La utópica alianza capital-trabajo es una ruta trillada, el socialismo es inédito en cada país

El economista Andrés Giussepe nos plantea un debate público, ¿cuál es el rol de la sociedad organizada, de los empresarios, de los trabajadores, del Estado, y sobre todo HAY QUE DEBATIR LA DISTRIBUCIÓN DE LAS GANANCIAS DENTRO DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN?. Antes de dar respuesta es preciso conocer el contexto histórico, las condiciones sociales, económicas y políticas en que se halla inmerso el país. Primero hay que reconocer que estamos en medio de un conflicto geopolítico de hegemónico, los Estados Unidos ejercen todo tipo de chantajes y extorsiones contra La República Bolivariana de Venezuela, a causa de someter al país bajo su dominio corporativo, además de con la complicidad del capital interno, domestico que se confabula con la guerra económica, inmolando la pueblo para inducir el cambio de Gobierno de Maduro, y acabar con el chavismo.

Por lo tanto, vemos que hay empresarios, capitalistas que ejercen un rol en la sociedad organizada, sobre todo en el papel de decidir la distribución desigual de la riqueza, donde se concentra la mayor cantidad del excedente o renta de explotación, y cada día a causa de la movilidad de los precios nominales, de ajustes por el valor del dólar, los trabajadores se depauperan mas y mas. Puede haber un gesto empresarial distinto a revertir esa relaciones de desigualdad, ganancia-salario?.

Deuda histórica de la revolución bolivariana con un nuevo modelo empresarial

Ya hemos hablado en el anterior artículo, …el caso curioso de las políticas del Estado y el Gobierno Bolivariano, en relación a la permisividad con respecto al dólar, en particular las políticas del Banco Central, y no solo eso, el freno a las políticas salariales de ajustarlas al nivel de precios, la formulación de una nueva teoría monetaria radical e innovadora relacionada con la economía digital y la criptomoneda, el asunto es que el Gobierno de Maduro responde con rezago, le falta continuidad en las políticas innovadoras, así como aquellas radicales relacionadas con hacer corresponder el cambio de la supraestructuras (leyes del Poder Comunal, la Ciudad Comunal, Parlamento Comunal) con los cambios de la base económica. La razón de ser es que de acuerdo con Marx, dicho en el Prologo a la Contribución de la Economía Política": El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social política y espiritual en general…", quiere decir, que construir el nuevo modelo de organización sociopolítica en la sociedad bolivariana actual del siglo XX, no tendría base material sino logra establecer un papel decisivo relacionado con el proceso organizativo de la producción.

En el marco de la transición de la revolución bolivariana eso significa, superar el paradigma empresarial el cual están presos la mentalidad de muchos empresarios, ciudadanos y políticos, el creer que el capitalista, el inversionista es un prerrequisito fundamental del progreso material y espiritual, del crecimiento económico, que no podemos avanzar sin apoyo del capital, que debamos subordinarnos a sus intereses, que ellos imponen la agenda de la producción sin considerar la distribución, el consumo y el bienestar de la sociedad. Por tanto debemos comenzar analizando esa visión cosificada del capital, de ver "el trabajador (….) como una recurso más para generar productos o servicios, que se limita sólo a recibir un salario o bonificaciones y punto…. No seguir viéndolo como un costo de mano de obra…. O UN CAPITAL HUMANO DIRÍA UN CAPITALISTA…. factores de producción" (Giussepe, A., 2021).

Ese ha sido el problema, la fetichización del trabajo, la fetichización del salario, el capitalista no anticipa el salario, pero el trabajador si anticipa el capital, porque genera una riqueza incluso antes de recibir su paga al final de una jornada, sea diaria, semanal, quincenal o mensual, resarce con su esfuerzo, con su inversión del trabajo, los costos mismos de su reproducción, es decir el capital variable como dirían los clásicos de la economía, de manera pues que el trabajador no es simplemente costo del capital, al contrario es capital en si mismo, la reproduce constantemente con su trabajo en producir bienes y servicios, decir que es capital humano, es igual, seguir creyendo que es un fetiche equivalente al mismo nivel del resto de los factores productivos.

El espejismo del trabajador, el estado y el empresario filantrópico

Y, ¿cómo responde el capital al trabajador?, se limita sólo a pagar salarios o bonificaciones (sea privadas o públicas), incluso al final de año, señala Giussepe, "Algo de las ganancias empresariales o del Estado les queda al trabajador en lo que se denomina utilidades o aguinaldos" (Ibídem). Sin embargo ese salario solo lo compone básicamente la canasta mínima de alimento, como si no tuviera familia, no tuviera derecho a la recreación, al deporte, a la cultura, a los servicios públicos, a las comunicaciones, al internet, a los servicios de TV satelital, a los bienes del moderno modo de vida, tan solo le paga en nuestro caso venezolano, el salario que limita el Estado, el salario mínimo, y la empresa acata, aparte de que el trabajador, cuando acude al mercado, no solo es injustamente sometido al intercambio desigual, salario-precio-ganancia, resultando una distribución desigual, sino también sometido a los impuestos del Gobierno. Total el trabajador sale trasquilado por un lado por los precios y por el otro los impuestos al consumo.

Hay que destacar que las utilidades que recibe el trabajador es marginal, un espejismo, una ilusión acompasado con las fiestas decembrinas y religiosas, en verdad solo sirven para estimular mas el consumo, las necesidades restringidas, la represión del derecho al bienestar por días, meses y año, solo sirven para tener sometido al trabajador a la molicie de las necesidades y la dependencia del trabajo. Finalmente; quien se lucra vanidosamente, sin importante las necesidades y vicisitudes de las familias de los trabajadores es el capital.

Pues bien en la situación de contingencia, de crisis sanitaria, de amenazas, del covid 19, de la guerra económica, de acciones coercitivas unilaterales de parte del imperialismo de los Estados Unidos, de la guerra del dólar, del deterioro del salario en el sector público o privado, de amenazas en las fronteras por parte del paramilitarismo, entre otros factores, que sin justicia social no hay bienestar social, eso pasa necesariamente por reconocer el valor del trabajo, el Gobierno pudiera dar ejemplo, los parlamentario pudieran ofrecer un recorte de sus ingresos, de sus dietas, de sus emolumentos, de todo tipo de privilegio, dado que si estamos en guerra carguemos todos por igual, ¿Cuánto gana un diputado, un ministro, un concejal, un gobernador, un presidente, entre otros?, demos el ejemplo, hagamos mas equitativo la capacidad de convivir socialmente.

Lamentablemente seguimos viendo al trabajador como un "dependiente" laboralmente, hasta la misma ley labora creada durante la gestión de Chávez, la LOTTT en el capítulo V De las personas en el derecho al trabajo, se define al trabajador o trabajadora como dependiente. Articulo 35. Se entiende como trabajador o trabajadora dependiente, toda persona natural que preste servicios personales en el proceso social del trabajo, bajo dependencia de otra persona natural o jurídica….", suficiente con ello para decir que se le ve al trabajador como un ciudadano o ciudadana "desposeído", aún con fuerzas y capacidades, habilidades, destrezas y talentos, incapaz de desenvolverse por si mismo, huérfano de los medios de producción expropiado, obligado a vender como mercancía su fuerza de trabajo, subordinado al capital. La misma tragedia vivieron los esclavos durante la República del siglo XIX, una vez lograda la libertad durante el régimen de los Monagas, huérfanos de aperos de trabajo y tierra, sin que la República les proveyera se vieron obligados a regresar a sus antiguos dueños.

Entonces cómo queremos ver a los trabajadores, la pregunta es para la empresa privada y en particular el gobierno, quien tiene una elevada deuda con la revolución socialista, ante el retraso de crear un nuevo modelo socialista, un modelo asociado del trabajo, cooperativista, solidario, productivo, de economía social, autogestionaria, sin que ello signifique estatismo pero tampoco capitalismo, un régimen medio, de economía intermedia, de despliegue de libertades individuales y colectivas, un régimen de acumulación de riqueza social, no privada, de capital social, no de capital privado, de bienestar material para todos y todas, desde este ángulo estaríamos descentralizando la economía, poniéndola al servicio de la sociedad su producción social, el hombre como el centro de la economía a través del empresariado social como una nueva personalidad del capital capaz de realizar una nueva distribución de la renta con justicia social.

La utopía de Giussepe: alianza del trabajo y el capital

A diferencia, según Giussepe, el nuevo paradigma empresarial que propone muy diferente al paradigma anterior es el de hacer "socio al trabajador", de convergencia capital-trabajo, "ver el trabajador como un socio más en la empresa. Con derechos en la participación directa en las ganancias que arroje el negocio (también de las pérdidas), que es algo que se determina en el precio final de ventas. No es cooperativa, es una sociedad mercantil", (Giussepe, 2021), ya experiencia tales se han ensayado, no caigamos por incautos, "ser socio del capital", (capitalismo democrático) aportando nuestro trabajo, el capital humano como valor accionista de la empresa mercantil. Ahora bien, ello no elimina la explotación del trabajo, la distribución desigual de las cuotas como se distribuyen los accionistas las rentas. Además señala Giussepe que la experiencia "no cooperativa" es una sociedad mercantil, es decir que los rigen las leyes mercantiles, las leyes del mercado y el capital, que debe quedar establecido, "….quedar normado en LEYES ¿Cuánto le corresponde a los trabajadores por las ventas finales del producto o servicio que el ayudó a generar?" (Ibídem).

Dudo que muchos empresarios cambien de mentalidad económica, tratando al trabajador o trabajadora de "No seguir viéndolo como un costo de mano de obra SINO COMO UN SOCIO DEL DUEÑO DEL CAPITAL, que necesita de su fuerza física, inteligencia, conocimientos, experiencias y horas de vida para generar riquezas a una organización empresarial particular o al propio Estado", dudo que la empresa privada reforme su visión de lo que es el capitalismo, que renuncie al control del capital, a la alienación del trabajo, el quitar al capitalista el acto de dominación y reproducir su metabolismo, suponer que con ello, no cambio las relaciones sociales de producción, sino de hacer socio al trabajador, negociando acciones de participación, mas no cuestionando las relaciones sociales de trabajo., ellas continúan. Sin ir más allá de las transformaciones socialistas de la empresa, la revolución tiene que ser social, económica y política, además de cultural.

Cuando se plantea la idea del trabajador como "UN CAPITAL HUMANO DIRÍA UN CAPITALISTA. PERO QUE JUNTO AL CAPITAL FINANCIERO ES LA UNICA ALIANZA PERFECTA EXISTENTE EN EL PLANETA PARA GENERAR BIENES Y SERVICIOS" (Ibídem). Esa alianza nos parece simplemente un buen deseo, una solicitud al capital, un reconocimiento de la explotación del trabajo, pero difícilmente el capital dejará de ser capital, y el trabajador dejará de ser trabajador en el capitalismo, es decir copropietario, es decir el cambiar el orden natural, el sistema de libertad creado por el capitalismo destinado a crear su dominio hasta eternizarlo lo cual supondrían el capitalismo sin capital, sin sujeto explotador, por lo que espera del capital todo "es el esfuerzo filantrópico" de reconocer al trabajador "como fuerza física, inteligencia, conocimientos, experiencias y horas de vida para generar riquezas".

Otro asunto que plantea Giussepe A, en su escrito: "Discutamos el socialismo que realmente quieren los trabajadores, ya el de los empresarios está trillado" publicado en Aporrea, es cierto ese tipo de socialismo de alianza entre el capital y el trabajo "está trillado", pretender hacer del capitalismo democrático, un nuevo tipo de socialismo, vale decir haciendo coparticipe en la expropiación del plusvalor, vale decir en la la participación preferencial en el producto del excedente, sobre esta materia se ha trillado en lo que se conoce como la corriente de la revolución gerencial. Bien lo explica István Métzáros: "Pero sea como sea, al crítico socialista no le preocupa el mayor o menor número de acciones poseídas por las personificaciones individuales del capital –sean ellos "empresarios bucaneros" o "humildes gerentes de carrera"– sino la subordinación estructural del trabajo al capital (y precisamente éste era, como de hecho lo sigue siendo, el significado no fetichista de las relaciones de propiedad establecidas y el foco de su crítica socialista) de la cual nada en absoluto había cambiado mediante la celebrada "revolución gerencial" (Métzáros, I., 1995: 204).

Marx y la pobreza social

Otro asunto; Giussepe A., nos apunta que #Los Socialista debemos responder y resolver en la praxis real dos dilemas que no resolvió Carlos Marx en sus escritos originales (el subrayado es propio): 1. ¿Porqué un ser humano que nace pobre por circunstancias de la vida o la naturaleza, sin riquezas materiales o sin empresa, está predestinado a ser UN ASALARIADO toda su vida desde una perspectiva capitalista? (Giussepe, A., 2021), Sigue: El capitalismo lo resolvió mediante el principio de la competencia. Los místicos hablan de la "fortuna de la vida o hechos de suerte en la vida". Otros hablan de la Ley de atracción, Marx y Engels planteaban la toma del poder del Estado por la clase obrera, el despojo o expropiación al dueño del capital y punto, mientras que en Hollywood hablan de alcanzar la fama como solución para salir de la pobreza de origen (Los subrayados son nuestros).

¿Porque se nace pobre en el capitalismo?, sencillamente por despojo, por expropiación del derecho, el capitalismo por supuesto no le agrada mirar por el retrovisor de la historia, porque los pueblos originarios son pobres hoy, porque las mujeres son sometidas al patriarcado, porque los blancos tienen mejores condiciones de vida que los negros e indígenas, porque los países en desarrollo son más pobres que los desarrollados, porque el capitalismo es desigual en el mundo, porque si porque el desarrollo de los ricos países de hoy crecieron sobre la base del saqueo, la esquilmación de los países coloniales, y al llegar al capitalismo, a la sociedad rica, todavía hacernos la pregunta ingenuamente, se ve que es ignorancia o caer en el disimulo, pero decir que Marx no explicó la pobreza social, la alienación del trabajo, la disociación histórica de las fuerzas productivas de los medios de producción social, es en verdad desconocer a Marx en su profundidad.

Los seres humanos nacen desiguales naturalmente ya lo dijo Bolívar en talento, virtudes incluso condiciones sociales, pero que le corresponde a la sociedad política, crear una igualdad fáctica, para Marx esa igualdad fáctica es posible mediante la desalienación del trabajo, el cambio de las relaciones sociales de trabajo, del régimen dominación del capital al trabajo, y no exclusivamente por "la toma del poder del Estado", aunque es esencial, la fortuna o el infortunio de la clase trabajadora dependerá de la toma del poder, del control de los medios de producción social, de expropiar a los expropiadores de la sociedad, al capital, así que no es cuestión de suerte, de fama o de mala suerte, solo los trabajadores decidirán su destino, emancipando el trabajo, asumiendo el control del incontrolable capitalismo, solo así el trabajo dejará de ser "asalariado" como categoría del capitalismo, solo así será la vía para acabar con la fatalidad de la pobreza social con el designio de la fatalidad del salario.

Otra vez Marx tiene la razón sobre la desigualdad social

La otras inquietud del socialista Giussepe: 2. ¿Porqué si para producir se requieren dos factores de producción fundamentales que son el capital y la mano de obra, el trabajador debe conformarse toda su vida con recibir un salario mientras que la ganancia de lo producido (que se acumula y multiplica como capital en el tiempo) no es compartida con el trabajador de manera preestablecida?. (El subrayado en propio). La pregunta es superflua, todos sabemos que por neocolonialismo, la tradición, la costumbre, las leyes, la imposición histórica del capitalismo en Venezuela, desde el capitalismo petrolero, inconsulto con el pueblo, sin referendo alguno, se impuso mediante la dictadura el capitalismo desde comienzos del siglo XX, con Juan V. Gómez, la desigualdad del capital y el trabajo que ha sobrevivido el siglo XX y aún con la revolución bolivariana en el siglo XXI. No ha cambiado el panorama de la explotación del trabajo y la esquilmación del salario, por el contrario, con la guerra del dólar se ha acelerado.

Nuestro camarada Giussepe A., nos pone un ejemplo: "Si alquilen tiene capital, recibe un crédito productivo o se ganó un Kino y quiere montar una empresa pero requiere trabajadores para producir bienes o servicios, entonces, debe comenzar una sociedad o alianza laboral para generar productos y riquezas a la vez. (El subrayado es propio). Pero es una alianza dónde debe quedar establecido que el trabajador recibirá parte de la ganancia que arroje el negocio. Si el negocio es muy fructífero entonces el trabajador al igual que el dueño del capital surgen, son prósperos" (Ibídem). Ese ejemplo cabe entre los iguales, no entre los desiguales, difícilmente el capital renuncia a su modo empresarial, a menos que esté quebrado, desairada su empresa, y quiere recuperarla sin capital, sino a fuerza de trabajo, con la mano de obra, recuperar una empresa quebrada, con el ánimo y entusiasmo de los trabajadores, prácticamente sacarla con creatividad y esfuerzos colectivo, una vez logrado, el patrón les dice a los trabajadora, gracias lo hemos logrado, pero la propiedad sigue siendo mía, las maquinas, el galpón, el terreno, etc., así que ahora en adelante cada quien sabe en que posición juega.

Giussepe dice: "No debe ser como ocurre actualmente, que cuando las ventas aumentan, se produce más, el capitalista se dedica a contratar más personal por el mismo mísero sueldo que paga y se enriquece, mientras el trabajador solo ve las migajas y bonificaciones que se les ocurre al patrón darles por bondad o por empatía" (Ibídem). Así es, cuando la empresa está en bonanza, el capital dice "no me acuerdo si te he visto", ahora pertenece a una nueva clase social, la de poseedores de medios de producción y actúan según esa misma lógica del capital.

Naturalmente; sentencia Giussepe: "En esas dos preguntas está la clave para resolver el problema de la desigualdad que genera el sistema capitalista, porque esencialmente, los beneficios que quedan de lo producido conjuntamente (riqueza social) entre los dueños del capital y los dueños de la fuerza física, la habilidad y el conocimiento, por leyes económicas, mercantiles, laborales e impositivas, van a parar a pocas manos. Eso ocurre y seguirá ocurriendo porque uno de los principales factores necesarios para producir, que son los trabajadores, son vistos como una mercancía, un esclavo, un asalariado solamente". (el subrayado es propio). Sobran las palabras el trabajo es una mercancía en el capitalismo, está alienado el proceso social del trabajo, es dependiente laboral, quiere decir que está subordinado socialmente.

Además esta regla no cambiará, creyendo que cambiar la superestructura con leyes comunales, vamos a cambiar la realidad económica, creyendo en la alianza del capital y el trabajo, vamos a cambiar la situación "….que vemos como uno o varios trabajadores dedican años de su vida a producir en una empresa y en el tiempo el patrón se enriquece (ve cómo anda con buenas ropas, con carros, avionetas y buenos inmuebles, la opulencia), mientras el trabajador sobrevive a costa de un salario, que al mismo tiempo, pierde poder de compras en el tiempo (inflación)", Marx lo sabía muy bien, camarada Giussepe y usted no lo debe ni puede ignorar, mientras se sostenga esa división del trabajo se explica el origen de la pobreza social, nos explicaba Marx además que no es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia", por tanto debemos cambiar nuestro horizonte respecto a nuestro modo de producción social, circulación y consumo de bienes, transformando el trabajo asalariado, empoderando a los trabajadores, transformando al Estado.

Cuasi socialismo y desigualdad salarial entre servidores públicos y trabajadores

Giussepe afirma que la solución de la pobreza social en muchos "Países con sistema cuasi socialistas como Noruega, Canadá, Suecia, ente otros, ha intentado resolver ese dilema por medio del Estado a través del cobro de altos impuestos a los empresarios y trabajadores, pero lo retribuyen con servicios públicos de buena calidad, subsidiados y garantías del buen vivir a su población. No obstante, tampoco han resuelto el problema de la desigualdad de ingresos dentro del sistema productivo capitalista. (El subrayado es propio). Llama a países europeos capitalistas con alto nivel de desarrollo social y humano y con redistribución de la riqueza más equitativa como "cuasi socialista", sin embargo, desemboca en el mismo asunto, el capitalismo no deja de ser, ni el capital, la distribución de la riqueza es desigual como lo dice, y que esperaba pues, el estado es un aliado del capital en dichos países, solo que alivia la carga social del trabajador, pero le demuestra lo utópico de esa alianza capital-trabajo.

En cambio; "…..Mientras que aquí en la Venezuela actual, con parlamentarios que dicen ser socialista, siguen en un debate estéril entre aumentarles o no el salario al trabajador dado las circunstancias actuales, el tiempo avanza y la desigualdad de ingresos aumenta en nuestro país. De seguro cuando se decidan hacerlo será un salario que se lo volverá a comer la inflación en pocas semanas". Al mismo tiempo, viviendo una guerra ya declarada, de emergencia sanitaria, la guerra del dólar, siga el presidente socialista, chavista, pensando en aumentar un porcentaje el salario, incluso criminalmente con el valor de la canasta mínima, no tome las previsiones de aumentar el salario acorde a los precios, petronizar el salario, incluso yendo va allá equilibrar las cargas entre los servidores públicos, porque no fijar una renta más o menos justa entre los altos funcionarios públicos y los trabajadores, personal docentes, personal de salud, personal de servicios, además entre embajadores, cónsules, diputados legisladores nacionales, estatales, concejales y los trabajadores, porque no nivelar los salarios con más o menos diferencias, pero que permita al trabajador tener dignidad salarial en la revolución bolivariana que no lo tiene, y no por culpa del bloqueo y sanciones económicas y financiera ya antes no lo tuvo, estuvo limitada a la canasta mínima de alimentos, el resto era subsidios sociales.

Fuente consultada:

1.-Giussepe, A., (2021). "Discutamos el socialismo que realmente quieren los trabajadores, ya el de los empresarios está trillado", Aporrea, 24/02/2021.

2.-Métzáros, I. (2010). Más allá del capital. Hacia una teoría de la transición. Editado por Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, Presidencia de la Asamblea Legislativa Plurinacional y Pasado y Presente, siglo XXI, La Paz, Bolivia.



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Alexander Kórdan Acosta R.

Economista. Magíster en Gerencia de Servicios Administrativos. Doctor en Ciencias Estratégicas para el Desarrollo. Profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV). Instructor de Cooperativismo Comunitario.

 kordankovki@gmail.com

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