O la censura a la Historia

Temas tabú en la educación

Iban montados en bestias
como demonios del mal

Gabino Palomares



Es un hecho indiscutible que una sociedad en proceso de cambios debe acudir a la educación como única forma de hacer posible la génesis de nuevas generaciones de mujeres y hombres libres, humanistas, sensibles y solidarios. En este contexto, la Historia debería constituirse en un eje transversal de todas las disciplinas de escuelas, liceos y universidades y así superar el oscurantismo medieval que asombrosamente aún viven gruesas capas de la población en nuestro país, qué dicho sea de paso, no deja de ser una dolencia universal.

Es así como son incontables las aulas en las que se evita desarrollar cualquier tema relacionado con cultura, injusticia, política, invasiones, alienación, guerras de cuarta generación, etc., y es en ese sentido que urge la construcción y divulgación de la Historia necesaria, aquella que se narra desde la visión y expresión de los oprimidos. Esta nueva Historia aún no contada, contribuiría a revelar episodios cruentos vividos por nuestra civilización occidental desde sus orígenes, y de una vez por todas denunciar la terrible verdad: la historia hasta ahora asumida, la de los vencedores, es ofensiva por lo falsa, es absolutamente parcial y en ella se ocultan hechos esenciales que derrumbarían ipso facto todo el paradigma existencial de un pensamiento único, mítico religioso, que por siglos y por efectos de la conquista, se le inculcó a todos los pueblos conquistados por Europa.

A modo de ejemplo, en un pasaje del Antiguo Testamento, Moisés recuerda a Israel las promesas de Jehová en Horeb, diciéndoles: “Pero de las ciudades de estos pueblos que Jehová tu Dios te da por herencia, ninguna persona dejarás con vida, sino que los destruirás completamente" Deuteronomio 20:16-17. Este documento, proviene curiosamente del libro sagrado de cristianos, musulmanes y judíos, ¡oh contrariedad! La cita constituye uno de los fundamentos de las cruentas guerras de Israel contra el pueblo palestino.

La Historia nos coloca ante otro hecho doloroso que me temo sea igualmente desconocido por la mayoría de niños y adultos de nuestros pueblos: Fray Bartolomé de las Casas nos relata descarnadamente las acciones de sus compatriotas en la conquista de América: “… doce años enteros duraron las matanzas y estragos que las sangrientas y las crueles manos y espadas de los españoles hicieron continuamente en cuatrocientas y cincuenta leguas en torno cuasi de la ciudad de México donde cabían cuatro y cinco grandes reinos tan grandes y arto más felices que España”. Las víctimas en toda América se calculan entre 70 y 85 millones, es decir el más grande genocidio en la historia de la humanidad. Fue rápido, aparte de su crueldad, venían acompañados de sus plagas y enfermedades. Para completar, en 150 años se llevaron sin retorno 185 toneladas de oro y 16 mil toneladas de plata.

Finalmente y hablando de Historia contemporánea, el Presidente Truman afirmaba sobre su bomba atómica lo siguiente: “Aunque los japoneses sean salvajes, crueles, inmisericordes y fanáticos, nosotros como los líderes del mundo para el bienestar común no podemos lanzar tan terrible bomba sobre la vieja o la nueva capital”… "Pero ese ataque sólo es una advertencia de las cosas que vienen". Luego solicitó a Dios “su guía para usarlo para sus fines", se trataba de una plegaria aterradora y profética.” Luego de la hecatombe afirmó: "Éste es el suceso más grandioso de la historia". En aquellos momentos aciagos nacía la expresión “daños colaterales” y veamos cómo: ”Un diámetro de seis kilómetros de Hiroshima quedó convertida en un desierto humeante” Se calcula en más de 270.000 las víctimas (población civil) a causa de esta histórica decisión del presidente Truman. Lo más trágico del asunto es que tal mandamiento providencial ha venido siendo asumido, cual testigo de carrera olímpica, por cada presidente de ese inmenso país, de tal manera que lo vivido en Hiroshima y Nagasaki lo han venido sufriendo, con la ayuda de la OTAN, Somalia, Irak, Afganistán, Palestina y Libia, solo que sus pobladores lo han padecido en una agonía terriblemente lenta y esto sin hablar de la angustia por tortura que hoy viven los países amenazados por la anunciada y tenebrosa lista de espera. Siria e Irán.

¡Hay que repetirlo! Duele que ninguno de estos temas lo contemplen los sistemas educativos de la gran mayoría de naciones. Si esta información la manejasen estudiantes y maestros del mundo, pudiéramos estar en la antesala de una nueva sociedad humanista y culta cuyos miembros serían capaces de develar los temas tabú que tanta atrocidad y dolor han causado a la humanidad. La capacidad crítica de esta nueva Historia dejaría al desnudo a todas aquellas “instituciones” y monstruos que torcieron la Historia auténtica para apropiarse de ella y quizás la nueva conciencia ayudaría a frenar la voracidad de estos enloquecidos conquistadores del siglo XXI.

Fuentes de Información: 1.http://sepiensa.org.mx/contenidos/historia_mundo/siglo_xx/guerra_mundial2/bombatomica/hiroynaga.htm

2. Conflictos armados del siglo XXI: http://www.portalplanetasedna.com.ar/milenio3_2.htm

Fuente Consultada: Historia Universal Gomez Navarro-Gragari-Gonzalez-Lopez-Pastoriza-Portuondo



alcidesrivas@gmail.com


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Rubén Rivas

Merideño, Profesor de Música, con estudios en la Escuela de Música de la ULA. Egresado de la U. de Chile. Magister de la U. de Cincinnati. Autor de los proyectos de Carrera de Licenciatura en Música de la Universidad del Zulia y Universidad del Táchira.

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