El Arado y el Mar

La Constituyente dio un paso más hacia el fascismo

Da tristeza, produce indignación, la sesión última de la constituyente, cuando una diputada le pide a la asamblea la opinión sobre cuál debe ser la pena a los traidores a la Patria y la asamblea responde voz en cuello: ¡Paredón! ¡Paredón! Un comportamiento igual al de las muchedumbres que festejaban la quema de cristianos en época de la inquisición, o de los aplausos a la cremación de judíos y comunistas por los nazis.

La constituyente se puede considerar como una agrupación de la élite del madurismo, lo que allí pase influye en la población y es reflejo de lo que piensa y siente la cúpula del gobierno; todos sabemos la relación de vasallaje que existe entre el gobierno y la constituyente. Lo que allí pase es, sin duda, una medida de la situación política. Veamos.

Este gobierno nos lleva al fascismo. Esta afirmación se fundamenta en su ideología marginal y lumpen sindical, esta ideología es la de imponerse por el atropellamiento, por la brutal violencia, hacer de la mentira su teoría, y de permanecer a costa de lo que sea su meta. La acción de gobierno confirma el rumbo hacia el fascismo: primero la alianza vulgar con el capitalismo, con la burguesía, con la excusa de elevar las fuerzas productivas; luego, el fracaso rotundo de esa política de traición a Chávez: y, al final, la catástrofe que hoy padecemos.

Es en situación de calamidad, en medio de las dificultades, que emerge la condición humana de los individuos y de los gobiernos. Este gobierno, desesperado, muestra en la crisis su verdadera esencia. Miente a borbotones, nunca se equivoca y por tanto no corrige, sabe que no puede resolver la crisis, y es más: sabe que es incapaz de gobernar, no sabe qué hacer. Sólo le queda una vía, la represión brutal, el atropello.

Las señales son claras: la orden absurda a las "cuadrillas de paz" para atacar las protestas, y ahora esta vendetta en la constituyente, que busca dar "patente de corso" al madurismo, a sus cuadrillas para calificar y ejecutar a quien le sea incómodo, a cualquiera disidencia. La calificación de traidor a la patria es difusa, ambigua, no se tiene claro quién califica, ni basado en cuáles principios. Es una violación de toda ley, la instauración por el pranato de la pena de muerte.

Cada día se hace más evidente la urgencia de salir del madurismo, no sólo del gobierno de maduro, hay que salir de la espiritualidad madurista, derrotar la mentalidad de pran, de pandilla, de cuadrilla, rescatar la autoestima de la gente, el valor del trabajo. Cada día se da un paso al fascismo y la sociedad permanece petrificada, dejando hacer. Las dirigencias se ocupan de sus pequeños intereses. La Patria llama y nadie acude. Es necesario impedir que el país se sumerja en una escalada de violencia de la que será muy difícil salir, es necesario tomar medidas, sustituir a este gobierno por uno que permita sanar a la Patria. No son solución las propuestas de invasiones de los imperios para volver a la cuarta república. Los chavistas tienen una obligación moral y política de enfrentar al fascismo madurista, tienen la obligación de reivindicar a Chávez.



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Toby Valderrama Antonio Aponte

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