La funesta democracia burguesa

Todo lo que se conoce y a lo que recurre en centro y Sudamérica en materia política, económica, cultural y religión proviene del mundo occidental, muy poco, por no decir nada, procede, en estas disciplinas, de nuestros pueblos originarios. En esta zona del mundo se aplicaron los principios sociales y económicos de las monarquías, imperios, tiranías, de la democracia, todos inventados en Europa y luego en EEUU. Los modelos de constitución se inspiraron en las cartas magnas y experiencias de EEUU, España, Inglaterra, entre algunas. De igual manera, con la llegada de los conquistadores europeos rubios, ricos y cristianos se implantaron a sangre y fuego la religión católica y la protestante, como una forma de subyugar y atemorizar a los habitantes de una región desconocida por los europeos. Esta imposición cultural obligada erradicó toda forma de comportamiento de los nativos en materia idiomática ya que obligaron a los naturales a conversar en la lengua del invasor. Así mismo, la agrupación social y el modelo económico de aquellos pobladores originarios fueron arrasadas, así como también el culto a sus dioses. Fue de esta manera como fue aniquilada una cultura que tenía más de 15 mil años, quizás más vieja que la del invasor. Eso del Nuevo Mundo fue una vil mentira.

Los descendientes de aquellos conquistadores europeos, rubios, ricos y cristianos, hoy hacen alarde de la "civilización" que aquellos llevaron a lo que se llamó América y esperan que los herederos de dichos pueblos originarios se sientan orgullosos de sus actuaciones durante la conquista y la colonización. A tal extremo, según como recién refirió el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien se quejó porque los africanos no le han dado las gracias por todo el aciago legado dejado por el colonizador galo. De igual modo, los nativos de estas tierras meridionales deben estar agradecidos por el idioma castellano que legaron, la religión que costó el asesinato de muchos naturales y con los modelos tiránicos instituidos por más de 300 años. Los crueles invasores desconocían que los antiguos moradores de esta tierras tenían múltiples idiomas, ritos religiosos, modelos económicos exitosos y de diversas formas de organización social, además de conocimiento de agronomía, ingeniería, matemática, agricultura, acueductos, arquitectura, astronomía, literatura, desarrollo en materia textil y otros renglones de progreso cultural por más de 15 mil años, quizás más antiguos que algunas ciudades europeas. Aquellos habitantes de los pueblos originarios merecerían ser considerados como más adelantados y no calificados como salvajes e ignorantes, tal como fueron tratados por los recién llegados.

Por fortuna los europeos, ricos, rubios y cristianos disponían de una imprenta que les permitió divulgar por libros y cartas todo tipo de mentiras sobre los habitantes de los pueblos originarios. En sus misivas dirigidas al rey los trataron de bárbaros, ignorantes, infieles, blasfemos, analfabetas, idólatras, brujos, sodomitas, antropófagos y cualquier tipo de adjetivo para descalificar y desacreditar a los pueblos que se enfrentaron con valentía a las armas del usurpador extranjero. Inventaron lo de culto a los muertos, en regiones donde supuestamente era normal el sacrificio en masa de seres humanos para calmar la ira de los dioses. Esta mentira fue propagada de tal manera que esto valió para acabar con templos muy hermosos y justificar el asesinato de sus sacerdotes para eliminar con violencia los cultos de aquellos pueblos y la violación de las vestales guardianas del fuego sagrado. Era risible, una religión como la católica que asesinó a miles de personas durante la "santa" Inquisición bajo la acusación de bruja, homosexual, ateo y judío imputara de criminales a los sacerdotes de los pueblos originarios. Además, lo de la antropofagia es paradójico en una religión donde el sacerdote durante la misa bebe la sangre de Cristo y el pecador al comulgar engulle en la hostia el cuerpo del crucificado.

No creo que los herederos de los pueblos originarios se deban sentir orgullosos del mestizaje en el cual una porción de nuestra sangre conserva genes hispánicos. Los habitantes de América no se deben sentir presuntuosos por los genes heredados de quienes acabaron con más de 100 millones de aborígenes; de quienes arrasaron con tribus completas; de quienes fueron responsables de la imposición de la esclavitud y de la muerte de millones de africanos durante casi 300 años; además, de la muerte de miles de africanos durante la travesía en el mar en los barcos negreros. Así mismo, de la exportación de bacterias y virus, para las que no tenían defensas los indios, como los de la viruela, sarampión, hepatitis y otras enfermedades, causantes de mortales epidemias que acabaron tribus y poblaciones completas desde el Yukón hasta la Tierra del Fuego. Fueron tales enfermedades las verdaderas triunfadoras de las guerras contra los aborígenes. Entre los europeos ricos, rubios y cristianos se destacan los de España, Portugal, Reino Unido, Países Bajos, Francia entre otros, quienes trajeron las religiones católicas y protestantes creando grandes diferencias entre los acólitos a estas doctrinas, hasta forjar guerras como la "guerra de los cristeros" en México. Así mismo, fueron estos viles extranjeros quienes trajeron a América la esclavitud y la creación de clases o castas sociales entre los habitantes que con el tiempo fueron las causantes de muchos años de enfrentamientos.

Lo anterior comenzó en el siglo XV, sin embargo la misión destructora y criminal de los europeos ricos, rubios y cristianos contra los pueblos del mundo, luego en alianza con EEUU, se mantuvo y continuó hasta el siglo XX. Hasta que una vez desaparecidos los vetustos imperios surge la llamada democracia burguesa, una forma de los ricos europeos apoderarse de los gobiernos. Germina de nuevo la hipocresía de los potentados disfrazados de demócratas. Los mismos que se robaron África, parte de Asia y América y asesinaron a sus pobladores, en ese período se dedicaron a respaldar las tiranías militares en esos mismos continentes al igual que en Europa, únicamente con la finalidad de apropiarse (robar) la materia prima y riquezas de esos territorios. Se tienen como ejemplo el sostén a dos genocidas, al nacista Hitler y al fascista Mussolini quienes ganaron por elecciones, además, al dictador Francisco Franco de España y a Salazar de Portugal. Todos estos permanecieron en el poder apoyado, en un principio, por la burguesía criminal para evitar que el comunismo avanzara en Europa. Además, es bueno recordar las condecoraciones que recibieron los dictadores Somoza de Nicaragua y Pérez Jiménez de Venezuela quienes fueron laureados con medallas por el gobierno de EEUU.

Fueron las democracias burguesas occidentales de EEUU y de Europa durante el siglo XX, en su afán de gobernar el mundo, las responsables de la Primera y Segunda Guerra mundial y las causantes de más de 100 millones de muertos y la destrucción de numerosas ciudades, así como las propiciadoras de otras guerras criminales como la de Vietnam, la del Golfo y muchas más, las cuales contribuyeron a crear las plataformas para que esta destrucción y crímenes a mansalva no se detuvieran. Para eso se inventó, entre EEUU y una parte de Europa, la peor confederación asesina coaligada alrededor maquinaria militar mortal llamada OTAN. La función de esta es llevar la guerra a todos los rincones del planeta bajo el falso argumento de la "defensa del mundo libre y de los valores democráticos".

El planeta llegó al siglo XXI bajo el calendario Gregoriano, las masacres continuaron y las guerras no tocaron fin, estas continuaron como el legado dejado por las democracias occidentales en América, Asia, Europa, América y Oceanía. Era el proceder normal de los demócratas burgueses: donde había materia prima como petróleo, metales preciosos, tierras fértiles productivas y otras riquezas hacia esa región apuntarían los cañones, los barcos, los aviones y misiles de EEUU, la UE y la OTAN. Estas guerras son la herencia maldita transmitida de generación a generación, antiguamente por los viejos imperios, hoy por las democracias burguesas de EEUU y la UE, la cual pretende imponer a fuerza de misiles en todas las naciones del planeta una única forma de gobierno.

Estamos en el siglo XXI y es notoria como la democracia burguesa criminal, muy lejos de la diplomacia, apoya a genocidas como Netanyahu y Zelensky para doblegar y masacrar los pueblos como el palestino y los enclaves rusos en Ucrania, solo por el interés de mantener el control y el monopolio de los combustibles (gas y petróleo) resguardados en las entrañas del Medio Oriente. De igual manera, evitar la distribución y venta del combustible ruso a Europa. Para lograr sus objetivos no se valen de la diplomacia, sino de las armas letales como misiles, drones, bombardeos, hasta la amenaza del uso de armas nucleares cuyo horror destructivo y mortal lo conoció la humanidad en el siglo XX con la aciaga experiencia de Hiroshima y Nagasaki. Esta fue la secuela de las dos bombas lanzadas por el gobierno de EEUU contra dichas ciudades, solo para comprobar el poder demoledor del recién invento.

Pero no solo la guerra es la continuación de la política para las democracias burguesas criminales, ahora los demócratas burgueses ponen en acción otra manera de hacerla. Son las mortales sanciones económicas o medidas coercitivas unilaterales contra los pueblos no sumisos al Departamento de Estado y a la UE. De estas medidas son víctimas la Federación Rusa, China, Cuba, Nicaragua, Venezuela entre tantas naciones. Agregada a esta forma de asesinar y castigar a los pueblos, las democracias burguesas tienen otro modo de hacer la guerra, se trata de la mentira en alianza con la mass media y las redes sociales. Esta fue usada contra Irak, Libia, Afganistán y ahora contra Venezuela. Todos estos con enormes reservas de crudo y gas.

Las democracias burguesas criminales tienen sus operadores en el mundo, se trata de la derecha fascista internacional cuya representante en Venezuela es la goda María Corina Machado. Se trata de una delincuente comprometida en actos de conspiración, terrorismo, traición a la patria por solicitar sanciones económicas contra el pueblo, por requerir la presencia de fuerzas militares extrajera para invadir el país, incitación al odio entre algunos delitos. La misma que recién representó una indigna ópera bufa denunciando ante las redes sociales la mentira de su secuestro por parte de las autoridades del gobierno. Algo que se comprobó que era una vil patraña de la embustera compulsiva cuyo único interés fue crear un caos en la población que, por fortuna, no se produjo dada su falta de liderazgo y de la poca credibilidad del pueblo en esta terrorista. Esta democracia burguesa internacional, responsable de todas las barbaridades explicadas anteriormente, no puede pensar, a través de sus operadores en EEUU y la UE que la ausencia de sus embajadores en la juramentación de Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela pudiera deslucir el reconocimiento del pueblo que lo eligió para propulsar el desarrollo de la nueva democracia comunal. Ya basta de mentiras de la democracia criminal burguesa y de las falacias delincuenciales de la goda MCM. De nuevo recurriré al filósofo alemán Friedrich Nietzsche quien expresó: "La mentira más común es aquella con la que el hombre se engaña a si mismo. Engañar a los demás es un defecto relativamente vano". Lee que algo queda.



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Enoc Sánchez


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