Carlos Marx, doscientos años de verdades y más (II)

"La palabra es, en parte, valor de cambio, producto social, instrumento de objetividad"

Antonio Machado.

"El lenguaje es la consciencia práctica" dirá Marx. Antes de ser "El Moro" de Tréveris, Karl fue el adolescente común de una familia perteneciente a la clase media. Eleonora Marx, hija de Karl, afirmaba que: "Los hombres serán más felices gracias a su padre". Sostenía que su padre consideraba, que "los hijos deben educar a sus padres". "Él nos enseñó el amor por los buenos libros leyéndonoslos". Homero, Don Quijote, Las Mil y Una Noche, Goethe, y Shakespeare, se leían en voz alta en casa. "Fue en ese ambiente de pasión revolucionaria, de pasión por las ideas" como crecieron. Su padre solía ponerles seudónimos y apelativos a sus hijos. A su mejor amigo: F Engels, la familia Marx lo llamaba "El General" por su afición a la literatura militar. Incluso, éste llegó a incursionar en actividades armadas prácticas. Marx humano siempre humano, fue a la vez duro consigo mismo y con los demás, irónico y sarcástico, no toleraba la mediocridad. Era demoledor con sus argumentos. De la misma manera que se le temía por su genio, se le quería por la enorme capacidad para compartir con sus amigos. Su casa, que nunca la tuvo como propiedad, sino como arriendo, solía ser un club de amigos. Contaba lo que él estaba escribiendo, se reía a borbotones, bebía, comía, contaba chistes, se leían libros en voz alta, jugaba cartas y ajedrez. Vociferaba: "Hay que dudar de todo".

La revolución de Marx no sólo estaba en sus libros, escritos para destruir al capital, sino también en su casa y con sus amigos. Ser amigo de él, era ser revolucionario. La crítica seria, profunda, demoledora, estaba siempre presente en su voz y pluma. Fue el hombre "más calumniado y peligroso de Londres", así lo fue para toda Europa y luego para el mundo del capital. Fue también, "un hombre de las dificultades"

Duro consigo mismo, riguroso y dialéctico en lo que escribía, centrado en su proyecto cognitivo, teleológico y ontológico. Hecho hombre, genio prematuramente juvenil, fue dejando que su cara se fuera poblando de una barba abundante, una cabellera blanca, unos ojos profundos y claros, una mirada taladrante, una sonrisa irónica y hasta sarcástica, todo cubierto por una piel morena como "El Moro de Venecia", de aquí su apelativo: "El Moro". Mediana estatura, espalda ancha, cara redonda, voz fuerte, seguridad en la palabra, certero en la opinión. Con los años, dormir para Karl, que lo hacía por muy pocas horas, era un sacrificio, tenía que hacerlo boca abajo por la incomodidad de sus furúnculos. De ellos tendrá siempre que acordarse la burguesía. Los males hepáticos le acompañaron largos años, y fueron causa de sus complicaciones físicas. Nadie había escrito tanto contra el capital "teniendo tan poco" como él. Fue un fumador empedernido, pero "El capital no me va a pagar ni los cigarrillos que me fumé al escribirlo".

Johanna Berta Julie Jenny de Wesfalia, fue su esposa, el amor de su vida. La conoció, por ser hermana de un compañero de clase. Inicialmente ella lo llamó: "Mi pequeño jabalí salvaje". El día del matrimonio, recibieron objetos de oro y plata. Más tarde cuando la miseria los aparejó, debieron vender estos objetos preciados, lo que preocupó a la policía y Karl fue al calabozo por una noche, mientras averiguaban la procedencia. Antes, su fragor juvenil, lo había topado con la policía. En 1839, por problemas oculares y pulmonares, fue exonerado del servicio militar. Jenny, la esposa amada por Carlos, merece un sitial al lado de su marido. Talentosa, tolerante, comprensiva y paciente. Muy a pesar de su ubicación social, lo acompañó en la miseria espantosa que debió vivir con sus hijos. El hambre de uno de sus hijos, taladra cualquier espíritu: "En su dolor, chupa con tanta fuerza que me ha hecho una herida en el seno, una herida abierta de la cual muchas veces chorrea sangre en su boquita trémula". Fue la misma dama que vio los embargos a sus escasas pertenencias. "dos alguaciles entraron en la casa y determinaron el embargo de lo poco que poseíamos-camas, lencería, ropa, todo hasta la cuna de mi pobre bebé y los juguetes favoritos de las niñas que estallaron en llanto". "mi marido salió en busca de una habitación; cuando mencionaba a los cuatro niños, nadie nos quería aceptar". Fue clave la amistad con F Engels. "la amistad de Engels que nos ayudó durante toda su vida". En muchas oportunidades los Marx no pudieron salir a la calle, pues la ropa de Karl, estaba empeñada.

Se suele afirmar de la existencia de un cuaderno de "Confesiones" elaborado por Eleonor, hija de Marx, aplicada a su padre. Es largo, tomaremos algunas preguntas y respuestas: "Tu virtud favorita: simplicidad. Tu principal característica: coherencia de propósitos. Tu idea de felicidad: luchar. Tu idea de infelicidad: sumisión. Vicio que te parece más perdonable: la gula. Vicio que te parece menos tolerable: el servilismo. Ocupación predilecta: leer. Poeta favorito: Shakespeare, Esquilo, Goethe. Escritor favorito: Diderot. Color predilecto: el rojo. Plato predilecto: el pescado. Máxima predilecta: Nada de lo que es humano me es extraño (Dudar de todo).

Tempranamente en 1841, a los 23 años, Marx publica opiniones en La Gaceta Renana (de corta vida), sobre los robos de leña en la región. Marx intuye los nexos entre la propiedad privada de la tierra y la miseria. El asunto por muy leve que fuera, inicialmente preocupa a los terratenientes alemanes, y pronto, La Gaceta Renana será proscrita. Marx topa con mucha hostilidad en su propia tierra y piensa en la posibilidad de su autoexilio. Asertivamente se va persuadiendo de los nexos entre filosofía y política. En junio del 43, los Marx se casan hasta la muerte. Karl 24 años y Jenny 29. Se iniciaban sus exilios y viacrucis. Karl recordaba a Hoderlin: "donde hay peligro/crece lo que nos salva". Parten para París. Allí conocerá a Bakunin, Feuerbach, y a Proudhon. Marx ocupa parte de su tiempo en leer textos sobre economía política, es el origen de Los Anales Franco Alemanes. Ese año 43, por primera vez los Marx son padres; nace Jenny.

En 1844, Marx conoce en París, a quien será su mejor amigo; su verdadero hermano y protector: F Engels. Aquellos hermanos escriben conjuntamente su primera obra: La Sagrada familia. Un año después, en 1845, la familia Marx es expulsada de París. "Los Anales Franco Alemanes", La crítica a la filosofía del derecho de Hegel y Los Manuscritos económicos filosóficos o Manuscritos de París, son recuerdos de la estancia en la capital francesa. La cuestión de la emancipación política y la emancipación humana preocupaban a Marx. La primera tocaba la relación religión-Estado, la segunda la emancipación de la alienación. La religión como "consciencia" humana invertida; mundo al revés, diría Galeano, había que ponerla las cosas sobre sus pies: "La inversión", es decir, los pies en la tierra y la cabeza sobre los hombros.

En 1848, Marx y su familia llegan a Londres como refugiados. La ciudad era la más grande de Europa, tenía 2 millones y medio de habitantes. Vivian en el barrio pobre de Sojo. La miseria fue dando cuenta de sus hijos. La pobreza persiguió a Marx toda su adultez. Se refugió para sus estudios en El Salón de Lecturas del Museo Británico. Además de abundantes libros, allí se apersonaban frecuentemente intelectuales, de la talla de Bernard Shaw, Dollie Radford, Edward Rose y otros, con quienes Marx platicó. Al frente de éste Museo, quedaba un pub al que Marx solía ir, cuando su bolsillo lo permitía, pues allí se armaban acaloradas alharacas geniales. La miseria, las enfermedades y la edad, fueron doblegando aficiones a aquel gigante. No olvidemos la predilección y el enorme atractivo que para los niños siempre manifestó "El Moro". A pesar de su fuerte rigor, los amigos de sus hijas, pasaron a ser sus amigos y los domingos eran de reunión hogareña. (Continuará el próximo sábado)



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Jesús M. Vivas P.

Profesor Universitario con 45 años de servicio docente. PhD en Historia, egresado de la Universidad Complutense de Madrid. Más de 700 Artículos publicados a nivel nacional e internacional, mas de 60 años en la lucha revolucionaria, soy Jesus "Chucho" Vivas

 jesusm_vivas@hotmail.com

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