se ha trastocado la oposición.
Hace algunos años escribí un artículo que titulé “¿Qué vamos a hacer con este atajo de locos?”, misteriosamente desapareció y a las publicaciones que lo envié, lo arrojaron al cesto. Hoy retomo el tema, porque entre otras cosas, el problema de la salud mental de muchos(as) ciudadanos(as) se ha agravado. En estos días, en los pasillos de un supermercado, una dama bien vestida comentaba a otra: ¿Qué te parece lo que dice ABC de España? El tipo está pesando 36 kilos” o la imagen que utilicé en aquel momento, la pareja que en medio de la autopista regional del centro, se bajó del automóvil y en corretear no cesaba de gritar despavoridos,” No es posible que están construyendo un ferrocarril” o el ya lugar común de la señora que envía a la servidumbre a hacer sus compras en MERCAL o en PEDVAL….y se queja mas que un cochino en bicicleta de raparto.
Si todo llegara hasta allí, sería lo de menos. Pero el colmo al que han llegado es que cualquier disidencia es severamente atacada, siendo el epíteto más barato “se vendió por un puñado de dólares” Se produce un marcaje terrorista sobre los seguidores, cada vez es mayor la decepción de sus seguidores y esto se demuestra en las movilizaciones que han intentado recientemente, con harina PAN y todo.
Imagino a sectores de la clase media, presa de esas psicosis y paranoias, aterradas y con pesadillas; mientras que los autores de su desequilibrio, ya agotaron los cupos de avión para disfrutar la semana santa en cualquier destino turístico. Ahora el cuento es lanzar estudiantes a un desenfreno y el que al final los dejarán solos. El pobre diablo ese que le arrancó el marcapaso a un parroquiano de la tercera edad, deberá purgar una condena por su delito.
La búsqueda desesperada de un pretexto ha lleva a ver fantasmas que los llevan al sillón del siquiatra. La venta de una ilusión de que la caída de Chávez está a punto de melcocha agudiza el desequilibrio y estimula violencia ante la frustración. Y mientras tanto los jefes de la MUD se reparten un país ficticio. Las greñas de sus escaramuzas se comienzan a regar a costa de la salud mental de sus allegados y seguidores.
Atrapados en una red de engaños y tramposerías, lamentablemente, se encuentran muchos compatriotas que a esta altura inspiran compasión. Pero, sin descuidar que esas decepciones son caldo de cultivo de la violencia, que hay que evitar a toda costa. ¡Díganme si no hay relación con el filme al que hemos hecho referencia!. Y pensar, que nuestro estado, nuestra revolución, de alguna manera debe ayudar a estos cristianos a salir del atolladero en que están sumidos. Es urgente una misión o una acción que contribuya a rescatar la salud mental de tanto enagenado. Sin perder de vista la responsabilidad de quienes los han impulsado a ese abismo, llámese partido, dirigente o medio de comunicación. El humanismo socialista lo impone.
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