En la entrega anterior http://www.aporrea.org/ddhh/a108048.html afirmamos que el concepto y la noción de poder, al ser asumido como instrumento de aprendizaje y conocimiento, facilita establecer niveles adecuados de comprensión en los postulados y estrategias que actualmente implementa el imperialismo como arma de sometimiento hacia el resto de las naciones y permite organizar actitudes y esquemas de defensa ante posibles agresiones, lo cual requeriría hacer una revisión minuciosa sobre este concepto, como uno de los elementos constitutivos de los postulados de la guerra de cuarta generación y como referencia en el modo de vida de las personas.
En el mencionado artículo explicamos cómo el pueblo cubano y venezolano, -en distintos momentos- habían hecho uso de estrategias basadas en la guerra de cuarta generación, en combates librados con el imperio y habían salidos victoriosos. Ambos conflictos estuvieron mediados por el uso de fuerzas y estrategias. ¿Pero hasta qué punto las fuerzas que allí actuaron lo hicieron conscientes que eran parte de una estrategia integral de poder?
En aquel entonces destacamos la existencia de la “noción integral del poder”, o “estrategia Integral del poder”, elaborado por Carlos Lanz bajo los postulados de la teoría crítica, en el libro “EL Poder en La Escuela”. Veamos…
A lo largo de su recorrido como luchador social y como teórico de las ciencias sociales, Lanz ha elaborando un planteamiento teórico-metodológico, que resulta de sumo interés, por cuanto fija un precedente en el rompimiento de los postulados del concepto de poder en el pensamiento positivista, estableciendo una referencia con rigurosidad científica, de suma importancia para el sector educativo venezolano, como modo de vida y como referencia en la conformación del modelo de relaciones basado en la igualdad, en la equidad, en la justicia social, enmarcado en los postulados del modelo socialista. Tal planteamiento se encuentra en “El Poder en la Escuela”
Este libro consta de cinco capítulos, pero para los efectos del presente escrito, nos referiremos al capítulo I denominado “Diversas Concepciones en torno al Poder” donde el autor analiza los siguientes aspectos: a) cuestionamiento del enfoque izquierdista del poder; b) poder tradicional entendido en su expresión clásica, a partir de la existencia de la división social del trabajo y c) nuevos contenidos del poder, el papel del Estado como expresión de poder, su concepción instrumentalista y postmodernista.
Categoría de análisis: se toma como categoría de análisis, el análisis crítico socio-histórico y el método dialectico-marxista, en el sector educativo venezolano. El Poder en La Escuela, se elabora principalmente, a partir de diversos estudios realizados por equipos multidisciplinarios de trabajo, coordinado por Carlos Lanz.
a) Cuestionamiento del enfoque izquierdista del poder.
Donde se cuestiona
la tradición izquierdista del poder, particularmente su concepción
política-militar, la cual es definida por el autor como “deficitaria,
simplista y reduccionista” (Lanz, op. cit., pág. 11), criterios
que dificultan dar cuenta de los “nuevos contenidos” de la dominación
y sus “relaciones de fuerza”. Las “relaciones de fuerzas” -continúa-
se expresan como “totalidad histórico-concreta”, manifestándose
como explotación del trabajo, opresión política y hegemonía cultural.
(Ídem)
Vamos a detenernos un poco para detallar algunos aspectos de interés: el cuestionamiento al enfoque izquierdista del poder, expuesto por Lanz, descarta los criterios insurreccionales, guerrerista y violentos, asumidos tradicionalmente por los partidos y grupos de izquierda existentes en algunas latitudes mundo, cuyas interpretaciones y estrategias -algunas veces extemporáneas, otras veces descontextualizadas- dificultan las posibilidades reales de acceso al poder por parte de las fuerzas revolucionarias.
Desde el punto de vista del conocimiento, una lectura ligera o una interpretación incorrecta sobre un concepto o estrategia definida (en este caso, el poder), genera desaciertos en el logro de objetivos establecidos, en su comprensión y en su efectivo ejercicio, como tradicionalmente le ha sucedido a la mayoría de los partidos o grupos de izquierda, que se han establecido la toma del poder, a través de estrategias insurreccionales. La lucha de liberación insurreccional-foquista de la década de los años 60 y 70, ocurrida en Venezuela, constituye un ejemplo emblemático del fracaso de esta concepción guerrerista.
Obviamente que los grupos o partidos políticos de izquierda que se enfocan en criterios equivocados, por ende, han establecido formulaciones teórico-prácticas incorrectas, en sus aspectos estructurales y coyunturales, que los ha mantenido alejados de lo que Lanz llama las “relaciones de fuerza” y la “totalidad histórico-concreta” (explotación del trabajo, opresión, hegemonía cultural), que impide el acceso hacia el ejercicio del poder, por parte de los sectores que se asumen como revolucionarios. Sin duda alguna que el anterior planteamiento requiere realizar otros análisis profundos, entre ellos el enfoque clásico marxista -sin restarle importancia a sus postulados fundamentales y en particular, al aspecto político-militar- de la toma revolucionaria del poder
Cuando Lanz se refiere a las desviaciones filosóficas que -según su punto de vista- mantienen a los grupos o partidos de izquierda alejados del poder, señala las causas concretas de su desacierto y las posibles vías que pudieran permitir elaborar estrategias adecuadas sobre dicho concepto, los cuales el autor considera seguidamente en este mismo y en los próximos capítulos del mencionado trabajo
b) Poder tradicional entendido en su expresión clásica, a partir de la existencia del modo de producción capitalista y sus principales valores. Adicional a las razones expuestas anteriormente en relación al fracaso de los grupos y partidos de izquierda, seguidamente el autor analiza las “relaciones de producción capitalista”, tomando como referencia su modo de producción y sus valores, particularmente la división social del trabajo, el papel del Estado capitalista y su relación con el poder, desde una perspectiva histórica, enfoque que rompe con los análisis tradicionales centrados en la “propiedad” y en las “relaciones mercantiles”.(ídem, pág. 12)
La visión historicista del poder, desde la perspectiva antes mencionada, entra en una categoría de análisis, donde se requiere disponer de una capacidad relativa de abstracción, que involucra la existencia de elementos objetivos y subjetivos de los sujetos (constitución físico-biológico, aprendizaje, formación, conocimiento, ideas, etc.) los cuales son omitidos en la lógica del pensamiento positivista, debido a que este tipo de planteamientos, cuestiona los intereses constitutivos de los valores del modelo capitalista.
c) Nuevos contenidos del poder, donde se toma como referencia el papel del Estado, su concepción instrumentalista y el enfoque postmoderno que lo concibe como una relación global de dominación, expresado como dominación política y hegemonía cultural: los nuevos contenidos del poder, son expresiones actuales derivadas del sistema de relaciones sociales. Desde esta perspectiva el autor incluye dos momentos fundamentales 1) La concepción instrumentalista que concibe la figura del Estado como “cosa” (Durkhein, E) y 2) El enfoque postmoderno que concibe el poder como una “relación global de dominación”, presente en todas partes (cuerpo, familia, escuela, hospital). (Ídem)
La conjunción de los anteriores momentos en la noción del poder y su relación con el Estado capitalista, producto de la coyuntura histórica analizada por el autor -donde la realidad de los hechos y el poder se simplifican y el enfoque postmodernista fragmenta las figuras constitutivas del poder- le permiten articular las distintas versiones y postulados de autores circunscritos en la corriente del pensamiento constructivista y la teoría del Aprendizaje Significativo por Descubrimiento, bajo las premisas de Piaget, Ausubel, Bruner y otros; los aportes de la visión Foulcaultniana de la microfísica del poder; la concepción gramciana de la teoría de la hegemonía y los aportes de Habermas sobre conocimiento e interés, con el cual formula el planteamiento teórico-metodológico que denomina: “La Estrategia Integral del Poder” (EIP), cuya expresión es la propuesta pedagógica INVEDECOR (Investigar-Educar-Comunicar-Organizar) (ibídem, pag. 37), que presenta bajo la premisa de acción “aprender investigando, conocer transformando” (Ibídem, pág. 12)
Hasta aquí, solo hemos
hecho una descripción del origen de la propuesta EIP. Faltaría por
realizar un análisis explicativo sobre el contenido del método INVEDECOR,
que constituye la expresión fenoménica de la propuesta, sin
embargo, es necesario agregar que la EIP, va más allá de ser una
simple expresión de poder, que puede ser asumida a discreción. Se
trata de un planteamiento profundo que surge de un análisis exhaustivo
de la génesis de las ciencias sociales. La misma puede ser asumida
como filosofía de vida y es un gran aporte teórico-metodológico para
las generaciones del presente y del futuro.
Bibliografía Consultada:
Álvarez, José Ramón (Coordinador): Didáctica Constructiva: Plataforma Para La Construcción Colectiva de Saberes. INCES-MINEC. Caracas, 2007
Durkheim, Emilio. Las Reglas del Método Sociológico. Edt. Morata. 1993. Madrid.
Finol Ocando, Yldefonso: Socialismo Siglo XXI. Apuntes de Formación Revolucionaria. Ediciones del Centro Nacional de Investigación-Acción Anti-Imperialista “Simón Bolívar, s/f. Coro, estado Falcón.
Lanz, Carlos. El Poder en La Escuela. El Método INVEDECOR como Fundamento del Currículum Alternativo. Ince La Morita. Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe (AELAC). Maracay. 2004
Lenin, V: El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo. Obras Escogidas. Editorial Progreso, s/f. Moscú.
Lenin, V: El Estado y La Revolución. La doctrina Marxista del Estado y las Tareas del Proletariado en la Revolución. Obras Escogidas. Editorial Progreso, s/f. Moscú.
Verstrynge, Jorge: La Guerra Revolucionaria y el Islam Revolucionario. El Viejo Topo. 2004. Paris.
vielmajota4@hotmail.com